El objetivo es garantizar que el diagnóstico sea oportuno y eficaz.

El dengue es una enfermedad que en algunas regiones de Argentina se presenta como endemo-epidémica y, en otras, como Mendoza, en forma de brote epidemiológico.

Respecto a la provincia, en lo que respecta al último año, se detectaron más de 5.500 casos positivos de la enfermedad. La mayoría de ellos fueron autóctonos.

El objetivo es reforzar la capacidad de respuesta de la red de servicios del sistema de salud para la detección precoz y atención adecuada de casos de dengue, zika y chikunguña. Este plan comienza en agosto e involucrará el compromiso de diferentes actores de la sociedad.

El propósito es garantizar que el diagnóstico y manejo clínico de casos sospechosos de arbovirosis, en todos los niveles de atención, se realicen de manera oportuna y con calidad, utilizando triage, flujogramas y siguiendo las recomendaciones de las guías y directrices clínicas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Así también, se reforzará la educación en la población para prevenir la proliferación del mosquito, a través del llamado a limpieza en los domicilios.

La intención de poner este tema en agenda es para minimizar el impacto que pudiera aparecer, tomando referencia lo ocurrido en las providencias del Norte del país, para abordar con tiempo la problemática. La campaña comenzaría a fines de agosto, aunque ya se está trabajando desde antes.

Al respecto, Verónica Muñoz, directora de Atención Primaria del Ministerio de Salud expresó: “El plan de prevención viene trabajando con antelación. La idea es ponerlo en agenda y reforzar la capacidad de respuesta de la red de servicios del sistema de salud para la detección precoz y atención adecuada de casos de dengue, zika y chikunguña”.

Por su parte, Andrea Falaschi, directora de Epidemiología, destacó: “Si bien la provincia había registrado dengue, teníamos el vector, no habían aparecido tantos casos autóctonos como los de la última temporada. Por ello, es necesario poner en marcha las acciones preventivas que se hacen durante el período interbrote y brote, para evitar la proliferación”.

“La idea es instalar en la comunidad la necesidad de trabajar todo el año contra el mosquito, que es domiciliario y se reproduce en el agua estancada. Por ello es necesario limpiar las casas para que no haya larvas ni pupas, para que el mosquito no pueda proliferar, sobre todo en el verano, que es cuando eclosiona”, finalizó Falaschi.

Dicho programa, busca también que los municipios de todo el territorio provincial realicen desinfección y limpieza a lo largo de todo el año.