El Manzano Histórico gana reconocimiento en medios nacionales: allí “descansó San Martín y es meca de bodegas”

El Valle de Uco se destaca por ser una de las regiones más atractivas de la provincia de Mendoza, y en la recóndita villa en Tunuyán, se expande un destino de Cordillera para amantes de los deportes, la historia, la naturaleza y el vino.

Por aquí baja el agua, a través de las vertientes, riega los frutales y da vida a este distrito: un oasis en el desierto. El lugar tuvo épica desde su fundación, en torno a un manzano elegido por el general San Martín para descansar y reponerse, tras cruzar los Andes en su camino por la libertad. Dos siglos después de aquella hazaña, Los Chacayes el pueblo es meca de bodegas y turismo rural.

En los últimos treinta años se instalaron decenas de pequeñas bodegas boutique atraídas por la tierra fértil y la vista hipnótica del Valle de Uco.

“La montaña es mágica”, sostiene Fernando Antonino Masi Constanza. “Nino” -como lo conocen todos- sabe de qué habla: cruzó quince veces la cordillera. Caminando tardó once días. A caballo tardó menos: 20 horas de cabalgata. Cruzó con viento y lluvia. Con nieve y calor. “Los colores de la montaña, en el amanecer y en el atardecer son únicos”, sostiene el hombre que lleva a cada vez más turistas a meterse en las entrañas de la cordillera.

“La montaña te depura. Ahí dejas todo: pesares, avatares de la vida. Y podes descansar”, sostiene Nino, que es guía de trekking y pesca, además de cabalgatas.

La cordillera envuelve a todo el pueblo, que tiene un camino rural de 48 kilómetros hasta Portillo Argentino, que marca el inicio del cruce a Chile. Desde allí, a 36 kilómetros a campo traviesa, se llega al país vecino. El paso, a 4.380 metros de altura y menos de un metro de ancho, fue transitado por el ejército del libertador primero, en 1823, y más tarde por el naturalista Charles Darwin, en 1835.

El naturalista fue uno de los primeros en describir el lugar: “El punto en que penetra el valle en la cordillera está limitado por montañas altas peladas, aunque en muy poco extenso es tierra fértil. A cada paso se encuentran tierras labradas, viñedos, manzanos y albérchigos, cuyas ramas se desgajan bajo el peso de los magníficos frutos maduros”.

Los deportistas llegan a la montaña atraídos por el turismo aventura. El Cajón de Arenales tiene más de 300 vericuetos para escalar. Y además está el rafting en aguas de deshielo. Hay una reserva natural protegida donde se practica senderismo y avistaje de aves.

Los amantes de la historia se detienen en el monumento Retorno a la Patria, con las figuras de San Martín y el ejército libertario. En este lugar hay fiesta civil y militar, cada 17 de agosto.

En el lugar se conserva un retoño descendiente del manzano histórico donde descanso San Martín. El árbol lleva en su genética doscientos años de historia por la libertad.

En los últimos años, la inmensa mayoría de los visitantes llegan atraídos por las bodegas boutique que se multiplican acaso tanto como los frutales. Hay varios clusters privados que agrupan a viñedos y bodegas.

La primera bodega en instalarse fue Piedra Negra. Un francés visionario llegó en 1992 y adoptó para uno de sus vinos el nombre Los Chacayes, correspondiente a una planta del lugar. Más tarde el francés cedió el nombre al distrito vitivinícola. Ahora hay más de 25 bodegas en un área de 12 kilómetros.

“Los Chacayes es la meca vitivinícola del Valle de Uco”, afirma Fernando Rovello, que administra la bodega Piedra Negra.

¿Por qué? “Porque acá no sólo se hace buen vino. Hay todo un turismo sostenible. Se escala, se hace rafting, se practica esquí fuera de pista y claro, se visitan viñedos y bodegas”, sostiene Elizabeth Marincak referente de turismo local.

Una de las bodegas referentes es The Vines, que recibe huéspedes en su resort. También es posible alojarse en pequeñas casas denominadas tiny Houses, en La Morada Lodge. Durante el día sólo se escuchan los sonidos de los zorzales y de las calandrias. Y de noche sólo se oyen cantar las ranas. “Es una paz absoluta”, sostiene Belén Ferrari. El lodge recibe con productos locales en Hornero Restaurante, una experiencia tan exquisita como la de Siete Fuegos, de Francis Mallmann, situado en The Vines, a pocos kilómetros también dentro del distrito vitivinícola.

“La montaña nos regala todo. Es hipnótica”, sostiene Cristian Moor, presidente de la Asociación Cívil de productores de los Chacayes.

La Asociación es marca fuerte dentro del distrito y logró consolidar una identidad sólida dentro del municipio de Tunuyán, a 120 kilómetros de la capital. Es que el pueblo es muy pequeño: apenas una escuela y una capilla y menos de tres mil habitantes que viven entre álamos, aguaribais, tilos y pimientos. Y las enormes plantaciones de vides, claro.

Los bodegueros, que tienen viñedos pegados unos a otros, lograron hacer una comunidad no sólo para constituir una indicación geográfica. “Mucho más para cooperar en el bienestar común de asuntos tan sensibles, como la producción de vino a partir del uso del agua”, sostiene Moor, que es director de la bodega Corazón del Sol.

La nominación del pueblo como Best Tourism Villages 2024 tiene ilusionados a los emprendedores. El certamen de la Organización Mundial del Turismo dará a conocer a las mejores villas turísticas a fin de año. Los Chacayes representa a Mendoza y compite entre otros ocho pueblos del país por ese galardón.

Pero algunos de los habitantes del lugar, como Nino, están seguros de que la naturaleza ya dotó de todo a este oasis.

Datos útiles

Cómo llegar: Los Chacayes está a 42 kilómetros del centro de Tunuyán y a más de 120 km de la capital mendocina. Se puede ir por las rutas 94 y 89. Se encuentra a unos 1.300 metros sobre el nivel del mar. Son 102.500 hectáreas y limita con Chile.

Actividades: Manzano Histórico: allí descansó el General San Martín en 1823 al finalizar la gesta por la independencia latinoamericana, cruzando los Andes por el paso El Portillo.

Bodegas: Son más de veinte las bodegas que están en esta zona y que pueden ser visitadas. Corazón del Sol, Solo contigo, Piedra Negra, Alpasion, Casa de Uco, La Cayetana, La Coste de los Andes, The vines, El enemigo, Ver Sacrum Wines, Finca La Bonita, Bianchi, Viñedos Costa de Uco, Chandon, Los Chacayes, Experiencia Fatuvi, Fidecomiso Los Arbolitos, Bodegas y Viñedos La Esperanza, Viña Vida, Alma Mater, Kaiken, Paucho Waines, La Vigilia, Millan, Cobos, Onofri Wines, y Magia de Uco son algunas de ellas.

¿Dónde dormir? The Vines y La Morada tienen lodges entre vides.

Fuente: diario La NACIÓN