El presidente de Ecuador, Rafael Correa, calificó la decisión de Washington de “grotesca” y “descarada”. El jueves se reunirán los cancilleres de Unasur en Montevideo. Preparan una reunión de jefes de Estado para la próxima semana.
“¿Quién puede creer que Venezuela es un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos? ¿Quién en su sano juicio puede pensar una cosa así?” se preguntó el presidente de Ecuador, Rafael Correa, al anunciar que “el jueves se reúnen en Montevideo los cancilleres de Unasur para preparar una cumbre de jefes de Estado para la próxima semana”. Ecuador tiene la presidencia pro témpore de la Celac y su país es sede de la Unasur. El tema de la reunión anunciada por el mandatario ecuatoriano serán las sanciones que decidió aplicar Barack Obama a Venezuela, a la que calificó de “riesgo extraordinario” para la seguridad de los Estados Unidos. Correa fue más allá y dio una idea del clima que precede la reunión de mandatarios: “Daremos la respuesta correspondiente –subrayó Correa– a esta grotesca, ilegal, descarada, inaudita, injustificada injerencia de Estados Unidos en asuntos internos de Venezuela”. “Es gravísimo lo que ha sucedido con la orden ejecutiva emitida por el gobierno de Washington –agregó–, que tiene nivel de ley y que pareciera que quisiera sancionar, poco menos, que a todos los votantes del presidente Nicolás Maduro.” El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, acompañó la decisión de convocar a una reunión urgente de la Unasur para realizar un “pronunciamiento político” ante la sanción “no saludable” de Estados Unidos y resaltó que “las decisiones son soberanas de cada uno de los países”.
Para el mandatario ecuatoriano, una declaración desmedida como la emitida por Washington “busca que nadie se atreva a colaborar con Venezuela” y destacó la necesidad de hacer frente a esta decisión, a la que definió como una maniobra de Washington “ante el fracaso de la oposición, que ha tratado todo este último año, desde inicios de 2014, por métodos violentos, con boicot económico, de desestabilizar al gobierno y no lo logró”.
“Esto no es una medida de derecho, es una medida de hecho, que rompe la Carta Interamericana e interfiere en asuntos internos de Venezuela –indicó Correa– y el propio pueblo norteamericano debería rechazarla como lo hará el pueblo latinoamericano.”
La reunión de cancilleres de la Unasur se realizará seguramente el jueves en Montevideo, aunque Correa aclaró que “por elemental cortesía” consultarán primero al gobierno venezolano.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió a su canciller, David Choquehuanca, convocar a la Celac y a Unasur “para declararnos en estado de emergencia frente a la agresión de Barack Obama. Tenemos que defender entre todos a América latina y el Caribe, porque Venezuela es parte nuestra”.
La declaración del ALBA fue igual de dura y advirtió que la decisión de Estados Unidos “constituye una agresión sin precedentes para la estabilidad de Venezuela y, por consiguiente, de nuestra región”. Los principales organismos multilaterales de la región y referentes políticos latinoamericanos repudiaron, criticaron y expresaron su preocupación por la decisión del gobierno de Estados Unidos de declarar a Venezuela una amenaza para su seguridad.
El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el ex presidente colombiano Ernesto Samper, fustigó al gobierno de Barack Obama por actuar de manera “unilateral”. Su par de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, manifestó su “preocupación” por la actitud de la Casa Blanca. Fidel Castro y su hermano Raúl se unieron a la protesta de los mandatarios de Bolivia y Ecuador y de los países que integran el ALBA.
“No considero que sea favorable que un país, de forma unilateral, imponga sanciones, ya que los asuntos de Venezuela los tienen que resolver los venezolanos”, dijo el secretario general de la Unasur . Samper lamentó que estas sanciones lleguen pocos días después de que se anunciara que Venezuela celebrará, en el segundo semestre de este año, elecciones legislativas para renovar la totalidad de la unicameral Asamblea Nacional (Parlamento), dominada actualmente por el chavismo. “Veo que hay por lo menos una voluntad democrática de los dirigentes venezolanos de aprovechar el espacio que se abre de unas próximas elecciones, que tendrán lugar antes de concluir el año”, comentó Samper.
Por su parte, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, fue consultado ayer por la prensa internacional acerca de qué posición podría asumir la organización tras la decisión anunciada el lunes por Estados Unidos de acusar a Caracas de amenazar la seguridad nacional. “La decisión de categorizar a Venezuela de una manera bastante dura debe preocupar a todos quienes quieran mantener una situación de paz y de diálogo”, expresó el secretario general de la OEA. “Creo que la calificación nos pone en una situación muy compleja, que ojalá la podamos dilucidar adecuadamente en los próximos días”, aseguró Insulza.
También se expresó el ex presidente cubano Fidel Castro, quien felicitó al mandatario venezolano por su respuesta al anuncio de las sanciones. “Te felicito por tu brillante y valiente discurso frente a los brutales planes del gobierno de Estados Unidos. Tus palabras pasarán a la historia como prueba de que la Humanidad puede y debe conocer tu verdad”, dijo Castro en una carta fechada en la noche del lunes.
En el mismo sentido, el presidente cubano Raúl Castro emitió ayer un comunicado en el que expresa su apoyo incondicional al gobierno de Nicolás Maduro. “¿Cómo amenaza Venezuela a Estados Unidos? A miles de kilómetros de distancia, sin armas estratégicas y sin emplear recursos ni funcionarios para conspirar contra el orden constitucional estadounidense, la declaración suena poco creíble y desnuda los fines de quienes la hacen. Sin embargo, semejante pronunciamiento en un año en que se realizarán elecciones legislativas en Venezuela reafirma, una vez más, el carácter injerencista de la política exterior estadounidense”, dice el comunicado.
Fuente: Página 12