Jóvenes de San Carlos se manifestarán contra las megafactorías porcinas: qué son y cómo afectarían al medioambiente
Una memorándum entre Argentina y China pretende la creación de 25 granjas industriales en el país y multiplicar significativamente la producción. La protesta es organizada por Pibes Autoconvocades y se replicará en plazas de la Villa Cabecera y La Consulta.
Entre 2018 y 2019, hubo un brote de peste porcina africana en China que se extendió a más de 10 países asiáticos. En esa nación, y ante el avance de la patología contagiosa que afecta a los cerdos, se vieron obligados a matar a estos animales porque la carne no servía para consumo humano y para evitar que la enfermedad no se siguiera propagando.
China es el principal consumidor de carne de cerdo del mundo. Producen unos 450 millones al año y debido a este brote, debieron matar a 250 millones. Para garantizar esa carne, el país buscar firmar un acuerdo con Argentina a través del que se instalarían unas 25 megafactorías
De esta manera, puesto en cifras, prácticamente se duplicaría el número de 350.000 cerdas que hay hoy en el país y se impulsaría la producción de 700.000 toneladas anuales en lo inmediato y de 900.000 toneladas por año en un cuatrienio, según estimaciones oficiales.
El pasado 6 de julio la Cancillería Argentina anunció un acuerdo con el país oriental, firma que quedó postergada hasta noviembre en medio de la polémica y la crítica de los sectores ambientalistas.
“China empieza a pensar en exportar estas granjas industriales para garantizarse esa carne y piensan en Argentina. El 6 de julio la Cancillería Argentina anunció una asociación estratégica entre nuestro país y China para la producto de 9 millones de toneladas de carne, lo que le daría a China la seguridad de abastecerse durante muchos años. Y 9 millones de toneladas de carne equivalen a 14 veces el total de lo producido por el país en todo el 2019” explicó Ludmila Videla de Pibes Autoconvocades de San Carlos.
Cada planta, según se prevé, será una instalación integrada, desde el procesamiento de granos para alimentación animal hasta la cría de cerdos, matadero y envasado.
“En el 96 Felipe Solá (actual ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina) sin traducir documentos del inglés al español, autorizó la siembra de semillas transgénicas en nuestro país y nos convirtió en un gran sojal. Argentina además es el productor de soja que alimenta a los cerdos, esa soja se exporta a China actualmente. Entonces este acuerdo, no solo permitiría la exportación de soja sino que además criaríamos a los cerdos que se van a alimentar con esa soja”, continuó la ambientalista.
“Esta noticia se empezó a hacer viral y empezó a tener el repudio de muchas organizaciones y la sociedad en general, entonces, debido a estas presiones, tuvieron que frenar la firma del acuerdo hasta noviembre. Pero llegó noviembre y el Gobierno salió a decir que va a hacer un acuerdo entre privados y entre comillas, digo entre comillas porque lo que se está promoviendo es un acuerdo que va a tener créditos del Banco Nación. Entonces, de esa manera, el anuncio de Cancillería sobre la firma del acuerdo, no va a existir como tal y lo que se va a hacer es que cada funcionario elija habilitar el acuerdo en las provincias ¿Y quién fue el primero en llevar a cabo esto? Jorge Capitanich, en Chaco, que ya anunció la instalación de 3 megafactorías en esa provincia”, manifestó.
Los ambientalistas señalan que también la megaproducción de soja traería graves consecuencias con el incremento del uso de agrotóxicos y la deforestación.
“Esto traería consecuencias gravísimas, no solo para el ambiente, sino también para la salud, porque claramente la producción de soja se va a multiplicar y con eso se ampliaría y se extendería la frontera agropecuaria y además aumentaría el uso de agrotóxicos, se potenciaría el monocultivo, la deforestación además ya sabemos todas las enfermedades que traen las fumigaciones, como cáncer, malformaciones. Todo eso se seguiría potenciando y sería seguir apostando al modelo de maldesarrollo que nos trajo a esta cuarentena que nos tiene encerrados hace varios días”.
“ A estos problemas de salud, se le sumarían los problemas de salud que son consecuencia directa de las megafactorías, por ejemplo alergias, debido a los malos olores que se producen, estos olores llegan hasta 14 kilómetros alrededor de los predios, además traen problemas digestivos y produce la pérdida de economías regionales y las comunidades se ven obligadas a migrar. Por los antecedentes que existen alrededor del mundo sobre estas granjas, el agua que se utiliza para tirar las heces, es reutilizada. Se les hace un “tratamiento”, otra vez entre comillas y es usada para regar bosques, lo que pone en riesgo las napas de agua porque se empieza a filtrar y puede llegar a contaminarlas”.
La contaminación del agua, aire y tierra; la aparición de enfermedades zoonóticas y pandemias; el cambio climático y una extrema crueldad animal, son algunos de los ejes claves en esta lucha por impedir la instalación de estas granjas industriales en el país.
“Además esta superproducción es sumamente cruel y perversa porque a los animales se les arranca los colmillos y la cola porque las cerdas viven toda su vida en jaulas que son del tamaño de su cuerpo y el hacimiento y las malas condiciones de vida en esas factorías, generan estrés por lo que se les debilita el sistema inmune y ahí es cuando aparece el uso de antibióticos que no solo fortalecen el sistema inmune, sino que también ayudan a potenciar el crecimiento de las cerdas y de las crías. Entonces el peligro de eso, es que el uso de antibióticos hace que las bacterias que existen, muten y puedan transmitirse a la humanidad generando estas enfermedades zoonóticas como el Covid-19. Además la OMS ya dijo que estas enfermedades pueden mutar y contagiarse a los humanos” detalló la joven.
“Este acuerdo no solo nos aleja de la soberanía alimentaria, sino que también viene a agudizar la crisis climática y ecológica porque estas megafactorías utilizan millones de litros de agua y hay gente, sobre todo donde primero se van a instalar que es en Chaco, que tiene que caminar muchos kilómetros para conseguir agua, entonces no podemos permitir este acuerdo porque siempre la crisis climática la terminan pagando los sectores históricamente relegados”.
“Además, igual que los emprendimientos mineros, llegan a los lugares prometiendo soluciones endoradistas, supuesto empleo y progreso, pero en realidad es solamente un discurso porque por lo general eso no pasa y termina trabajando muy poca gente de esa comunidad. Entonces consideramos que esta no es la salida, necesitamos transicionar a un modelo más sustentable, a un modelo del buen vivir del que tanto tenemos que aprender los pueblos originarios. No podemos seguir contribuyendo a agudizar esta crisis climática y ya tampoco podemos ningunear a la cuestión socioambiental, ya no puede ser silenciada y no podemos seguir apostando a estos modelos extractivistas que son sumamente dañinos y lo hemos visto durante este tiempo. Tampoco podemos seguir permitiendo que se sigan vulnerando los derechos de las comunidades de los pueblos originarios y de las mujeres, de las feminidades, porque son estos grupos los que siempre terminan pagando las consecuencias del cambio climático. Es importante resaltar que si las actividades que se quieren instauran, vulneran los derechos de la naturaleza, de los animales y de las comunidades, no es progreso y no lo queremos”, completó Ludmila.
Por su parte, Lucas Funes Martínez, también miembro de Pibes Autoconvocades, resaltó el concepto de deuda ecológica, introducido en la Cumbre de Río de Janeiro de 1992, “que busca poner en discusión y en la agenda pública y política las relaciones históricas de explotación y destrucción de los bienes comunes naturales por parte de los países ricos del norte global hacia los países del sur. Y también a la libre utilización que tienen los países “más desarrollados” del espacio ambiental global para depositar sus residuos, sus megafactorías porcinas, sus explotaciones carburífera y sus mega emprendimientos mineros. Es decir que desde el ambientalismo popular y los movimientos socioambientales, estamos tratando de poner sobre el tapete si estamos dispuestos, por ejemplo en el caso concreto de Argentina, a pagar la deuda externa que generó el gobierno de Mauricio Macri en la gestión anterior, en la que necesariamente hay que generar dólares y divisas, si estamos dispuestos a pagar esa deuda externa con más explotación y destrucción de nuestros bienes comunes naturales, que profundizan esta deuda ecológica que nos está colocando en una situación de colapso ecológico y ecosistémico y de crisis climática nunca antes vista mundialmente y que se expresa en la destrucción de la biodiversidad, en el desplazamiento de comunidades originarias y campesinas enteras, en la degradación de grandes extensiones de territorios, en enfermedades que tienen potencial pandémico, en la muerte de animales y flora nativa, en la desertificación de suelos”.
“Desde nuestra asamblea y desde muchos movimientos socio ambientales del país y del mundo creemos que no podemos seguir profundizado esta deuda ecológica y que es necesario ponernos a debatir y cuestionar cuáles son los modelos productivos y agroindustriales que queremos para generar divisas para pagar esa deuda externa”, agregó.
Manifestación
Pibes Autoconvocades de San Carlos llevarán adelante una manifestación el sábado 14 de noviembre e invitan a la comunidad a participar. La concentración será a las 17.30 en las plazas de la Villa Cabecera y de La Consulta, y desde allí saldrán a pegar y planfetear afiches diseñados por la propia asamblea contra la instalación de megafactorías de cerdos en el país.
“Los y las invitamos a sumarse, a informarse, a conocer esta actividad, porque necesitamos una transición energética y productiva urgente hacia la agricultura familiar, hacia la soberanía alimentaria y hacia las energías limpias y renovables”, mencionaron.
“Pueden buscar nuestras placas informativas en nuestras redes sociales, ahí subimos mucha información acerca de problemáticas socioambientales que están sucediendo en el país y ahora con este tema de las mega granjas porcinas, también tenemos varias placas”.