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Productores locales, en compañía del INTA, apuestan a la producción de bulbos florales

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Algunos productores venían produciendo a pequeña escala, y para otros es un nuevo desafío. Gracias a un proyecto especial del programa nacional Pro-Huerta, financiado por el Ministerio de Desarrollo de Social, concursado por la AER Tunuyán, recibieron un financiamiento de 150 mil pesos para comenzar con la actividad. El objetivo es comercializar bulbos florales certificados para semilla.

En el marco de los proyectos especiales de Pro-Huerta, un grupo de 15 productores de Tunuyán recibió un financiamiento de 150 mil pesos que le ha permitido comenzar con la producción de bulbos florales para semilla, una actividad relativamente nueva para el Valle de Uco, que no se ha caracterizado por ser una región florícola.

“Las zonas más importantes de la provincia para la producción de flores están del Río Mendoza hacia el norte, en la parte de Maipú, Medrano y, fundamentalmente, en el Kilómetro 8, Guaymallén y Las Heras. Al estar más al norte, son más propicias para la producción de flores en forma temprana, que es cuando tienen más valor”, explica el Jefe de la Agencia de Extensión Rural (AER) de Tunuyán, el Ingeniero Javier Castillo, resaltando en este sentido que “aunque nosotros estamos en una zona que no es demasiado competitiva porque es bastante fría, la ventaja es que como no se ha hecho multiplicación de bulbos a gran escala, la tierra está más sana”.

A diferencia de las semillas botánicas, el bulbo es un sistema de multiplicación agámico (que se reproduce asexualmente, sin la unión de las partes masculina y femenina). Al ser asexual, se puede multiplicar y todas las flores que se producen son iguales a la madre.

“La idea es que el grupo le provea de bulbos a los productores de la provincia que hacen flores”, señala Castillo como objetivo principal de la nueva actividad que están desarrollando los productores locales. Asimismo, agrega que, como un extra, se pueden comercializar las flores que se obtienen durante el mismo proceso de multiplicación: “estamos en el medio, y como desde un sector del sur como Malargüe, General Alvear y San Rafael se deben hacer el viaje a hasta Mendoza, podríamos proveerles de flores sin problema.”

Con el financiamiento, los productores pudieron comprar material certificado, de buena calidad, para comenzar con la producción. Además, diferentes elementos necesarios para desarrollar estructuras como minitúneles, entre otras cosas, para poder protegerlos.

“El material genético tiene un costo importante. Se hizo una gran compra y se pudieron repartir bulbos entre cada productor para que continúen reproduciendo a mayor escala”, explica el Ingeniero y resalta la importancia de este aporte económico a nivel cualitativo y cuantitativo, considerando que algunos venían produciendo en pequeñas cantidades. “Tener más cantidad de bulbos les permitirá acceder más rápido, con más disposición de material para semilla y más disponibilidad de flores, al mercado”, sintetiza.

Este proyecto fue presentado en el 2016 en la convocatoria nacional de Proyectos Especiales del programa Pro-Huerta, y es uno de los dos aprobados a la Estación Experimental INTA La Consulta. Fue trabajado por los técnicos de la AER Tunuyán, especialmente por Lidia Quiroga y Horacio Peinado, quienes acompañan y asesoran al grupo.

“Es una política de Pro-Huerta ir generando independencia en los productores para que se vayan autoabasteciendo de su propio material de multiplicación y, a su vez, generando una fuente de trabajo”, manifiesta Javier Castillo y finaliza: “cuando se empiecen a vender los bulbos y las flores, se va a generar un ingreso genuino. Y como esto tiene certificación y se manejan  determinados parámetros de calidad, se va ir abasteciendo a otros productores para que obtengan flores de calidad. Es un círculo virtuoso que de alguna manera beneficia, no solamente a los que fueron beneficiados directamente, sino a toda la comunidad, en este caso vinculado a un sector que es el florícola.”

Los productores

Ubicados en diferentes puntos de Tunuyán, se organizaron y se reúnen periódicamente para programar la producción de bulbos. Es un desafío pero deciden arriesgar. “Tiene futuro”, dicen sobre este gran emprendimiento.

“Cuando era joven pensaba en hacer algo así de flores, pero nunca había hecho. Muchas veces iba a pedir orientación pero había inconvenientes para conseguir los bulbos, era algo inalcanzable”, cuenta Victoriano Vicente en medio de su finca de nogales y almendros donde junto a otro productor han sembrado bulbos de diferentes variedades de flores.

Como en la provincia, los cultivos del Valle de Uco suelen verse afectados por las inclemencias climáticas. En este sentido, diversificar la producción representa para algunos productores la posibilidad de acceder a otra alternativa que les permita equilibrar sus ingresos.

“Ahora que se presentó esta oportunidad no lo pensé dos veces”, afirma el productor que estuvo fuera del país durante algunos años y regresó para continuar con su gran pasión, la agricultura. “Esto tiene futuro. Lo voy a aprovechar al máximo”, afirma entusiasmado.

Con cuaderno en mano, Luis Magaña, productor, muestra sus anotaciones. Allí ha ido registrando cada siembra y diferentes aspectos “para ir limando cualquier problema”. “Tenemos que aprender mucho porque tendemos a una producción de bulbos con certificación, para que tenga un valor comercial importante”, comenta sobre su registro mientras muestra su jardín en el que tiene las mismas variedades sembradas a campo a pequeña escala: “Lo tengo en pequeño para cuidarlo un poco mejor por si hay algún tipo de inconveniente, para poder ir anotando el desarrollo. Estoy haciendo una estructura tipo invernadero porque nuestra zona es muy fría. Hay que cuidarlos de las bajas temperaturas.”

Para los productores esta “es una experiencia que para la zona es nueva” y una oportunidad significativa para quienes venían haciendo en pequeñas cantidades. “Los materiales son caros”, remarcan, y comentan además que para quienes recién empiezan “no es fácil”.  “Es importante el asesoramiento que entrega el INTA  a través de sus técnicos, porque de esto no hay nada. Ahora con las computadoras uno entra en internet pero le explican medianamente, a parte hay que adaptar la información a nuestra región”, comentan.

Nota: INTA La Consulta

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