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Vacaciones: ¿con cuánto dinero hay que disponer para escaparse en el verano?

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La Universidad de Avellaneda calculó que la cesta de consumo para irse de vacaciones subió en el último año alrededor del 57 por ciento. 

Tomarse siete días de descanso en verano para un trabajador medio supone el 139,6 por ciento de su salario. 

La canasta gasolera, que incluye pasajes en micro semi cama, el alquiler de un departamento por siete días, comidas y salidas recreativas para una familia compuesta por dos adultos y dos menores, se ubicó en 60.129 pesos si el destino elegido es Mar del Plata, 57.519 pesos en el caso de Córdoba y 59.063 para Mendoza. 

El presupuesto para la ciudad balnearia subió en doce meses un 57,2 por ciento, mientras que el incremento es del 57,5 y del 58,6 por ciento para Córdoba y Mendoza, respectivamente.

La canasta vacacional “selectiva” incluye pasajes en micro cama y el alquiler por siete días de una cabaña. En este caso, el precio del destino Mar del Plata es de 73.083 pesos; el de Córdoba, 67.976 pesos y el de Mendoza, 68.314 pesos. La suba promedio en la comparación interanual es del 57,6 por ciento. 

En tanto, la canasta “premium” incluye pasajes de avión y un hotel 4 estrellas. El precio es de 82.035 pesos para Mar del Plata; 78.959 pesos para Córdoba y 77.809 pesos para Mendoza. El incremento promedio interanual de las vacaciones “premium” en estos destinos es del 56,2 por ciento. Desde 2015, el incremento acumulado promedio para las tres canastas es del 330 por ciento.

Entre los principales rubros que componen la canasta del entretenimiento veraniego se destaca el incremento interanual de cenar afuera del hogar (59 por ciento), seguido de la pileta (57,4), camping (55,1), teatro (54,6), videojuegos (53,2) y cine (52,9).

“Si bien los datos estadísticos confirman una fuerte contracción de la economía, los precios de los pasajes de transporte, combustibles, alquileres, hoteles, restaurantes y espectáculos lucen aumentos. Dicha situación se debe a que la suba del dólar tiene dos efectos que se combinan. Por un lado, muchos costos tienen un componente dolarizado y la devaluación se traslada a los precios. Por otra parte, un dólar alto encarece el costo de veranear en el exterior, incrementando la demanda de turismo interno. Las cifras oficiales dan cuenta de la caída en la salida de turistas al exterior, del 2,6 por ciento interanual en septiembre”, advierte el informe de Undav. 

Agrega que “por tratarse de un período de tiempo corto, la oferta disponible responde elevando los precios para maximizar las ganancias, por la expectativa de una mayor llegada de turistas que antes veraneaban en el extranjero. Asimismo, en los centros turísticos, las ofertas suelen estar concentradas en pocos agentes, mercados oligopólicos que dan espacio para colusiones o fáciles ajustes al alza”.

Por último, el informe de la UNDAV expone que, tomarse las vacaciones de verano para un trabajador medio supone el 139,6 por ciento de su salario. “Mientras que en 2015 una canasta vacacional estándar equivalía al 101 por ciento de un salario promedio, en 2018 esta cifra escaló a 129 por ciento, y en la actualidad ya trepó al 140 por ciento”, sentencia el informe. 

Fuente: Página 12