Sin iluminación: uno de los puentes más importantes del país quedó a oscuras por un arriesgado robo de 300 metros de cableado
Sin iluminación: uno de los puentes más importantes del país quedó a oscuras por un arriesgado robo de 300 metros de cableado.
SANTA FE.- El puente Nuestra Señora del Rosario, que une las ciudades de Rosario, en esta provincia, y Victoria, en Entre Ríos, seguirá a oscuras por varias semanas o, incluso, meses. Aunque suene insólito, un grupo de delincuentes, después de “colgarse de los caños” de la estructura sobre el río Paraná, robaron unos 300 metros del cableado original. Para recuperar el servicio, la empresa Caminos del Río Uruguay, concesionaria del peaje, deberá desembolsar 90 millones de pesos.
“Por un plazo que no va a ser pronto, el puente Rosario-Victoria seguirá sin iluminación. El robo de cables no se hizo de un día para otro. Los robos de este y otros materiales del puente comenzaron en junio y en esta semana culminaron con la falla total del sistema eléctrico, ya que se robaron el cable madre. Todo el puente Rosario-Victoria está sin luz en este momento”, comentó Mariano Bradannini, vocero de Caminos del Río Uruguay.
Bradannini no pudo confirmar si existen videos u otras pruebas para identificar a los delincuentes que concretaron el robo.
Para los investigadores no deja de llamar la atención cierta profesionalidad empleada para el robo. Según pudo saber LA NACION, el cableado se encuentra incorporado a la estructura del puente, como indican los estándares de seguridad.
Al respecto, los especialistas que conocen los trabajos que se realizaron para la habilitación del servicio de electricidad, “se trata de un lugar difícil, ya que donde se tensionan [sic] los cables es debajo de la calzada. Eso torna casi imposible de percibir si alguien está realizando alguna labor en la parte inferior del puente, además del riesgo que supone la interrupción del servicio eléctrico”.
Bradannini dijo que los delincuentes que ejecutaron el hecho delictivo “se colgaron de los caños para robar los cables. Fue un movimiento temerario para lograr sacarlos. Pero no es la primera vez”.
En tanto, el tránsito por esa vía de comunicación es normal. “El puente no tiene una distancia muy grande. Es una distancia corta que hay que recorrer con precaución. La seguridad completa se produce por la noche cuando el puente está alumbrado, que es lo que queremos hacer. Se está trabajando en detectar todo lo que se ha dañado. A partir de eso, la inversión es gigante [sic]. Estamos hablando de una inversión grande para reponer el cable y luego la planificación y ejecución de una obra. Una cosa es realizarla porque el cable era el original, realizarla con la producción del puente y otra hacerla con el puente en marcha”, explicó Bradannini.
La idea de concretar la unión entre Santa Fe y Entre Ríos (ya existe el túnel subfluvial Uranga-Sylvestre Begnis, que une las capitales de ambas provincias, comenzó a desarrollarse a principios del siglo XX por impulso de Ángel Piaggio, miembro de la denominada Comisión Popular.
Pero recién en 1997 se encaró con firmeza la realización de la obra, aunque los inconvenientes para la financiación fueron retrasando el proyecto. Finalmente, la inauguración se produjo finalmente el 22 de mayo de 2003.
La longitud del puente atirantado principal es de 608 metros y se extiende en dirección sudoeste-noreste. Otros doce puentes menores tendidos sobre el río Paraná conforman lo que se denomina la “Conexión Vial Rosario-Victoria”.
Su altura máxima es de 56 metros y actualmente circulan por el lugar unos 8500 vehículos por día.
Fuente: La Nación