Gerardo Dominguez, el mendocino que conquistó Bake Off, nos cuenta cómo vivió la gran y polémica final

Por Estefanía Tello

Gerardo Dominguez es oriundo de la ciudad de Mendoza. Su amor por la cocina lo llevó a cumplir el sueño de ser parte del reality más visto y polémico de la televisión argentina: Bake Off.

El mendocino de 43 años que representó a todo Cuyo logró emocionarse en cada programa con la presentación de sus creaciones. Además, tuvo la posibilidad de ir dejando hermosos mensajes en las tortas temáticas que lució.

“Gerard” como le dicen alguno de sus amigos, no logró meterse en la final, pero si fue uno de los privilegiados en continuar en carrera cuando la producción decidió hacer el repechaje.

Ahora, el representante de Mendoza, se encuentra trabajando en un instituto de radiología recibiendo a diario el cariño de las personas; y claro, sigue planificando proyectos en la cocina.

En una entrevista exclusiva con El Cuco Digital contó todo sobre su amor por la pastelería, su paso por el programa y cómo vivió la gran y polémica final.

-Gerardo primero contanos ¿cómo nació tu amor por la pastelería?

Desde muy chico, a los 8 años haciendo piononos con gelatina. Después le ayudaba a mi mama a hacer tortas de temáticas, y así fui aprendiendo. Yo me encargaba de hacer florcitas con glasé.

-Pero no elegiste seguir estudiando pastelería ni nada relacionado a la cocina.

No, me fui a Córdoba a estudiar medicina. Era difícil seguir estudiando cocina o pastelería en mi tiempo porque estaba relacionado con el sexo femenino. Pero bueno, un día volví a Mendoza, dejé la carrera en Córdoba y una amiga me pidió una torta para su nena, me acuerdo que era de Kitty, les encantó, y con el tiempo encaramos un emprendimiento familiar.

-¿Te gusta cocinar más salado o dulce?

A mí me encanta cocinar en general, pero la pastelería te deja abrir las puertas de la imaginación combinando sabores, texturas y colores de otras formas.

-Contanos cómo fue que llegaste a Bake Off

Al programa me anoté porque un amigo de Tupungato me insistió. Me mando el link en enero del 2018, pero yo no tenía ganas. Pensaba que estaba grande y decía que la tele no era para mí sino para gente linda; que iba hacer yo ahí me decía a mí mismo (risas). Pero bueno, me insistió, vino a mi casa, me ayudó a grabar el video y lo mandamos. En mayo del 2019, me contactó la producción. Primero me llamaban de Buenos Aires un número desconocido y como estamos cansados de que nos llamen números de Buenos Aires acá, yo le cortaba, no le daba importancia. Hasta que recibí un email que me decía que me estaban llamando del programa. Y así fue como un 10 de julio del 2019 se comenzó a grabar Bake Off y yo era parte de él.

-Una felicidad enorme ¿no?

Era un orgullo estar representando a Mendoza y a todo Cuyo.

-Se notó que vivías con mucha felicidad cada programa, pero ¿cómo viviste la primera eliminación?

Me fui triste porque quería mostrar cosas en el programa que no había podido todavía lograr hacer.

-Tuviste una segunda oportunidad

Sí, y fui muy feliz. Cuando volví hice tortas que quería hacer y dejar mensajes importantes

-Cuando hiciste la torta de la niñez, tu mensaje fue que los adultos escuchen a los niños cuando lloran, ¿lo dijiste por algo personal que te sucedió?

No, yo en mi caso viví una infancia muy feliz, aunque he sufrido bullying como todo en alguna vez. Pero lo dije porque he visto muchas veces que cuando los niños lloran los adultos le dicen, `ya está cállate, o ya estás llorando´, en vez de preguntarles qué le pasó o porqué se sienten así. Nadie llora porque sí, y nadie se ríe porque sí, entonces tenemos que escuchar las emociones de los demás para comprender como se sienten.

-¿Por qué te emocionabas mucho en los programas?

Había mucho en juego. Pero cuando cocinaba se me venía  a la mente mi familia, mi amigo Diego quien insistió que viniera al programa. La gente que me apoyaba, era muy emcionantes. Además, no se vio todo pero el ambiente ahí era muy lindo, entre todos los compañeros nos ayudábamos; fueron todos geniales.

-¿Con quiénes lograste generar vínculos fuertes?

Con ´la tucu´, con Ángelo y Agus.

-¿Y de la final que me podes decir?, porque fue muy polémica

Solo tengo para decir que fue fair play, es decir juego limpio. Nada más que detallar.

-Contanos dónde y cómo viste el último programa

Estuve en mi departamento con mi familia, comiendo y brindando por haber formado parte de ese ciclo y agradecido al universo de ser protagonista de ser Bake Off. Y además, feliz de sentirme querido por la gente. Sentí que el esfuerzo que hice valió la pena.

-De todas formas, vimos que deseabas que ganara Samanta, ¿sufriste por los agravios que le hicieron en las redes sociales?

En las redes sociales la gente tiene la libertad de expresar lo que quiere, y no se dan cuenta del daño que pueden hacer. Detrás de cada personaje que vemos en la televisión hay una persona que tiene sentimientos, hay familias, madres, padres, hijos. No puede ser que usemos un medio donde no tiene buena cobertura legal para decir espantosidades de cualquier persona por el hecho de que no nos caiga bien. Así que si esto está pasando en el 2020 quiere decir que como sociedad no entendimos nada todavía. Hay una violencia injustificada porque a ellos no le afecta en nada lo que pasó; y nosotros como participantes demostramos respeto por lo sucedido.

-Para terminar, ¿qué proyectos hay en camino?

Un proyecto a futuro sería abrir un negocio donde pueda atender al púbico. Ahora, estoy con un proyecto nuevo y nos está yendo bien con la venta de unos delantales que diseñamos con mi equipo de trabajo que van con mi firma, y eso me encanta. El delantal dice ´te abrazo con mis recetas´ y lleva un oso panda que fue la torta que me cambio la vida. Es una forma de estar presente en las cocinas de quienes me siguieron. La pueden pedir por las redes.