Por Estefanía Tello
Se trata de Pablo Ramiro Coronel Aguilar. Su mamá en una nota nos cuenta cómo su pequeño aprendió tantas cosas en tan corta edad.
Es difícil creer que un bebé pueda identificar los colores, el abecedarios, los animales y números en diferentes idiomas, sin embargo, Pablo Ramiro Coronel, un pequeño de 1 año y 10 meses que vive en el barrio Borromeo de la Villa de San Carlos, adquirió esos conocimientos -entre otros- y maravilla a su familia y a sus vecinos con su inteligencia.
Su mamá Roxana en entrevista con El Cuco Digital, cuenta cómo su chiquito comenzó a aprender, qué piensa su pediatra de su avanzado conocimiento a tan corta edad, sus miedos y también, qué siente cada vez que Ramiro manifiesta sus saberes y deja boquiabierta a todos.
-Roxana, contanos ¿cómo comenzó a aprender Pablo Ramiro?
Cuando él tenía un 1 y 3 meses empezó a aprender el nombre de los animalitos. Yo veía que le gustaban y me preguntaba cómo se llamaban, entonces agarré y le hice tarjetitas; yo le iba diciendo los nombres y se los aprendió ahí no más, eso me sorprendió pero pensé que era normal que comenzara a saber estas cosas. Como soy madre primeriza, no sé a qué edad tiene que decir tal cosa. Dos meses después comenzó a preguntarme por los numeritos, me los señalaba y me decía “este”, y yo le volvía a decir nuevamente, pero sentía que era mucho para su edad. Una vez yo estaba haciendo la tarea y para que me dejara en ese ratito, le escribí los numeritos en el cuadernito, después él me iba señalando y me preguntaba y yo le iba diciendo el nombre de cada número; luego, se me da por preguntarle y me los señalaba ahí no más. Ese día se aprendió la lista del 1 al 10. Después, le escribí hasta el 20 y así hasta el 30. En cuanto a las letras, le hice tarjetitas con las vocales y absorbía ahí no más lo que le íbamos diciendo. Cuando él veía escrito cosas en cajas, en hojas o en cualquier lado, me preguntaba, por eso en una hojita le escribí el abecedario y rápido ya las identificaba. Hasta que un día le descargué un videíto con los números, pero no me di cuenta que estaba en inglés y se los aprendió. Después vio en Italiano y pasó lo mismo. Yo me quedé helada. Lo que él ve lo absorbe automáticamente.
-¿Qué te dice la pediatra de este avance en su aprendizaje con tan corta edad?
A la pediatra le mandé un mensaje contándole, porque con esto de la cuarentena no hemos podido ir a hacerle los controles. Yo le pregunté si era común que sepa lo que sabe. Ella me dijo que era un niño especial, que no tenía que frenarlo, que si él quería saber más le enseñara todo lo que quisiera aprender. Por eso, ahí le comencé a escribir las letras y los números en su cuadernito. No es que yo me siente a enseñarle, solo se lo escribo y le digo como se llama lo que me señala.
–¿Qué sienten como familia al ver el gran desarrollo de su inteligencia?
Como familia nos sentimos sorprendidos todos. Yo por ejemplo también siento muchísimo orgullo por las ganas que tiene para aprender. Bueno, el papá también está muy orgulloso y se lo presume a todo el mundo lo que saben sus hijos (risas). Sus abuelos y tíos están fascinados por lo que sabe. Además, no le gusta jugar con otras cosas que no sean números y letras, y cuando le damos opciones de juguetes siempre busca cosas escritas o con numeración.
–Cuando lo ves a tu hijo con esas capacidades intelectuales, ¿hay algo que te cause miedo o temor?
Como papás tenemos temor, temor a que cuando ingrese a alguna escuela no le saquen jugo a su capacidad intelectual y lo traten como un niño cualquiera. Temor a que él pierda el interés en aprender cosas nuevas al no ser incentivado en la escuela donde vaya. Está claro que tiene una inteligencia avanzada para su edad, nuestro mayor miedo es que no valoren eso en la escuela donde vaya el día de mañana. Ese miedo es porque lo amamos y nos sentimos como dijimos antes, orgullosos.
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2 respuestas
Maria gracias por tu opinión. Concuerdo con vos. Pero el problema es que no sabemos de algún colegio o institución que reciban niños con capacidades intelectuales avanzadas. Nos gustaría muchísimo que ésta noticia llegue a algún directivo de esas instituciones y nos orienten para la futura educación de nuestro hijo.
Tendrás que buscar una escuela que tenga en cuenta las altas capacidades que tiene tu hijo, porque si no seguro que en la escuela se aburrirá y se portará mal. Tu hijo es un niño con altas capacidades por lo tanto necesita una escuela que lo aliente en su deseo de aprender.