A pesar de ser una actividad vinculada a los hombres, principalmente por el esfuerzo físico que conlleva, la artesana la realiza desde hace años sola y lo hace muy bien. Lee la entrevista que le realizó El Cuco Digital.
Cada 19 de marzo se conmemora el Día Internacional del Artesano, para rendir homenaje a uno de los oficios manuales más antiguos, que requiere destreza y creatividad para la creación de piezas artísticas únicas y originales.
La principal finalidad de esta efeméride es la de exaltar el talento, la creatividad y la imaginación de las y los artesanos.
En este sentido, alguien que le rinde homanaje a la fecha es Yaqui Pringles (42), una artesana de cueros y “pellonera” del departamento de Tunuyán.
El Cuco Digital le realizó una entrevista en la que cuenta cómo y cuándo se inició en la actividad, y cómo es su trabajo, entre otras cosas.
–Yaqui, ¿qué es ser pellonera?
Pellonera se trata de hacer pellones con cuero de ovejas para los caballos, para montar el caballo, para ensillar el caballo, para ponerle la montura, de eso se trata mi trabajo.
–¿Hace cuánto haces esto y cómo surgió?
Surgió hace 4 años y un poquito más con mi papá; esta sociedad la tuvimos como un año y ya después arranque sola, así que estoy ya hace tres años.
–Vivimos en una sociedad que aún es muy machista, y si hablas de pellones inevitablemente se habla de animales y por ahí se vincula a un trabajo de hombre ¿Cómo es eso para vos?
La verdad que estoy en un rubro de hombres, es muy nuevo el que esté una mujer incorporada en esto, y más que yo los hago, no es que los compre y revenda, yo los hago; yo compro el cuero -en Malargüe, en Consulta, en San Carlos, en Lavalle (también de cabra para alfombras o cobertores de cama)-, comienzo a lavarlo, después se curte, se estaquea y después al cabo de uno cinco días, en el proceso de secado del cuero comienzo a recortar, a armar, ver que cueros sirven para el armado de los pellones.
–¿Estamos hablando de un trabajo sacrificado?
Sí, es un trabajo súper costoso, es un trabajo de hombres justamente porque muchas veces requiere de la fuerza de un hombre. Yo si bien lo hago con mucha dedicación, tengo 8 tornillos en mi clavícula, imagínate que para mí es un trabajo sumamente delicado y forzoso, así que bueno, trato de hacerlo lo mejor posible para que me salga bien y estén todos conformes.