Los datos sorprenden, y verifican que vivimos en un clima desértico. Buena oportunidad para recordar el desierto y cuidar el oasis.
Las temperaturas registradas ayer miércoles dan cuenta del medioambiente en el que normalmente nos desenvolvemos. Según los datos que brindó la dirección de contingencias climáticas de Mendoza, en Tunuyán durante las primeras horas de la madrugada se produjo una temperatura de -3.2, más de tres grados bajo. Mientras que por la tarde, la máxima registrada fue de 24.2, casi 25 grados.
En San Carlos, aunque no se sintieron temperaturas bajo cero, las diferencias térmicas también se hicieron sentir. En el distrito normalmente más frío del departamento, Tres Esquinas, la mínima fue apenas de dos décimas sobre cero (0.2), y la máxima superó los 23 grados.
Mendoza, es un desierto convertido en oasis, a través de la mano del hombre que supo conducir el agua generando vida a su paso. Hoy, las condiciones climáticas nos obligan a recordar el desierto del que provenimos para poder cuidar el oasis en el que vivimos. Cada gesto cuenta.