La mayoría de los fines de semana se registran incidentes en algunos partidos de fútbol de los tres departamentos. Recientemente, el clásico que jugaban en San Carlos, El Fortín contra el club La Consulta, no se pudo finalizar. Todo comenzó cuando el árbitro, por incidentes en el campo de juego, echó a un jugador; éste, en lugar de retirarse por el sector que corresponde saltó la tela y se retiró a la tribuna, originando otros conflictos entre hinchadas, dirigentes de ambas instituciones y jugadores.
En Tupungato, donde los clubes se encuentran en las semifinales de final del torneo, hay mucha más concurrencia a las canchas, por ello la Policía destina mayor cantidad de efectivos y hasta Infantería colabora en algunas situaciones. Sin embargo, también recientemente y en forma casi regular, se registraron enfrentamientos entre hinchadas que, han sido frecuentes durante todo el campeonato.
En Tunuyán, recién comienza el campeonato debido a que los clubes no tienen en condiciones los predios para el desarrollo de los partidos. El Concejo Nacional de Fútbol da una normativa de diez cláusulas que se deben cumplir, no obstante, la policía, adecuando esas normativas a la región y a las necesidades de cada institución, exige que por lo menos se cumplimente con cuatro cláusulas elementales: cierre perimetral de las inmediaciones, cierre de la cancha en condiciones, doble entrada para las hinchadas y pulmón y, los servicios básicos de baños y agua.
El deporte y los centros deportivos, además de ser lugares de entretenimiento son espacios de contención para jóvenes y para la sociedad en general. Sin embargo, debido a distintas causas originadas en el manejo institucional, el fútbol en el Valle de Uco, termina jugándose en lugares que no se encuentran habilitados. Las canchas y sus inmediaciones son el gran centro donde se debe trabajar con mayor profundidad. La correcta distribución de las hinchadas, brindar los servicios básicos adecuados y un trabajo grupal entre dirigentes, Ligas de fútbol, municipio y policía, pueden contener tanto a espectadores como a deportistas, revirtiendo en forma paulatina las situaciones de violencia.
En San Carlos se trabaja bastante en relación al fútbol. Este año los distintos actores han comenzado con reuniones en la Liga departamental donde están representados todos los clubes, sin embargo sólo tres canchas cuentan con los cuatro requerimientos indispensables que deben tener. Actualmente existen canchas sin ninguna de estas medidas, ocasionándose diversos conflictos, incluso ingreso a fincas privadas para ir a buscar el balón de juego.
Los ingresos monetarios con los que cuenta un club deportivo son, en muchos casos, un limitante, pero es real que también existen circunstancias donde la falta de inversión en infraestructura medianamente adecuada se debe a la administración del club, ya que lo poco que ingresa es destinado a pagar jugadores que, en muchos casos se contratan de otras zonas. Evidentemente, en estos clubes, la seguridad y el cumplimiento de las normas no son prioritarios. A esto se le suma, que muchas instituciones no cuentan con personería jurídica para acceder a subsidios que podrían llegar desde el Estado Nacional o Provincial.
La contención y el entretenimiento “sano” son los principales argumentos para la práctica de fútbol, sin embargo esto no puede brindarse cuando las instituciones que intervienen en un campeonato no cuentan con las condiciones mínimas que tiene que tener un centro deportivo. En este aspecto, sin duda que la parte económica tiene mucho que ver, pero lo fundamental radica en entender la situación de violencia en las canchas como una problemática, que debe ser atendida en forma regional, integral y urgente.