La inversión de la obra supera los 2 millones de pesos.
A principios del mes de abril, con un presupuesto oficial de $2.489.425, la Dirección de Hidráulica abrió la licitación para ejecutar la obra de protección aluvional del arroyo Negro, en Cápiz, San Carlos.
Hasta el pasado martes 30, los interesados tenían tiempo de presentar sus ofertas técnico-económicas, sin embargo, la empresa Saxon SA fue la única oferente, por ende, la seleccionada.
El proyecto a desarrollar, consiste en realizar la protección de márgenes del arroyo en zonas de curvas donde la erosión y el desborde no son controlables. Para ello, se empleará un sistema de defensas de enrocado de aproximadamente 200 metros, formando terraplenes de apoyo que protejan las viviendas rurales y emprendimientos productivos de la zona.
Este arroyo que se encuentra en el distrito de Cápiz en San Carlos es un cauce seco que se activa en época estival, cuando tormentas conectivas precipitan sobre la cerrillada ubicada al sureste y generan crecidas repentinas y violentas.
Las tareas también incluyen el desembanque y encauzamiento del arroyo, que debido a su constitución de arena y canto rodado de pequeño tamaño, erosiona las curvas y el lecho del cauce y provoca crecidas que dañan la zona.
Zona de pantanos
Cápiz es un distrito rodeado de serranías con distintas pendientes en el que se forma un pozo donde confluyen tres arroyos: desde el este, el Divisadero Negro; desde el oeste, el arroyo San Carlos y desde el sur, el Antepal. Dadas estas características, el agua no se filtra y la profundidad del nivel freático es muy baja. Es por esta razón que este distrito de San Carlos ha padecido inundaciones muchos años.
Además, el desvío artificial del curso natural de los arroyos ha ocasionado que algunas zonas pobladas se inunden con crecientes cada vez más intensas. La solución a esta situación, según explican los técnicos de la Dirección de Hidráulica, es volver al trazado natural de los cauces. Para eso, se deben buscar pruebas reales sobre la traza original de los cauces, expropiar algunas tierras o tener el permiso de los ciudadanos para utilizar una porción de la propiedad. Mientras tanto, se ejecutan obras que mitigarán los daños producidos por las crecidas.
Fuente: Prensa Gobierno de Mendoza