El lugar fue escenario del Vía Crucis y Música Clásica, convocando a cientos de personas durante el fin de semana largo.
La Capital de la Nuez y los Vinos de Altura, continúa siendo uno de los destinos más visitados y buscados para conectarse con la naturaleza y disfrutar de diferentes propuestas. Pero sobre todo en Semana Santa, es el lugar elegido por excelencia ya que conjuga paz y armonía para vivir un verdadero momento de introspección.
Durante este fin de semana largo, el protagonista fue una vez más el Cristo Rey, que año tras año convoca a turistas y vecinos, no sólo por su imponente estructura, sino también por su ubicación que permite contemplar a pleno Los Andes en toda su extensión y el valle de Tupungato.
Vía Crucis
Dentro de las actividades departamentales el día viernes, pasadas las 19, la Parroquia Nuestra Señora del Socorro realizó el Vía Crucis, una de las experiencias religiosas más destacadas entre las fechas que marca el calendario.
En esta oportunidad, en un horario diferente y adaptándose a la situación actual, cientos de feligreses emprendieron rumbo por el sendero de más de un metro y medio donde se suceden las 14 estaciones del Camino de la Cruz.
El recorrido es sinuoso y un tanto dificultoso para personas de edad avanzada pero la fe cada año se renueva y a pesar de ser un desafío nunca se convierte en un obstáculo o un impedimento. Durante la procesión, fieles de diferentes edades oraban y agradecían, e incluso una mujer completó el recorrido descalza para cumplir con su promesa; otros entrelazaban sus manos en alabanza, mientras que algunos sólo se fundían en el silencio y la devoción.
“El Vía Crucis es el Camino de la Cruz, es la vía o el camino que recorrió Jesús desde que fue sentenciado hasta su crucifixión y que los cristianos como tal lo conmemoramos en estas 14 estaciones” explicó el cura párroco, Gerardo Virga y agregó: “Realmente para nosotros como iglesia es una alegría enorme que cada vez más gente se acerque a Jesús y más en estas fechas; ver niños, ver adultos, ver jóvenes caminando y acompañando al Señor es un motivo de alegría, nos hace renovar la esperanza de que Cristo sigue vivo en el corazón de nuestra gente y que el Señor sigue obrando en la vida de cada una de las personas”.
Luego, el atardecer abrazó el Valle y entre los cerros se encendieron las antorchas y los corazones de los presentes en un sólo latido; la plenitud y la paz colmaron los corazones y el final de la procesión culminó en el punto máximo del cerro donde se puede contemplar la imponente obra del artista sanrafaelino, Lahir Seru, con una altura de 28 metros -desde la base- lo que convierte la imagen del Cristo con los brazos abiertos, en una de las más altas y grandes de Argentina.
“Estamos muy contentos, pudimos venir con nuestros hijos que ya son adolescentes y vivir esto ha sido hermoso, el día, el atardecer, la oración, todo impecable” comentó Jorgelina, quien llegó desde el departamento de Godoy Cruz.
Música Clásica por Los Caminos del Vino
El día siguiente, este lugar icónico de Tupungato fue uno de los elegidos nuevamente, pero esta vez para disfrutar del evento provincial “Música Clásica por Los Caminos del Vino” en su edición número 21, que tuvo como núcleo un extraordinario homenaje a la obra de Astor Piazolla, músico inigualable que reinventó la música porteña popular y uno de los compositores más importantes del tango en todo el mundo, en el centenario de su nacimiento.
Con entradas agotadas, la obra “De las operetas de Viena al Buenos Aires de Piazzolla” contó con la presentación de los artistas Mariel Santos (Jóven y destacada Soprano Solista), Fernando Ballesteros (Tenor solista y pianista, creador y director de la Camerata Vocal de Mendoza) y Walter Anselmi (Bandoneonista y gran referente del tango en Mendoza) quienes captaron la atención de los presentes con un repertorio de música clásica y tango, que completó la experiencia con copas que viajaban entre varietales de Cabernet Franc, Malbec, Malbec Corvina y Petit Verdot.
“Aquí al pie del Cristo Rey del Valle de Tupungato hemos podido recrear esta música con un sentimiento muy profundo, en un escenario muy original, muy descontracturado de todo escenario habido y por haber, pero la música tiene ese poder de envolver y de llegar al corazón y el alma de todo el público” expresó Ballesteros.
El mirador del Cristo Rey, fue también el punto panorámico por excelencia y se convirtió en la postal y recuerdo fotográfico de quienes se acercaron a disfrutar este evento desde la cima.
“Habían muchos turistas, las entradas se agotaron apenas salieron por la web, si bien ha sido gratis había que sacar entradas, yo creo por lo menos un 90 por ciento eran turistas que estaban maravillados y que llegaron desde temprano para disfrutar todo esto que es tan bonito” expresó el director de Desarrollo Cultural, Marcelo Pulido.
Asimismo, durante todo el fin de semana largo vecinos y visitantes de diferentes puntos de la Provincia y el País, se instalaron o estuvieron de paso para compartir desde un picnic -en los diferentes puntos estratégicos dispuestos por el Municipio- hasta un almuerzo o cena que permite deleitarse con la gastronomía regional y gourmet que caracterizan a Tupungato; y por supuesto, el vino fue nuevamente la excusa perfecta para celebrar encuentros y brindis entre amigos, familias, parejas en diferentes lugares.
Por otra parte y para culminar el fin de semana, el domingo se desplegó la “Feria Artesanal Tupungato” con la participación de 62 artesanos tupungatinos, y fue también una de las propuestas elegidas para pasar el día y disfrutar de una tarde cálida.