Valentina De Stefano, la chica de los caballos

Oriunda de Pareditas, tiene una especial adoración por los caballos y desde hace unos años compite en Endurance.

Valentina es la hija del medio de la familia De Estefano, estudia Enología en la Universidad Nacional de Cuyo, y  practica una hermosa y sana actividad: Endurence.

El Endurance es una competencia contra reloj en la que se evalúa no sólo la resistencia del caballo frente a las grandes distancias a recorrer, sino también el planteo estratégico de la carrera por parte del jinete. El desempeño del caballo sobre diversos tipos de terreno y obstáculos naturales, es significante para determina el conocimiento hípico del jinete y el entrenamiento y estado del caballo. Ambos, caballo y jinete, deben reunir una condición física excelente, pues no hay nada peor para un caballo cansado que un jinete cansado.

En esta disciplina la joven sancarlina comenzó cuando practicaba clases de equitación en su pueblo con la profesora Verónica Ragazzone, quien le mostró por primera vez este deporte. Así, a los 15 años empezó a participar en competencias oficiales junto a su caballo “Toro”, con el que ha compartido muchas experiencias, y ganó dos veces consecutivas el Campeonato Provincial de Endurance.

“Es un caballo increíble, me hace vivir muchas aventuras”, cuenta Valentina y asegura que la actividad “no es complicada, sólo requiere un poco de práctica como todo en la vida”.  “Pero si querés llegar lejos tenés que esforzarte”, agrega. .

La bella jinete, no solo ha competido en la provincia sino que tuvo la posibilidad de viajar a Córdoba y el fin de semana estar en San Luis, donde mostró sus habilidades y obtuvo el primer lugar. En cada competencia es acompañada por su familia que le brinda el constante apoyo, sobretodo su padre José Luis quien- asegura- está siempre pendiente de todo.

Como todo deportista, con sus 18 años sueña con llegar a competir el próximo año en el Mundial de Endurance que se disputará en Chile, y representar a la Argentina en el país trasandino. También  sueña, “más adelante tener mi propio criadero de caballos Árabes y capacitarme para dar clases de equitación a los jóvenes que desconocen la actividad”.