Comienza el juicio contra el juez Walter Bento y sus presuntos cómplices
El debate, que ventilará una de las causas de corrupción judicial más relevantes en la historia de la provincia, se abre a partir de las 9 de este miércoles
Este miércoles, desde las 9 de la mañana, Walter Bento ingresa al edificio de Tribunales Federales ubicado en calle España. Hace mucho que no pisa esos pasillos que conocen bien sus huellas: es uno de los jueces más importantes en la provincia pero desde 2021 que está bajo la lupa de sus colegas por una megacausa de corrupción judicial y hace algunos meses fue suspendido de sus funciones. La gran diferencia es que hoy, por primera vez, se sentará del otro lado del estrado.
Walter Bento junto a los otros 31 acusados en la causa por el presunto cobro de coimas en Mendoza, incluido su clan familiar, frecuentarán la sala de debates durante las próximos días, que se convertirán en semanas y también en meses. El más previsor aventuró que el juicio oral y público podría finalizar recién en 2024.
Claro, se trata de una causa que tiene 32 sospechosos, miles de fojas y que buscará esclarecer principalmente si Bento lideró una banda conformada por punteros judiciales, abogados y hasta policías que cobraron coimas en al menos 15 ocasiones para terminar favoreciendo a presos por contrabando y narcotráfico a través de fallos judiciales del magistrado.
El Tribunal -conformado por las juezas Carolina Pereira, Gretel Diamante y Eliana Rattá- tiene previsto que el proceso se desarrolle los días miércoles, jueves y viernes, semana por medio. Esto también aletargará la llegada de la sentencia.
Las primeras jornadas del debate serán aquellas en la que se lea el requerimiento de elevación a juicio por lo que pasarán un puñado de semanas hasta tener la declaración de los primeros testigos y, por qué no, de los imputados en el expediente.
Los involucrados
Walter Bento (60) es el principal apuntado en los expedientes. No solamente porque la Fiscalía sostiene que era el líder de la asociación ilícita, sino porque hasta hace unos meses era un hombre sumamente poderoso: cumplía funciones como juez federal con competencia electoral en Mendoza. Es el que arriesga penas más duras, de entre 5 y 50 años de cárcel.
Siguiendo la teoría del fiscal federal Dante Venga, el juez tenía dos organizadores que actuaban como sus manos derechas: los abogados Luciano Ortego y Jaime Andrés Alba. Se podría incluir en esta lista al ex despachante aduanero Diego Aliaga, quien fue asesinado a mediados de 2020 y el juicio por ese crimen está a pasos de conocer su sentencia.
Un eslabón más abajo, como integrantes de la asociación ilícita, están imputados el narcotraficante Walter Bardinella Donoso (43), el ex comisario de la Policía de Mendoza José Moncho Moscheti (47) y los abogados Javier Angeletti (56), Luis Chato Álvarez (45), Matías Aramayo (45) y Martín Ríos (62). Estos dos últimos hicieron un acuerdo de arrepentidos por lo que serán una parte fundamental durante el debate.
También hay otros 18 imputados que serían quienes pagaron o fueron el nexo con la banda para que se concreten las coimas y los favores judiciales. En ese contingente hay procesados por contrabando, defensores oficiales, policías y hasta integrantes del Ejército, entre otros.
El último grupo es el clan familiar de Walter Bento que, si bien son ajenos a las imputaciones por coimas en Mendoza, creen que ayudaron al juez a blanquear el dinero que provenía de los sobornos. Se trata de su esposa Marta Isabel Boiza (57) y dos de sus tres hijos, Nahuel (31) y Luciano (28) Bento.
El asesinato y el celular que destaparon la olla
A mediados de 2020 el supuesto empresario Diego Aliaga estuvo desaparecido y luego fue encontrado asesinado. Más allá de la conmoción por su crimen, comenzó a levantarse el rumor de que el hombre tenía contactos para sacar a presos de contrabando y narcotráfico en la Justicia Federal. A fines de ese año, un sospechoso de financiar una narcobanda -Walter Bardinella Donoso- fue detenido y en su teléfono celular se encontraron conversaciones que alimentaron esa hipótesis.
El fiscal federal Dante Vega estuvo siguiendo la pista hasta que decidió ordenar allanamientos, detenciones e imputaciones que se concretaron el 5 de mayo de 2021. Entre los sospechosos se encontraba el juez federal Walter Bento, su esposa Marta Boiza y un puñado de abogados. La investigación no cesó allí ya que hubo otros avances e imputaciones a medida que pasaban los meses.
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En líneas generales, la pesquisa sostiene que Walter Bento lideraba una organización ilícita dedicaba a gestionar coimas para darle beneficios a presos, tales como arrestos domiciliarias o la libertad. Aliaga habría sido la mano derecha del magistrado y su trabajo era contactar a las personas que caían presas por causas de contrabando o narcotráfico. El hombre les ofrecía los beneficios a cambio de jugosas coimas que eran pagadas en dólares y hasta en inmuebles. Luego comenzaban a ser representados por alguno de los abogados acusados que presentaban escritos para que el magistrado dictaminara la salida de la cárcel.
El fiscal Dante Vega cuenta con un centenar de testigos para sostener su acusación, además de mensajes y llamadas -generalmente mediante la aplicación Telegram- donde los sospechosos hacían referencia a los sobornos y al juez Bento con algunos eufemismos. Del otro lado, los abogados defensores sostienen que es una causa que fue armada contra el magistrado por cuestiones políticas.
Por otro lado, la acusación consideró que Walter Bento y su clan familiar se enriquecieron y lavaron el dinero que provenía de las coimas. Prueba de ellos, según la Fiscalía Federal, son los centenares de viajes que realizó el matrimonio durante los últimos años, las propiedades y vehículos que adquirió y los fondos de comercios en que invirtió.
Fuente: Diario UNO