Cebolla dulce, el manjar que va camino a convertirse en un sello de Mendoza

“Trabajamos para que aumente en hectáreas y que se incremente su exportación”, aseguró el ministro de Economía y Energía, Enrique Vaquié, quien, junto a Mario Lázzaro, gerente de ProMendoza, se reunió con productores. Aumentar las exportaciones y lograr un sello de calidad son las próximas metas.

Además de conseguir el histórico sello de Indicación Geográfica (IG) para su aceite de oliva, Mendoza va camino a posicionarse como referente mundial de la cebolla dulce: es menos picante, ideal para gastronomía y tiene excelente recepción y demanda en mercados como Estados Unidos y Europa.

Con una exportación proyectada para este año de 75 contenedores a EEUU y un crecimiento a futuro de 150 contenedores a mercados estadounidenses y europeos, este tipo de cebolla es cada vez más demandada por su suavidad y su textura tierna y jugosa.

Mendoza tiene el clima y el suelo ideal para su cultivo, ya que se trata de una verdura de “ciclo corto” que requiere de climas templados y secos. Por eso, los productores comienzan a asociarse con el asesoramiento de ProMendoza para vender al exterior y en un futuro lograr un sello de calidad.

“Es un cultivo en el que trabajamos para que aumente en hectáreas y que se incremente su exportación. Con productores y ProMendoza vamos a continuar impulsando un sector que tiene mucha demanda externa”, aseguró el ministro de Economía y Energía, Enrique Vaquié, quien encabezó una reunión de trabajo con productores locales y con el gerente de Pro Mendoza, Mario Lázzaro.

“El producto es muy demandado en Estados Unidos, principalmente, y podría ser una alternativa para la diversificación de la matriz exportadora de nuestra provincia”, agregó Vaquié.

En el encuentro se trazaron las metodologías de trabajo para coordinar la cadena de valor de exportación de un producto que necesita condiciones especiales para su cosecha y conservación, ya que esta variedad de cebolla tiene la piel más fina y debe llegar a destino intacta.

“Se diseña un plan conjunto para que crezcan las exportaciones: desde galpones hasta contenedores y logística”, explicó Lázzaro. Además, aseguró que se busca agilizar los tiempos de tránsito y promocionar el producto en mercados donde ya existe demanda, como España o Alemania.

De hecho, ya se envió un contenedor a la importadora española Navarro Darder, una de las más importantes de la Península Ibérica, que vendrá a la provincia en octubre para interiorizarse en la cosecha y afianzar la relación comercial.

Un trabajo conjunto

La tarea con esta nueva “maravilla mendocina” se viene desarrollando desde hace más de dos años con técnicos de ProMendoza, organismo público y privado que impulsa las exportaciones locales, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y los productores mendocinos.

El primer paso fue el contacto con ProMendoza y el INTA con la empresa estadounidense Generation Farms, ubicada en el estado de Georgia, EEUU, y que encuentra en Mendoza un proveedor ideal para abastecerse en contraestación, es decir, cuando en el Hemisferio Norte no se consigue el producto fresco.

“Ante los cambios globales permanentes, Estados Unidos viene realizando un cambio en sus cadenas de suministro, enfocándose en el mercado latinoamericano por precios, calidad y cercanía”, explicó Nicolás Musa, dueño de Markalen e impulsor de esta iniciativa.

El objetivo del trabajo entre Economía, ProMendoza y los productores es mejorar los procesos de cosecha, los packaging, la distribución y el crecimiento de estos cultivos. Además, se brinda asesoramiento para conformar la Asociación de Productores de Cebolla Dulce en Argentina, con la intención de sumar más productores que quieran implantar esta variedad.