El hombre falleció ayer luego de ser golpeado con una piedra en la cabeza a la salida de un partido. Familiares, amigos y vecinos lo despiden con profundo dolor, destacando la gran personas que era, colaborador incansable del club de sus amores, La Arboleda.
Este domingo por la tarde, Vicente Sabino Gatica de 51 años murió en Tupungato producto de un terrible ataque a la salida del partido disputado entre el Club Villa Bastías y el Club La Arboleda.
El Ministerio de Seguridad de la provincia informó que el violento hecho tuvo lugar en la cancha de Villa Bastías, ubicada en calle Atamisqui. Minutos antes de las 19 horas ingresó un llamado al 911 alertando que a la salida de la cancha antes mencionada, a unos 80 mt sobre calle Ataminsqui, se estaba produciendo una pelea entre las hinchadas del club local y del club visitante, donde Vicente, quien habría estado tratando de calmar los ánimos, resultó lesionado de gravedad producto de un piedrazo que recibió en la cabeza, quedando inconsciente.
La víctima fatal habría concurrido al evento deportivo junto a sus hijos, quienes tras el ataque trataron de reanimarlo con maniobras de RCP hasta que llegó la ambulancia que lo trasladó al Hospital General Las Heras. Una vez en el nosocomio fue asistido por el Dr. Horacio Pancheri, quien constató su deceso.
Sin detenidos
Fuentes oficiales confirmaron a El Cuco Digital que por el momento no hay personas detenidas por el hecho.
El fiscal a cargo de la causa es el Dr. Jorge Quiroga.
Gran conmoción y pedido de justicia
Tras conocerse la lamentable noticia, familiares, amigos y vecinos de Vicente lo despiden tristemente a través de las redes sociales, destacando la gran personas que era. Además, piden que se haga justicia.
El hijo de Vicente, Joni Gatica, declaró a este medio que su papá era un colaborador incansable del club de sus amores, La Arboleda. “Era el que más ayudaba a su club” dijo, y seguidamente agregó que “era un persona buena, jamás hizo nada malo”.
Por su parte Mariana, amiga y vecina de Vicente contó que él era “municipal, trabajaba barriendo las cunetas acá en el barrio La Arboleda”. “Le gustaban mucho los caballos, las destrezas, compartir; era una persona alegre y muy querida, porque jamás faltó el respeto, nunca tuvo ningún problema. Era una persona muy tranquila”.
