“La habilitación de San Jorge se está demorando sin sentido”, indicó una referente pro minera en la puerta de la Casa de las Leyes. Dijeron que cuando el proyecto se inicie cesará el éxodo de habitantes de esa zona.
La presión por la aprobación de la explotación metalífera en Uspallata se intensificó en los últimos días. Al desembarco en Mendoza de Alan Stephens, CEO de la multinacional Coro Mining, de la que es subsidiaria la minera San Jorge, se sumó ayer la acción de un grupo de vecinos de la villa de montaña que se hizo sentir en la puerta de la Legislatura pidiendo la habilitación para que empiece el proceso de extracción de cobre en esa localidad.
“Nos manifestamos porque creemos que se está demorando sin sentido la habilitación a la empresa San Jorge”, le dijo a UNO Gladys Baigorria, referente uspallatina pro minera, quien encabezó ayer a la mañana un reclamo protagonizado por un centenar de vecinos de Uspallata frente a la Legislatura en la peatonal Sarmiento. La manifestación pública ocurrió un día después de que Stephens recibiera a quien actuó ayer como vocera de los vecinos de Uspallata que auspician el desarrollo minero.
El pope de Coro Mining se reunió con la referente pro minera “en un hotel que está cerca del Hospital Central”, contó ella, quien se refería al Sheraton, de la calle Primitivo de la Reta. “Me dijo que los que andan diciendo que el proyecto San Jorge se va a ir a San Juan son unos boludos”, manifestó Baigorria, desatando un coro de carcajadas entre los vecinos que la acompañaban.
“Nosotros, los que estamos acá, somos representantes del pueblo de Uspallata, y 7.000 de los 8.000 habitantes estamos a favor de San Jorge”, apuntó por encima del hombro de Baigorria otra mujer que no se identificó. Esa suerte de sentencia está reñida con lo que los vecinos antimineros de Uspallata dicen sobre el nivel de apoyo y el de rechazo a la extracción de cobre.
Lo que nadie discute en la localidad lasherina es que uno de los problemas sociales que acosan a su población es la falta de ofertas laborales atractivas, sobre todo para los jóvenes. Y esta cuestión parte a la sociedad en dos, como quedó de manifiesto cuando se expresaron los vecinos que ayer les pidieron a los legisladores que apuren el trámite de la habilitación a San Jorge.
“Los que están en contra son los que tienen negocios y tienen un buen pasar, no como nosotros, que no tenemos de qué trabajar y si vamos con ellos nos pagan monedas por estar todo el día trabajando”, expresó uno de los jóvenes de Uspallata que se manifestaron en la Peatonal. “Dos hijos se me fueron porque no tenían futuro en el pueblo: el varón se metió en el Ejército y la mujer se fue a Buenos Aires porque en Uspallata trabajaba en un comercio pero no le alcanzaba la plata para vivir”, expuso Marta Miranda, otra de las vecinas pro mineras.
“Si dejan trabajar a San Jorge, esto va a cambiar. Mi hija más chica está estudiando veterinaria, pero ya no podemos pagarle la cuota de la facultad porque mi marido es albañil y en Uspallata hoy sólo puede hacer changas que no alcanzan para mandar a los hijos a la universidad”, se quejó Miranda. Y enfatizó que su hija, de 18 años, “es una muy buena alumna, siempre fue abanderada, pero ahora va a tener que dejar de estudiar”.
Fuente: Diario Uno