La asamblea de YPF resolvió el martes repartir 330 millones de pesos en dividendos y reservar otros 120 millones para incentivos al personal. El resto de la ganancia, unos 3500 millones de pesos sobre 3902 millones, se reinvertirá.
La asamblea de YPF resolvió el martes repartir entre los accionistas 330 millones de pesos en dividendos y reservar otros 120 millones para comprar papeles de la propia firma con los que premiará a sus trabajadores a través de un plan de incentivos. El resto de las ganancias del año pasado, unos 3500 millones de pesos sobre 3902 millones, se reinvertirán en la compañía para apuntalar la recuperación de su producción. Además, se decidió ampliar el Programa Global de Emisión de Títulos de Deuda de 3000 a 5000 millones de pesos.
La reunión, llevada adelante en la sede que la petrolera tiene en Puerto Madero, fue encabezada por el presidente y CEO de YPF, Miguel Galuccio. Durante el encuentro, también se aprobaron por mayoría la memoria y el balance de 2012, año en que comenzó la gestión estatal. Luego se consensuó pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo 30 de mayo, fecha en la que terminarán de resolver el temario.
Durante la última etapa de la conducción de Repsol, el reparto de dividendos había generado tensión con el Gobierno porque YPF seguía distribuyendo entre sus accionistas gran parte de las ganancias que obtenía, pese a que la producción y las reservas estaban en declive. De hecho, entre 1999 y 2011 la petrolera registró utilidades por 16.450 millones de dólares y en el mismo período giró al exterior dividendos por 13.246 millones. Repsol utilizó esos recursos para favorecer su expansión internacional a costa de la petrolera argentina, mientras que su socio minoritario, el Grupo Petersen, aprovechó para cancelar parte de los créditos que había tomado al comprar acciones de la compañía.
En marzo del año pasado, cuando los rumores en torno a una expropiación crecían, Repsol dio muestras de querer revertir esa conducta y anunció que no repartiría las utilidades de 2011, pero se negó a constituir un fondo para financiar inversiones. Finalmente, el gobierno tomó el control de la petrolera y en la asamblea general realizada el 17 de julio del año pasado, ya con la nueva composición accionaria, repartió 303 millones de dividendos y destinó el resto del dinero a inversiones. Ahora volvió a repetir esa conducta dejando en claro que la recuperación de la compañía ha pasado a ser una prioridad.
La ampliación del programa de emisión de títulos tiene el mismo objetivo y está en línea con el plan presentado por YPF el 30 agosto del año pasado. Ese día Galuccio explicitó que está previsto invertir 37.200 millones de dólares en los próximos cinco años. De ese total, 32.600 millones desembolsaría la propia compañía (80 por ciento de cash flow operativo y el 20 por ciento con crédito). Lo que aún no está claro es quién pondrá los 4600 millones de dólares de mínima reservados para un socio interesado en sumarse a explotar Vaca Muerta. YPF ya avanzó en la firma de acuerdos con la estadounidense Chevron y con Bridas, pero aún se negocian los detalles de ambos convenios. En el caso de Chevron, hay problemas por el embargo que se dictó contra la compañía en el país, mientras que los hermanos Bulgheroni tienen que explicitar si junto a ellos participan los chinos de Cnnoc.
Fuente: Página 12