Si bien es una enfermedad denominada común, puede presentar complicaciones. Por esta razón, la cartera sanitaria reitera información sobre prevención y cuidados a tener en cuenta.
¿Qué es la varicela?
Es una de las enfermedades eruptivas más frecuente de la infancia, producida por el virus varicela zóster.
La varicela ocasiona lesiones de tipo “ampollas” que pican. La persona tiende a rascarse, se lastima la piel y ahí puede darse la vía de entrada de gérmenes y provocar una septicemia o una sepsis bacteriana, donde ya, en este estadio, la vida de la persona se encuentra en riesgo.
“En Argentinahay cientos de miles de casos, y al año se registran entre 20 y 30 fallecimientos, aproximadamente una muerte cada 100 mil casos. Es muy poco frecuente”, afirma Rubén Cerchiai, responsable de Dirección de Epidemiología, del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes.
Esta enfermedad es altamente contagiosa: afecta a casi todas las personas antes de alcanzar la edad adulta. Pero puede tocarle a cualquier persona en cualquier etapa de su vida. Hay casos en que la varicela se agrava a medida que aumenta la edad en las personas adolescentes o adultas. En ellos se recomienda usar dos dosis de vacunación, con un intervalo de tres meses. El Ministerio de Salud siempre enfatiza la importancia de la vacunación como medio indispensable en generación de anticuerpos y de protección contra enfermedades infecciosas.
Tradicionalmente se la consideró una enfermedad benigna. Sin embargo, los niños (especialmente los más pequeños), los adultos, las embarazadas y los pacientes inmunosuprimidos o con ciertas enfermedades de base pueden desarrollar complicaciones, tener una evolución grave y fallecer debido a la enfermedad.
Cuidados
Es muy importante para la persona con varicela realizar el baño diario, desmitificando la falta de aseo cuando uno posee esta enfermedad. A través del baño higiénico con agua y jabón blanco se eliminan los gérmenes que están contaminados.
Según Cerchiai, otra medida que se desaconseja es la utilización de talco para calmar la picazón. “La vesícula, cuando se rompe, libera líquido y el talco se pega como una costra y por debajo genera más facilidad de infección. Tampoco se aconseja poner cremas locales. Sí se da por vía oral un antihistamínico para que no pique y antitérmico si tiene fiebre”.
Otro concepto antiguo y erróneo radica en que si un miembro de la familia se enferma, todos los hermanos y vecinos se debían enfermar también fomentando el contagio. Siempre se tiene que evitar el contacto con la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas?
Fiebre moderada hacia los 7 a 14 días, un brote de lesiones en la piel que evoluciona a vesículas (pequeñas ampollas) y, posteriormente, a costras. Otro síntoma importante a tener en cuenta es que la fiebre vuelva a aparecer una vez que haya cedido, este es un signo que debe alertar.
Las lesiones se presentan por todo el cuerpo y se caracterizan por generar picazón. Muchas veces, rascarse las lesiones lleva a la sobreinfección y a las complicaciones mencionadas más arriba.
Falta de apetito.
Dolor de cabeza.
Se recomienda que la persona enferma permanezca en su casa hasta que las ampollas hayan evolucionado a costras en su totalidad.
¿Cómo se previene?
El Calendario Nacional de Vacunación de nuestro país incluye desde 2015 la vacuna contra la varicela para niños y niñas de 15 meses de vida: una dosis única.
La vacuna está contraindicada en embarazadas y personas inmunosuprimidas. Por eso es importante que los demás se apliquen la vacuna: contribuyen a que no se contagien las personas que no pueden vacunarse.
Fuente: Prensa Gobierno de Mendoza