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Basura en zonas rurales del Valle de Uco: un problema que debe resolverse urgente

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Por Paula Hinojosa. La situación varía en los tres departamentos de la región, ya sea en la organización como en los servicios que existen a la hora de sacar los residuos, pero la raíz del tema y común a los tres municipios es que la gente sigue arrojando los residuos en calles, acequias y campos de zonas rurales. La problemática es un tema complejo, que necesita una resolución urgente. Es indispensable no solo el trabajo comunal, sino una legislación específica de parte de los Concejos Deliberantes, la educación a través de las escuelas y los medios de comunicación, y la concientización y colaboración de la comunidad en general.

La recolección de basura es un servicio importante en los centros urbanos, ya que evita la acumulación de basura en las calles y los riesgos para la salud. La situación es distinta en las comunidades rurales, donde a menudo no tienen acceso a los mismos servicios de recolección de basura que las áreas más pobladas, debido a los costos del traslado en distancias largas. Sin embargo, en una zona que intenta incorporar al turismo como parte de su matriz productiva, es indispensable el papel que adquieren los municipios al momento de recolectar la basura de los lugares turísticos rurales.

Tal es así el caso de San Carlos: el único departamento de la región que tiene un sistema de contenedores para las zonas rurales del departamento. “Nuestro mayor problema es que la gente que vive en las zonas urbanas tira la basura en los radios semi rurales”, informó Carlos Arriagada, director de Medioambiente y Servicios Públicos de la Municipalidad de San Carlos. El funcionario hizo referencia a que el problema con la basura no se presenta con los habitantes de las zonas rurales, porque estas poblaciones tiene contenedores y los utilizan, sino que “pese a tener el servicio de recolección diario de basura en las zonas urbanas, algunos vecinos la acumulan y la tiran en zonas rurales”. Esta situación es abordada por el organismo estatal, a tal punto –de acuerdo explicó Arriagada- que la basura es revisada para ver si se identifica al vecino que la tiró (con boletas, facturas, o papeles que delatan al propietario de los residuos), se lo busca y se lo multa.

En este punto, el funcionario sancarlino puso de ejemplo el basural que se había formado por la calle Guilardi (cerca del badén). Allí, hasta había achuras de animales, provenientes de un privado, el cual fue gravemente multado porque se lo logró identificar. Este espacio, que queda al límite de la reconocida zona de Altamira, fue acondicionado y limpiado por el municipio en conjunto con los privados que actualmente se desarrollan en la zona. A la par, y de acuerdo a lo que explicó Arriagada, para mantener la limpieza en estas zonas, el municipio planifica realizar este trabajo en conjunto con los prestadores turísticos, “porque básicamente hay tan solo un 20% del pueblo concientizado. Cada vez la generación de basura es mayor, y hay poca conciencia de la población. El municipio es responsable y nos estamos haciendo cargo, pero estamos trabajando también para aumentar el cuidado que cada vecino debe tener con su basura, porque si no damos abasto”. En este punto, el funcionario manifestó que otra forma de concientizar también son las multas, y se hace necesario rever las tarifas que se están cobrando actualmente.

En Tunuyán la situación es distinta. En este departamento hay recolección de residuos tres veces por semana por las zonas rurales. Según lo que informó Fabián Leyes, director de Servicio Públicos de Tunuyán, los vecinos tienen días y horarios específicos para sacar la basura, y este recorrido se realiza por Villa Seca, Los Sauces, El Algarrobo, La Arboleda, Los Arboles y el Manzano.

Sin embargo, al no existir contenedores cada tanto aparecen pequeños basurales a cielo abierto, que termina limpiando el municipio. Tal fue el último caso, que se limpió hace unos días atrás, ubicado sobre la calle Tabanera en Vista Flores. De este sitio se sacaron dos camionadas de residuos de ajo, se encontraron cajas de pollos que un privado había arrojado, y hasta varios agroquímicos que contaminaban un arroyo. De acuerdo a lo que explicó Fabián Leyes, aunque se logra identificar a quien ha arrojado la basura no se lo puede multar porque en este departamento no se aplican multas a quienes arrojan residuos en zonas rurales. Al respecto, el funcionario tunuyanino manifestó que en conjunto con el Iscamen e Irrigación, intentan establecer una herramienta legal para lograr identificar y sancionar a los responsables.

En Tupungato la situación es bastante diferente. Por las zonas rurales se realiza una vez por semana el recorrido, y para recolectar los residuos secundarios, las dos máquinas que posee el municipio, actualmente se encuentran rotas. Esta situación ocurre en las zonas más alejadas del departamento, tal es el caso de La Arboleda o Villa Bastias. Sin embargo, aquellas zonas más cercanas al centro departamental, como el Cordón del Plata y San José –los cuales ya son distritos urbanos por la gran cantidad de población existente- tienen recolección diaria de residuos urbanos.

En este departamento no existe un sistema de contenedores en donde los vecinos de las zonas rurales puedan arrojar los residuos, ni tampoco se ha previsto aumentar el recorrido de recolección de una vez por semana. La basura no solo afecta al medio ambiente, también puede causar heridas, riesgos para la salud, para los animales, y la contaminación del cielo, del agua y del aire. Y la incorrecta disposición de la basura puede causar principalmente, enfermedades respiratorias, gastrointestinales y enfermedades de la piel.

La problemática de la basura en las zonas rurales es una situación compleja, y como tal deberá ser abordada desde distintos lugares. Es evidente que los servicios prestados desde los municipios resultan, por lo menos, insuficientes. Sin embargo, nada se modificará si no hay una legislación específica que trate el tema, no solo enfocado en la recolección de los residuos sino en la sanción a quienes arrojen los mismos en lugares donde no corresponda. Este aspecto debe ser abordado por los Concejos Deliberantes, elaborando legislaciones lógicas que puedan ser implementadas por los departamentos ejecutivos.

Pero lo más importante, es la concientización y la colaboración de toda la comunidad. En ese aspecto resulta fundamental el trabajo desde las escuelas y los medios de comunicación. El tema de la basura en zonas rurales, calles, baldíos y cauces de agua debe ser urgentemente atendido, pero partiendo de un plan estratégico que involucre a todos los actores, que disponga de acciones de los gobiernos municipales, y que de ser necesario, sancione a quienes ensucien los lugares públicos.

 

Un comentario

  1. Hay algo contradictorio e incoherente en el pueblo de mi querido San Carlos

    Las campañas ecologistas son «ANTI» minería, petróleo, emprendiientos extranjeros, etc etc y no he escuchado ni visto a nadie estimular el «PRO» limpieza …Los diques, arroyos y acequias están atestados basura de todas clases: pañales, electrodomésticos, cubiertas, envases de vidrio y plásticos de todas clases y colores …. Otro tiradero favorito de basura se encuentra JUNTO Y ALREDEDOR DE LOS CONTENEDORES MUNICIPALES!!!
    Soy nacida y criada en el departamento…recuerdo el pueblo de hace 60 años…por eso escribo aquí un tanto enojada …»No se necesita mas limpieza municipal si no menos gente sucia y desaprensiva»

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