Por Libby Rose
Tiene 4 meses y ya está siendo se prepara para ser adiestrado en tareas de búsqueda y rescate ¡Conocelo!
Max es un cachorro que fue adoptado a sus 45 días de vida por el jefe de Bomberos Voluntarios de Tupungato, Carlos Félix, que ya lo prepara para ser parte del cuartel.
El perro tiene apenas 4 meses y ya está siendo adiestrado en obediencia y próximamente también recibirá entrenamiento del Departamento de Canes de la Policía de Mendoza.
“Por ahora lo estamos preparando en obediencia y la idea es entrenarlo para búsqueda de personas y actividades de búsqueda de niños o adultos que necesiten ser rescatados. Lo estamos adiestrando nosotros, yo tengo hecho el curso de adiestramiento para perros de obediencia. La idea es que sea parte de la institución”, contó Carlos Félix en diálogo con El Cuco Digital.
“Ellos no son mascotas, son perros de trabajo, se hace un trabajo de binomio, un trabajo en equipo que hace con el adiestrador y después él (Max) las puede aplicar con cualquier otro referente que necesite trabajar con él”, explicó.
El entrenamiento se hace diariamente hace a través de juegos para luego pasar al adiestramiento de búsqueda de personas, una tarea más difícil para la que tendrá intervención la propia Policía.
“Por ahora está haciendo entrenamiento de obediencia a través de juegos. Lo está haciendo con mi hijo Diego por el momento y después la idea es que Max pase a las clínicas de rescate y búsqueda de personas, que es un poco más complicado”, mencionó el voluntario.
“No los van a recibir en el área de Canes de la Policía de Mendoza, nos lo van a terminar de preparar ahí”, agregó.
Además de su entrenamiento, el cachorro debe recibir una alimentación y cuidados especiales, pero eso no le prohíbe ser un completo mimado por su familia.
“Él no puede comer más de dos veces al día, tiene que comer alimento, lo cuidamos de otros animales. Está completamente malcriado. Lo cuidamos con duchas, cuidados intensivos, protección”.
“La idea es que siga sumando experiencia. Aprendió mucho en cuatro meses de vida”, destacó Félix y añadió: “Duerme con nosotros. Él es uno más en casa”.
En estos trabajos son comunes los perros de razas labrador y ovejero. De hecho, la labor de esta última ha llevado a que la gente conozca a estos canes como “perros policía”. Por el contrario, Max es un perro mestizo, algo que revaloriza mucho más esta historia y pone en manifiesto el digno acto de adoptar a aquellos que más lo necesitan y la tenencia responsable en todos los casos.
Pero Max no es el único que está recibiendo este tipo de adiestramiento. Bóster, de 1 año de edad, también es educado en otro binomio con posibilidades de poder formar parte de Bomberos Voluntarios.
“Se cursa permanentemente con los perros con adiestramiento de obediencia, nunca de ataque”, completó Carlos.
El cuartel de Bomberos Voluntarios de Tupungato
Puesta en marcha hace un año, la institución está cada vez más cerca de iniciar las tareas operativas.
A la espera de la finalización del trámite de personería jurídica, algo que ocurriría en los próximos meses, en todo este tiempo los voluntarios se han abocado a tareas solidarias además de prepararse en diferentes capacitaciones de rescate.
Han apadrinado a varios merenderos de la zona y se han involucrado no solo con vecinos del departamento, sino que además han ayudado fuera de Tupungato. Este mes, colaboraron arduamente en la reconstrucción de una casa en Guaymallén donde dos abuelos vivían en condiciones inhumanas.