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Jofré le responde a Difonso: «Debemos achicar la desigualdad, no la participación”

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El intendente propuso públicamente achicar el gasto público. Para Jofré eso significaría restringir la participación y las voces representantes del pueblo.

La semana pasada, el intendente de San Carlos, Jorge Difonso, publicó un escrito en el diario Los Andes. En el texto, el diputado provincial electo propone reducir  la cantidad de diputados, senadores y concejales y avanzar hacia un sistema unicameral en Mendoza.

«Creemos que Mendoza debe avanzar hacia un sistema unicameral dejando atrás la división de diputados y senadores bajo el concepto de Cámara revisora. Hoy los espacios políticos mayoritarios y minoritarios, sin excepción, actúan por bloque sin distinción entre una y otra Cámara legislativa. Los distritos electorales no responden a una composición geográfica común ni representan a los 18 municipios. Más de la mitad de las provincias argentinas ya pasaron a un sistema unicameral, inclusive aquellas con más habitantes que Mendoza» indica. 

«El gasto político debe ser reducido sin retaceos. Hoy, 40% de los habitantes no llegan a fin de mes con sus ingresos y más del 50% está endeudándose  para conseguirlo. Se pide a nuestros productores, pymes e industriales que sean competitivos para exportar sus productos pero resulta que en otros países la carga impositiva es 3 ó 4 veces menor» manifiesta en otro de los párrafos.

«La reducción del costo político es imprescindible y el reducir la cantidad de legisladores aporta claramente a ello, pasando de 86 legisladores a menos de la mitad», enfatiza Difonso en el escrito.

«Creemos que los Concejos Deliberantes deben transformarse en órganos regionales a la italiana, a la española, a la francesa, donde las regiones son unidades de gestión que aseguran optimización de recursos y unificación de estrategias de gobernanza y desarrollo, con ejes puestos en la economía regional, servicios, tratamiento de los residuos, turismo, infraestructura, etc. Hoy, en Mendoza, el rol de control lo cumple claramente el Tribunal de Cuentas que está semanalmente presente en cada una de las municipalidades».

«Debemos ordenar la provincia en 5 regiones: Unicipio (Gran Mendoza), Este (San Martín, Junín y Rivadavia), Secano (Lavalle, Santa Rosa y La Paz), Valle de Uco (Tupungato, Tunuyán y San Carlos) y Sur (San Rafael, Malargüe y General Alvear), pasando de 198 concejales a menos de 40 delegados regionales» propone.

Las repercusiones ante los dichos y propuestas de Difonso no tardaron en llegar. Juan Jofré utilizó la misma vía y a través de un escrito le respondió al intendente sancarlino.

Achicar la desigualdad, no la participación- Por Juan Jofré

La salida de Difonso por varios medios provinciales con su (vieja) propuesta de reducir la participación legislativa, me hace reflotar otra también vieja propuesta: reducir la brecha que nos hace desiguales.

Difonso se escuda en “achicar el gasto político” cuando en realidad lo que se conseguiría sería el gran sueño conservador de la provincia: restringir la participación, hacer que haya menos voces, menos reparto del poder político, menos posibilidades de que las minorías cuenten con representantes políticos.

Lo que yo propongo lo escuché de un tío alfonsinista, que también lo había escuchado de otras personas antes: regular constitucionalmente la escala de sueldos, haciendo que el mayor cargo gane 10 sueldos mínimos (y si es posible menos), haciendo que desaparezcan los sueldos y jubilaciones privilegiadas en el Estado.

En nuestra Provincia, hay cerca de 500 funcionarios que ganan más que el Gobernador.

Nuestro vecino país (Chile) reclama por la desigualdad en que viven, ya que por ejemplo, una carrera universitaria le cuesta a un ciudadano 20 años de endeudamiento, y equivale a  lo que  gana un legislador en pocos meses.

La salida no es con demagogia conservadora como propone Difonso, la salida es con valentía transformadora que ataque al corazón de nuestros problemas.

El sueño conservador de Mendoza idealiza el achique del Estado, porque se garantizaría lo que pasaba en la Provincia a comienzos del Siglo XX, que solo varones y de familias terratenientes podían acceder a cargos políticos. De esa forma, desaparecerán de los concejos deliberantes y de la Legislatura la voz de quienes provienen del sindicalismo, de organizaciones sociales, de las escuelas o barrios, comerciantes o pequeños productores, entre otros, sin mencionar a expresiones de izquierda o referencias estudiantiles o del movimiento feminista.

Tal vez lo que busque la propuesta de Difonso sea disminuir la función de control que tienen los órganos legislativos, que suele resultar molesto para algunos Intendentes o Gobernadores acostumbrados a no contestar pedidos de Informe o no hacer pública algunas informaciones.

La democracia debe ir cada vez más hacia incluir, respetar y representar la diversidad de miradas, propuestas y posiciones. No podemos seguir pensando en restringir y retroceder.

Celebro que Difonso esté proponiendo temas que hagan necesario reformar la Constitución de Mendoza, donde deberíamos fijar derechos de trabajadores/as, participación de todos los Departamentos en la Legislatura, restricciones al uso del agua, acceso a la tierra, y a mi modo de ver, y el de mi tío alfonsinista, una escala máxima de salarios que no supere los 10 sueldos mínimos desde el sueldo básico hasta el de máxima jerarquía.

Hoy, en Departamentos chicos como el nuestro (San Carlos), hay distritos que difícilmente son escuchados y a los que les cuesta mucho tener representantes políticos. Con la propuesta de Difonso (y de los conservadores) esto se profundizaría en lugar de mejorar.

Ampliar la participación hace mejor a las sociedades, al igual que achicar las brechas de desigualdad. El sentido contrario solo nos aleja y enfrenta como ciudadanos, porque al restringir la participación política, las salidas son por fuera y muchas veces (lamentablemente) cercanas a la violencia.

Un comentario

  1. Nadie discute sobre la necesidad de una PROFUNDA reforma politica. Pero esa reforma política debe, sin duda, aumentar la participación popular e incrementarla representación de los distritos y pueblos más chicos en los organismos legislativos. Sería , pues, muy interesante, si DE VERDAD se quiere bajar el gasto público tomar otras medidas y corregir o anular los caminos, por donde verdaderamente se va la plata de los contribuyentes y /o de la coparticipación departamentales y aún provinciales. ELIMINAR LOS ÑOQUIS, revisar A FONDO las categorizaciones del Ejecutivo( hay un abuso exasperante de las clses altas, H o I, realizadas por «acomodos» y «arreglos políticos») hay una superabundancia de empleados (sobre todo administrativos) públicos. ESto producto de «compromisos» políticos realizados durante las campañas políticas, insisto, no solo en los municipios, sino en las administraciones provinciales y ni que hablar de la administración nacional. En vez de achicar y eliminar participación distrital y popular, de una vez por todas, se debe encarar (según mi punto de vista) la reforma del Estado y de la Política. Otro ítem muy importante es el control popular SOBRE LAS LICITACIONES (Fuente de fuga y/o desaparición de recursos tan importante, que es impensada). Hay muchas reformas que se me ocurren en estos momentos de escribir, seguro un poco mas antiguas en mi formación política y mi ideología. Es Imperioso tratar una REVOCACION DE MANDATOS DE LOS FUNCIONARIOS POLÍTICOS EN GENERAL. Inclusive recurrir a viejísimas herramientas (algunas usadas , hasta en tiempos coloniales) como por ejemplo los JUICIOS DE RESIDENCIA. En fin, HAY QUE PENSAR y no largar en forma demagógica soluciones fáciles, que en el corto y mediano plazo, van indefectiblemente al fracaso, porque es gatopardismo puro: cambiar algunas formas, para que el fondo y las verdaderas soluciones no lleguen y todo siga igual .

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