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OPINIÓN: «Vendimias, Tonadas y nuestra identidad»

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«Para muchos mendocinos la vendimia se ha reducido a (o solo significa) la elección de la Reina, que a su vez se ha reducido a un concurso de belleza que apenas si considera aspectos culturales vinculados a nuestra identidad. En su origen las reinas eran elegidas por los cosechadores en las mismas hileras donde se trabajaba, y las elegidas eran mujeres que trabajaban a la par de los hombres.»

 Por Juan Jofré

Vendimias, Tonadas y nuestra identidad

Vendimia es la celebración del trabajo puesto en la vid que ha dado sus frutos. Vendimia es gala del esfuerzo, de la esperanza, de la fe. Vendimia es el reconocimiento para quienes dominan las artes del riego, la poda, la cosecha. Vendimia es cuando festejamos la labor cumplida, el trabajo de todo un año visto en frutos.

La Fiesta Nacional de la Vendimia, y las fiestas departamentales de vendimia, son un símbolo de nuestra identidad como pueblo; porque si bien la vitivinicultura no es la única actividad económica en la que todos los mendocinos nos ocupamos, es muy antigua, nos destaca en el país y en el mundo, y nos representa como un pueblo que sostiene y fomenta una cultura del trabajo esforzado, sacrificado y en el que hay que tener mucha fe para que Dios y la Virgen de la Carrodilla nos protejan de tormentas y heladas y nos otorguen la bendición de poder tener vendimia.

La Tonada es, según me dijo el Maestro Chimica, “el himno cultural de nuestra expresión cuyana”, es un estilo musical propio de nuestros antepasados, único en el mundo. La tonada es la canción que no se baila, porque ha de escucharse con atención y en silencio, disfrutando de la armonía de la música y el romanticismo de sus versos. La tonada es la forma de decir que tenemos a un amigo, hermano, madre, hijos o compadres, que agradecemos que estén en este mundo. La tonada ha sido y sigue siendo la expresión de aquel que ama a su tierra pero sin intención de poseerla, es el canto de aquel que la respeta, la cuida, pero no la envenena. La tonada es sentida, es visceral, es conmovedora para aquellos que han aprendido a quererla y que la entienden.

En vendimia y en tonada encuentran nuestros pueblos dos grandes expresiones de la cultura popular que nos identifica, que nos hace cuyanos, mendocinos y valletanos.

En la vendimia y en la tonada afirmamos año a año que, seguimos siendo ese pueblo que ama, respeta y venera esa mágica combinación de tierra, agua y trabajo.

En vendimia y en tonada nos ponemos en frente un espejo, donde estamos obligados a mirarnos como pueblo, y preguntarnos por esos valores, viendo lo que realmente reflejamos.

Esa gran Fiesta Nacional de la Vendimia ¿es expresión popular? ¿Cuántos trabajadores rurales tienen la oportunidad de vivirla? ¿Refleja la mirada o el sentimiento del pueblo trabajador? ¿No está muy cargada de prejuicios machistas? ¿No deja afuera a muchos que no comparten la fe católica?

Pues a veces me parece que vendimia ha sido reducida a lo comercial, con festivales que tienen la estética que admiran los turistas, con reinas de apellidos importantes que de ganar promocionan a sus familias o empresas, con presupuestos y montajes millonarios que se alejan mucho de la sencillez con que trabaja el que supuestamente justifica y fundamenta dicha fiesta.

Para muchos mendocinos la vendimia se ha reducido a (o solo significa) la elección de la Reina, que a su vez se ha reducido a un concurso de belleza que apenas si considera aspectos culturales vinculados a nuestra identidad. En su origen las reinas eran elegidas por los cosechadores en las mismas hileras donde se trabajaba, y las elegidas eran mujeres que trabajaban a la par de los hombres.

El trabajador es el gran ausente en las fiestas vendimiales, porque solo aparece idealizado en un relato que lo convierte por poco en héroe, pero nunca es escuchada ni reflejada su mirada, sus reclamos de salario o condiciones de trabajo, que no lo obliguen cada año a sobrevivir los inviernos y rogar ser contratado para la próxima temporada.

¿Y la Tonada? Para algunos es música de borrachos, y luego de tirar semejante comentario aplauden que el vino haya sido declarado bebida nacional. Aquellos que han disfrutado su música y sus versos de chico, aquellos que han tenido la oportunidad de que un mayor les enseñara lo que significa un cogollo, ésos, la siguen cantando o escuchando con emoción.

Los que la “miran desde afuera”, nunca comprenderán ese sagrado canto, esa emocionada forma de cantarle a la vida. Quizás vivan sin poesía, o admiren alguna extranjera, por no haber sabido entender y saborear (de sabiduría) todos los manjares y elixires que nuestra cultura nos ofrece cada día.

Contradicciones de un pueblo que durante años ha perdido sus instancias formadoras de identidad, porque no hay apoyo a los hacedores culturales locales. Más bien paguemos millones para que alguien de afuera nos venga a cantar, es realmente muy lindo. Pero gastemos millones también en la creación de programas que fomenten y enseñen en las escuelas y plazas, nuestros bailes, nuestro modo de ser, nuestra cultura del trabajo, nuestro modo de pulsar una guitarra y cantar.

¿Cuántos libros se han publicado con apoyo de los municipios locales? ¿Cuántas obras de teatro que reflejen lo nuestro son financiadas a nivel local? ¿Cuántos discos de música popular han recibido el apoyo del Estado Municipal?

Estas fiestas son siempre ese espejo donde mirarnos culturalmente. Yo escribí lo que veo reflejado en él. Espero que otros también se detengan a mirar ese espejo. Sobre todos los que tienen que tomar las decisiones; no vaya a ser pueblo mío, que en unos años, se nos ocurra mirarnos al espejo y no nos reconozcamos.

3 comentarios

  1. las malas intenciones develadas….y hace una bocha de tiempo…son las tuyas y el grupete mediatico que te acompaña. no es malo militar a favor de alguien en politica (en tu caso Guiñazu)…lo malo es negarlo cuando es tan obvio…..! Hasta siempre.

  2. Juliana me parece que no entendiste la nota o quizas ni la leiste y solo te gusta «bardear»… en todas las fiestas populares se estila traer algunos grandes numeros como atractivo o para jerarquizar las fiestas, yo no estoy en desacuerdo con eso, lo que digo en la nota es que sería interesante que se generen politicas de difusión y apoyo a nuestra cultura, nada mas. Por otro lado no se de donde sacas que soy «compañero» del intendente del lujan o que Guiñazu es «mi favorito». No te conozco pero ya has dejado traslucir tus malas intenciones y la carencia de análisis de una simple nota. Hasta pronto

  3. agiornate jofré….evolucioná!!!!!! y en todo caso preguntale a tu «compañero»,el intendente de lujan porqué trae a calle 13, o porqué tu candidato favorito,ex desastroso intendente mario guiñazú se desvivía garpandole a los artistas porteños!!!

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