El Kremlin dijo que el entendimiento es continuar el diálogo al nivel de los ministros de Exteriores, lo que pone paños fríos al anuncio de Francia sobre un encuentro de los presidentes.
El Kremlin juzgó este lunes que era “prematuro” hablar de una cumbre de los presidentes Vladimir Putin y Joe Biden anunciada por Francia para desactivar la crisis en torno a Ucrania y el peligro de una invasión rusa.
“Hay un entendimiento sobre el hecho de tener que continuar el diálogo a nivel de ministros (de Relaciones Exteriores). Hablar de planes concretos de organización de cumbres es prematuro”, declaró a la prensa el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.
“Una reunión es posible si los jefes de Estado (ruso y estadounidense) la juzgan útil”, agregó, precisando que Biden y Putin siempre tienen la posibilidad de hablar “por teléfono o de otra manera” cuando “es necesario”.
La propuesta de la cumbre Putin-Biden se dio tras una maratónica gestión diplomática de Macron, quien sostuvo el domingo dos extensas conversaciones telefónicas con Putin, además de diálogos con Biden y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
El anuncio francés se produjo en momentos que Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de ser responsables de los nuevos combates en el este separatista ucraniano.
Según dijo el Kremlin, hasta el momento hay contactos previstos entre el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, así como entre este último y su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian. “Partimos del hecho de que Lavrov se reunirá con su homólogo estadounidense esta semana. Tampoco descartamos contactos entre los ministros de Rusia y Francia”, señaló.
En tanto, la Casa Blanca había confirmado la disposición de Biden de encontrarse con Putin. Estados Unidos está “comprometido con la diplomacia hasta el momento que comience la invasión”, declaró la portavoz Jen Psaki en un comunicado. “El presidente Biden aceptó en principio una reunión con el presidente Putin… si no ha ocurrido una invasión”, agregó.
El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, había saludado la posibilidad de la cumbre, destacando la necesidad de movilizar todas las herramientas diplomáticas posibles para evitar una guerra en Ucrania.
A su vez, el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, expresó este lunes al llegar a una reunión con sus homólogos de la Unión Europea: “Pensamos que vale la pena intentar cualquier esfuerzo tendiente a una solución diplomática (…). Esperamos que los dos presidentes salgan de la sala con un acuerdo sobre la retirada de las tropas rusas”.
El conflicto entre EEUU y Rusia
Todo ocurre en medio de la crisis ucraniana y las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia para zanjar un acuerdo de garantías de seguridad.
Moscú, acusada de concentrar 150.000 soldados en la frontera de ucrania para preparar una invasión, exige la renuncia a la ampliación de la OTAN al este, en concreto a la incorporación de Ucrania y Georgia, naciones que limitan con Rusia y en los que en una hipotética adhesión, Estados Unidos podría emplazar sus misiles de ataque.
Rusia considera esto una amenaza a su seguridad, pero las exigencias han sido rechazadas por Estados Unidos y la OTAN.
Asimismo, Moscú demanda que el bloque retire sus tropas y material bélico de Bulgaria y Rumania, lo que implica el retorno a la arquitectura militar que existía en Europa en 1997, cuando fue firmado el Acta Fundacional Rusia-OTAN.
Estados Unidos tiene en la actualidad misiles desplegados en la localidad polaca de Redzikowo, a unos 180 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado, y en el poblado rumano de Deveselu, a unos 600 kilómetros de la península de Crimea.
Europa protagoniza las últimas semanas el mayor movimiento de tropas desde la Segunda Guerra Mundial.
Reino Unido mantiene 900 soldados en Estonia, según desveló el embajador británico en Tallin, Ross Allen, el pasado viernes. El diplomático indicó que su Gobierno prevé duplicar sus tropas.
Alemania envió otros 350 militares a Lituania y está al frente del contingente de la OTAN en este país.
Desde abril de 2014, Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en Donbass, donde se autoproclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en febrero del mismo año.
Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.
Las hostilidades dejaron hasta la fecha más de 14.000 muertos, según las estimaciones de la ONU.
Fuentes: Infobae/Télam