Con ayuda de maestras de la escuela Adolfo Tula, una mujer decide escolarizarse en tiempo de pandemia para ayudar a sus nietas.

Además del personal sanitario, sin dudas los maestros se han convertido en grandes protagonistas durante la cuarentena. Con las clases presenciales suspendidas, los docentes han tenido que poner en práctica una vez más su vocación, su amor incondicional por su profesión y la creatividad para poder enseñar de manera virtual.

Sin embargo, este modo de aprendizaje, obligado por la pandemia, ha dejado salir a flote la problemática en los sectores más vulnerables por la falta de tecnología y acceso a internet. Ante esto, el Gobierno Nacional entregó unos 120.000 cuadernillos que la DGE reparte para los chicos que no pueden tomar clases a través de una computadora o dispositivo móvil.

Otro de los problemas que se han presentando durante la enseñanza virtual de los chicos, es el acompañamiento pedagógico en casa para la resolución de tareas. Algunos familiares son alfabetos u otros no han terminado su escolarización.

En este contexto, docentes de la Escuela Adolfo Tula Nº 1-147 de La consulta, realizan una misión ardua para que los alumnos de su institución lleven su aprendizaje al día. Por medio de esto se conoció una historia que se visibiliza como parte de lo rescatable de la cuarentena.

La directora del establecimiento, Graciela Álvarez, acerca la tarea hasta la casa de tres niñas que cursan en la institución para que puedan continuar con escolarización y no pierdan clases.

Los deberes que a las chicas les llega son preparadas por las docentes Daniela Abraham, María José Jordán y Carla Vega, quienes además detectaron que la abuela de las pequeñas, con quien conviven tenía inconvenientes para poder enseñarles a sus nietas. La mujer no está alfabetizada y al conocer la situación, las maestra pensaron en poder brindarle a materiales educativos para  empezar a estudiar y así lograr una meta que hace tiempo se ha puesto.

Con ayuda de una docente de este establecimiento, una abuela del Chacay, conocida por sus amigos y familiares como “Charo”, quien está a cargo de sus tres nietas y vive en una zona rural de San Carlos, decidió empezar a alfabetizarse para ayudar a las niñas en las actividades escolares. Además, esta maestra que dicta clases en primer grado decidió regalarle útiles escolares y materiales a la abuela para poder empezar a estudiar.

“Los docentes tienen un estrecho vínculos con el equipo directivo de la escuela, y son quienes exponen las situaciones que se van detectando. Con la vicedirectora, trabajando en equipo decidimos que en esos casos que se complican por un  motivo de conectividad, solicitar a los docentes que preparen las actividades de los alumnos y se las acercamos a los chicos a su domicilio” contó la directora Graciela Álvarez en diálogo con El Cuco Digital.

“La docente Carla Vega, además se entera de que la abuelita no sabe leer ni escribir. Entonces nos ponemos en equipo a conversar y surge la idea de que ella también reciba el material. Voluntariamente Carla se ofreció a preparar un nuevo juego a parte del que prepara para su alumnita y llevar materiales. La verdad que se vivieron momentos de mucha emoción”.

Es importante destacar que la tarea de los docentes y padres se ha tenido que ir formateando a modo virtual y que este cambio imprevisto llevo a descubrir grandes cualidades y esfuerzo realizados por maestras/os de diferentes escuelas de todo el país, descubriendo realidades que antes no se visibilizaban en su totalidad.

La abuela Charo, a pesar de las dificultades de todo tipo que enfrentan día a día, busca superarse a sí misma, como a la vez ayudar a sus nietas con las tareas diarias.

“Hay que remarcar el esfuerzo maravilloso que hace la abuela Charo, tanto el esfuerzo de los docentes que fuera de su horario laboral trabajan para que los chicos tengan la devolución de sus trabajos”, agregó la directora.

“Este aislamiento, esta pandemia, tiene como desafío la búsqueda de la equidad como lo debe ser siempre. Se no ha presentado el tema de llegar con las actividades a cada uno de los alumnos, hemos sido testigos de la desigualdad  que existe en la actualidad en muchos sectores y nos ha tocado a nosotros en nuestra escuela, donde encontramos la dificultad de conectividad para esta familia y de acceder a los recursos que otros niños pueden tener de una manera más sencilla y accesible, entonces ahí es donde debemos estar” añadio la vicedirectora, Marisa Zani.

Las docentes y equipo directivo de Escuela Adolfo Tula brindan el apoyo a la abuela mediante llamadas telefónicas para brindar una orientación en sus actividades y la de las nietas. Para eso se comunican acordando un horario y día, porque en esta zona la señal telefónica es escasa, mostrando una gran esperanza y alegría al poder ver el gran esfuerzo que realiza esta abuelita de tres nietas para cumplir con una meta personal que es terminar sus estudios básicos.