YPF volvió a manos del Estado con la aprobación de más de dos tercios de sus miembros. La Cámara de Diputados convirtió en ley la expropiación del 51 por ciento de las acciones de la petrolera en manos de la española Repsol. El proyecto del Gobierno que también declara de “interés nacional” la recuperación del autoabastecimiento energético y desde la exploración hasta la comercialización de hidrocarburos cosechó 208 a favor, 32 en contra y 5 abstenciones.
Un respaldo abrumador al que aportaron los diputados kirchneristas y sus aliados más fieles –Nuevo Encuentro, el Frente Cívico santiagueño y el interbloque que comanda el Movimiento Popular Neuquino–, la mayoría del radicalismo, todo el Frente Amplio Progresista, Proyecto Sur, un puñado de cívicos y peronistas federales, varios bloques provinciales y monobloques. En contra sólo se pronunciaron el macrismo y la mayoría del peronismo anti-K. Elisa Carrió lo hizo por la abstención, igual que su ex socia política Graciela Ocaña.
Cuando el tablero electrónico marcó el resultado, los diputados oficialistas se mezclaron en abrazos y desde los palcos estalló la Marcha Peronista. Diputados había sellado la anunciada recuperación del control estatal sobre YPF, unas de las compañías emblemáticas del desarrollo productivo en manos del Estado hasta su privatización, en medio de la ola neoliberal que dominó el país en la década del ’90.
Fuente: Página 12