En una entrevista exclusiva, Graciela Minetti de Castellano nos habló del emprendimiento que allá por 1992 inauguró con su marido, el doctor Javier Castellano.

Hoy, 1 de julio, la reconocida Farmacia El Sol ubicada en la intersección de calles 9 de Julio y Huarpes de La Consulta, San Carlos, cumple 30 años de vida.

Por tal motivo, El Cuco Digital le realizó una entrevista a su dueña y fundadora –junto con su marido- la farmacéutica oriunda de Córdoba, Graciela Minetti de Castellano.

Graciela comenzó contando sobre sus inicios en nuestra provincia, y al respecto dijo: “Yo llegue muy joven acá, tenía 23 años, entonces toda mi vida es acá. Hace más años que estoy viviendo en Mendoza que lo que viví en Córdoba. Mendoza ya es mi provincia; soy más mendocina que cordobesa, pero tengo todavía un poco de tonada (risas)”.

Ya instalada en La Consulta y casada con el doctor Javier Castellano, Graciela comenzó desarrollándose en la docencia: “Estuve 11 años dando clases en nivel secundario, tanto en la escuela de Las Hermanas como en el Instituto (…) Luego estuve como adscripta en la farmacia de Ulpiano Suarez (padre del gobernador Rodolfo Suarez) y después, como él  estaba enfermo, se fue a operar a Mendoza y luego fallece, me quedé con la dirección técnica de la Farmacia Luarca. En ese ínterin que estaba trabajando, decidimos con mi esposo ponernos nuestra farmacia”.

“Fue toda una patriada porque fue en la época en la que había muchos problemas económicos a nivel nacional; queríamos comprar mercadería, tanto para la farmacia como para modificación del salón que nosotros compramos, pero no lo podíamos hacer porque no nos vendían. Y así, a fuerza de tesón lo pudimos terminar y decidimos, el 1 de julio de 1990,  inaugurar nuestra farmacia. Yo ya tenía mis dos hijos; el más chico cumple hoy también sus años”, relató la profesional, que hoy está de festejo junto a su equipo y familia.

Graciela comentó que emprender su propio negocio “fue una experiencia muy linda” a pesar de haber empezado “de cero” y no quiso pasar por alto que el sitio donde iniciaron, por fortuna fue el indicado para lograr el éxito: “Yo todo lo que tengo se lo agradezco a La Consulta”, destacó.

Sus empleadas, su familia

Si bien en muchos comercios los empleados van cambiando, este no es el caso de la Farmacia El Sol.

“Tengo dos empleadas: Nora Vanus, que es la primera chica que trabaja conmigo; ella va a cumplir el 4 de octubre 30 años desde que está  trabajando conmigo, o sea que es una experiencia de vida con ella también grandísima. Y la otra empleada es Cecilia Martinez, que cumplió en marzo 21 años trabajando conmigo. Somos una gran familia; acá se festejan cumpleaños, acá se ríe, acá se llora, acá se pelea, pero la seguimos remando día tras días”, comentó orgullosa Graciela.

La pandemia y los desafíos de ser un servicio esencial

En este sentido la propietaria manifestó estar “resistiendo”. “Tenés que tomar muchos recaudos que a veces la gente no lo entiende; a veces no comprenden toda la situación; se enojan; pero tenemos que cumplir todo un protocolo, inclusive en este momento estoy diseñando para ponerle todo vidrio al frente del mostrador, porque he puesto una línea roja pero nadie la ve (…) acá el contagio lo podemos hacer nosotras hacia el paciente o el paciente hacia nosotras. Entonces nos tenemos que respetar”.

“Estamos viviendo un momento a nivel farmacia muy difícil porque nosotras no hacemos cuarentena; nosotras hemos trabajado y con más problemas todos estos meses, y seguiremos, porque esto si no tomamos toda la conciencia y recaudos, vamos a estar mucho tiempo con esta situación” advirtió Graciela.

Sin embargo, con mucho optimismo, la consultina de corazón dijo que “no hay que bajar los brazos, hay que seguir trabajando todos los días”.

El emprendimiento a futuro

Graciela está dispuesta a seguir al frente de su farmacia hasta que su cuerpo así se lo permita, y si bien aparentemente ningún integrante de la familia le va a seguir los pasos, eso no es ningún problema para ella.

“Por el momento es hasta que yo diga basta, porque no tengo ningún seguidor. No sé si algunos de mis cuatro nietos siga la carrera de farmacia, pero el mayor me dice “abu yo le voy a decir a mis hermanos que nadie estudie de farmacéutica”, porqué le digo y dice “no abu, es muy duro, muy esclavizante” y en parte es cierto (risas). Son muchas horas que hay que dedicarle, como todo trabajo y profesión, pero acá hay que ceder cumpleaños, 24 de diciembre, 31 de diciembre; las fiestas hay que pasarlas acá y bueno, hay momentos que se hace bravo, pero bueno”.

“Yo soy muy optimista; yo seguiré al frente hasta que mis neuronas estén funcionando. Cuando no empiece a razonar o a calcular algo, alguna dosis; cuando yo me empiece a preocupar por eso, yo dejo, pero por el momento estoy muy bien”, expresó alegremente para cerrar la entrevista.