Crónicas mundiales: como siempre en el fútbol, la suerte o los centímetros se meten en la historia
Por Juani Jofré
En tiempos de mundial, inauguramos esta nueva sección porque el fútbol es eso, un terreno donde cualquiera puede opinar. En esta primera entrega, la derrota de Argentina.
“Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea”, nos aleccionaba el gran José Martí, para inmortalizar a esas mentes chiquitas que no logran o no quieren ver más allá de su ombligo.
Ahora es tiempo de mundial, es tiempo de abrir los ojos, de ampliar horizontes y dejar algunos prejuicios de lado. El fútbol también nos puede ayudar con eso siempre que estemos dispuestos. Bienvenido si así lo hace.
Han pasado 8 partidos, y ya hay de todo un poco. Lo más resonante, nuestra estruendosa derrota. Más estruendosa y dolorosa para quienes del fútbol gustan solo cuando hay triunfos, y que en las derrotas se sienten habilitados y capacitados para despotricar y dar lecciones de todo tipo contra todo el mundo, por el solo maldito hecho de sentir herida su enorme vanidad, construida a la sombra de la gloria que le han dado los mismos a los que hoy destroza.
¡Qué buen campeonato del mundo sería uno de “opinión libre”! Sin necesidad de fundamentar, ni medir las palabras. No sé si seríamos campeones todos los años, pero al igual que en el fútbol, siempre lograríamos armar un equipazo.
El fútbol también es esto: un terreno donde cualquiera puede opinar. Y bue, si se permite, yo también me prendo y me voy a escribir unas columnitas cada dos o tres días… total, ¿quién me lo impide?
De la derrota inicial de Argentina voy a decir algunas cosas, como que generamos 15 situaciones de gol y fuimos siempre el equipo que propuso jugar y buscar siempre el arco rival. Hicimos lo que veníamos haciendo. Argentina no jugó mal. Quizás algunos jugadores no estuvieron en su máximo nivel, pero eso es otro tema.
Arabia Saudita sorprendió al mundo que no los mira nunca, porque se los cree inferiores, y hasta por cuestiones de racismos y discriminación que difícilmente nuestra hipocresía de aldeanos vanidosos nos permita aceptar. Jugaron un partidazo!!! Revivieron la vieja estrategia de defender super adelantados con el offside como aliado, y aunque se ha dejado de usar por ser muy arriesgada en un fútbol mezquino, se animaron, y tuvieron un gran premio.
Como siempre en el fútbol, la suerte o los centímetros se meten en la historia. Por centímetros no nos fuimos goleando en el primer tiempo, y al técnico de Arabia Saudita hoy lo estarían condenando por “loco”, por haber jugado como un “suicida” o “kamikaze”, o, no iba a faltar quien teniendo la relación prejuiciosa de equiparar lo árabe con el terrorismo, hubiese utilizado el término de “inmolarse”.
Por centímetros no llegó el Cuti Romero a tapar el primer gol y el Dibu, en ambos goles estuvo a centímetros. Hoy esos centímetros estuvieron todos a favor de nuestro rival y simplemente nos tocó perder, en un deporte en el que a veces el más grande o el mejor, pierde. Eso hace único al fútbol, y sumamente apasionante. A quienes gusten de deportes donde siempre gana el mejor, tienen casi todos los otros… pero no el fútbol… este deporte no dejará de ser un juego aunque los dólares y la tecnología lo intenten… este deporte está hecho para permitir siempre un pequeño espacio para soñar, para imaginar milagros, sorpresas, imprevistos.
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Del resto de los partidos decir que casi todos hicieron lo que se esperaba de ellos, menos Arabia. Justo Arabia!
Los europeos potencia, como Francia e Inglaterra, al igual que en la historia y en la vida real, aplastaron a sus inferiores, como lo hacen con sus colonias y con los inmigrantes.
Los latinoamericanos como México y Ecuador, fueron un poco más osados y arriesgaron, con suerte dispar, pero siempre intentándolo.
Los africanos han mostrado muy poquito todavía pero creo que van a mejorar.
Los europeos llamados de “segunda línea” al igual que los yanquis, jugaron ese juego más especulador al que ya nos tienen acostumbrados, y para muestra ha alcanzado con Polonia y Gales.
Se vienen nuevos días, y aquí seguiré despuntando el vicio de escribir sobre fútbol, juntando dos pasiones, que aunque no las haga bien, las practico y las disfruto.
Para terminar, decir que como buen futbolero, seguiré creyendo en nuestro equipo, siempre y hasta lo último. Ejemplos me sobran. River ganó la Libertadores 2015 y en la primera ronda clasificó con lo justo, o en 2018 que perdió de local con Gremio, ganó en Brasil, y de ahí a Madrid.
Si usted es de Boca recordará que nadie creía que ese equipo de Bianchi le fuera a pegar semejante baile al Real Madrid en Japón en el 2000. O le puedo recordar que en Italia 90 empezamos perdiendo el primer partido y llegamos hasta el último.
O si usted es localista, como buen aldeano, le recuerdo que el último campeón local, La Consulta, fue muy criticado en un partido que perdió 4 a 1 con los “pibitos” de La Celia, y terminaron coronando.
El futbol es de las cosas más hermosas del mundo. Si usted es exitista, ni mire el partido, agarre Google y pregunte el resultado, y si hemos ganado, agarre camiseta, bandera y vincha y camine hacia la plaza. Si perdimos, ingrese en sus redes sociales y dé lecciones de lo que deberían haber hecho los técnicos y los jugadores.
O haga lo que quiera, como yo, que me largué a escribir!!
Hasta la próxima.