Vecinos de Valle de Uco vuelven a la lucha por el Agua, ante el tambaleo de la 7722 por el RIGI

Tanto el Gobierno nacional como el provincial apuntan a un cambio de la matriz productiva, abriendo las puertas a las extracciones mineras.

Vecinos del Valle de Uco se organizan para una nueva resistencia por la defensa del agua, ante lo que consideran una amenaza no solo en el uso del recurso hídrico, sino también en la potencial contaminación de los principales cauces de agua. 

Pudo saberse que desde diversos sectores vecinales, ambientales, e incluso educativos, se impulsa la resistencia a la adhesión de Mendoza al RIGI, el Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones, una ley que ya fue aprobada a nivel nacional, y que será tratado por el Senado de la provincia este próximo martes 13 de julio.

Aunque en los últimos tiempos, la lucha ambientalista bajó los decibeles, en los últimos tiempos comenzó a resurgir el movimiento en defensa del Agua Pura. La amenaza se cierne sobre la ley 7722, normativa que prohibe el uso de sustancias tóxicas en las explotaciones mineras, y que posiblemente deberá ser quitada o modificada si Mendoza adhiere al RIGI.

Según informa la página del Senado de Mendoza, “el RIGI está diseñado para fomentar el desarrollo en sectores estratégicos como la forestoindustria, el turismo, la infraestructura, la minería, la tecnología, la siderurgia, la energía, el petróleo y el gas. (…) Sin un marco de incentivos adecuado que brinde certidumbre y competitividad, estas inversiones serían inviables, según se detalla en la fundamentación del proyecto”. Durante los últimos años, la ley 7722 ha sido el gran obstáculo para las explotaciones mineras, ya que prohibe el uso de sustancias como el cianuro, indispensables en las extracciones metalíferas a cielo abierto. Si se apruebe el RIGI, la derogación o modificación de la 7722 será casi un trámite para allanar el camino a las mineras. 

Esta semana pasada, la Comisión de Hacienda y Presupuesto del Senado de Mendoza, otorgó despacho favorable al proyecto del Poder Ejecutivo que establece la adhesión de la provincia al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), por lo que el día martes, el Senado tratará la adhesión de Mendoza. 

En simultáneo con la aprobación de la adhesión al RIGI se desarrollan otras acciones que muestran hacia dónde se apunta: desde el Departamento General de Irrigación se impulsa la aprobación del nuevo Código de Aguas, una legislación que, según algunos, pondría en riesgo la autarquía del manejo del recurso más valioso. Además, en las últimas semanas, se intimó a puesteros que llevan varias generaciones arraigados en campos de San Carlos, al abandono de las tierras, ya que de lo contrario serán desalojados por la fuerza. Otra de las acciones que transcendió en algunos medios, es el posible remate de tierras que pertenecen al Estado Nacional y que se encuentran en tierras del Ejército, entre ellas la zona de La Remonta, una joya como recurso natural, paisajístico y de recursos. 

Casi como un deja vu de lo que sucediera en los primeros años del 2000, los vecinos vuelven a la lucha para defender el agua. La situación es muy similar: una gran crisis económica, leyes en favor de las grandes empresas, referentes políticos y de organizaciones de productores o similares silenciosos o “militando” la nueva matriz productiva, medios y comunicadores con información bastante sesgada y “operada”, y hasta el maltrato de algunos políticos hacia los vecinos y organizaciones mencionando “la ignorancia” de la gente. 

Hace aproximadamente dos décadas que nacía en Valle de Uco el movimiento “antiminería contaminante” que, después de varios años logró, el 20 de junio de 2007, la aprobación de la ley 7722, y luego, el 22 y 23 de diciembre de 2019, una defensa histórica, con el recordado “Parientazo” que logró anular las modificaciones a la Ley que ya se habían aprobado en la Legislatura provincial. 

Habrá que ver cómo siguen las cosas. El gobierno está decidido a avanzar con lo que considera necesario para mejorar la situación de la economía provincial y el desarrollo de Mendoza. Pero, una vez más, los vecinos parecen estar decididos a no negociar el agua, un recurso que “vale más que el oro”.