Se trata de una hembra juvenil que fue rescatada en el norte de Neuquén, la cual presenta una doble fractura en su ala izquierda. Actualmente, se encuentra en el Centro de Conservación y Manejo de Fauna Mendoza a cargo de la organización sin fines de lucro S.O.S Acción Salvaje ubicada sobre ruta 40 de ese departamento del Valle de Uco.
En un operativo sin precedentes -debido a la pandemia por Covid-19-, el pasado 8 de mayo, Daniel Castillo, guardaparque del Área Natural Protegida Domuyo y Martín Muñoz, guardafauna de la Regional Norte de Varcaco, encontraron a una ejemplar hembra juvenil de cóndor andino malherida que no podía volar y se desplazaba dando saltos en el Cajón del Convunco en el norte de Neuquén.
Tras rescatarla y someterla a estudios, determinaron que había sufrido una doble fractura de su ala izquierda, por lo que debió ser resguardada en Varvaco. Posteriormente, decidieron que lo mejor sería trasladarla a Mendoza para ser rehabilitada.
Por tal motivo, el viernes 22 de mayo, en el marco del Día Internacional de la Biodiversidad Biológica, un equipo neuquino trasladó el ave hasta el puente sobre el río Barrancas adonde se realizó el traspaso al equipo mendocino que tuvo a su cargo el traslado de “Bella” –nombre puesto por el hijo de uno de los rescatistas- hasta el Centro de Conservación y Manejo de Fauna Mendoza a cargo de la organización sin fines de lucro S.O.S Acción Salvaje.
Eduardo Furlán, a cargo del Centro de Conservación ubicado en San Carlos, contó a El Cuco Digital que este trabajo se hizo en el marco del Programa de Conservación del Cóndor Andino con el objetivo de cuidar y rehabilitar a estos ejemplares para luego, en caso de poder, devolverlos a su hábitat natural.
“Lo que pasa con este ejemplar es que tiene una fractura muy compleja en su ala izquierda; hoy está en proceso de rehabilitación y bueno, se va a ir evaluando a futuro una liberación. En caso de que no se libere va a formar parte del programa de “Reproducción en Cautiverio con Aislamiento Humano”, eso sería criar pichones en cautiverio que después se liberan; es decir, se utilizaría a futuro como madre reproductora” agregó Furlán.
Mientras se define su futuro, “Bella” continuará siendo cuidada en el Centro de San Carlos donde permanecerá con cámara de monitoreo en donde los profesionales podrán ir observando su comportamiento para garantizarle un buen cuidado.
Por otra parte, Lucía Redondo, desde la coordinación de Áreas Naturales Protegidas y Recursos Faunísticos, destacó que se trató de un trabajo conjunto entre la secretaría de Desarrollo Territorial y Ambiente y la Secretaría de Recursos Naturales de Mendoza, a través del área de Fauna de la provincia y la Fundación Bioandina, encargada de llevar adelante el Plan Integral para la Conservación del Cóndor Andino en el país. Además, recalcó especialmente la labor de los rescatistas y de las biólogas Luciana Piudo y Mariana Aubone que se desempeñan en el Centro de Ecología Aplicada del Neuquén.
El cóndor andino (Vultur gryphus) es el ave voladora más grande del mundo, pertenece al orden Falconiformes y a la familia de los Catártidos. Es considerada una especie protegida. El año pasado la Provincia expresó su adhesión a una iniciativa de la Fundación Bioandina en pos de evitar el uso de cebos tóxicos que constituyen una amenaza para esta y otras especies.