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Una medida que hará ruido: Cornejo quiere limitar la descentralización de los hospitales públicos

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El Gobierno propone modificar el sistema de gestión que funciona hace más de 20 años. Se eliminarán los directorios y las decisiones principales, como compra de equipamiento, las tomarán con el ministerio, para evitar abusos.

Parece una ley menor, pero seguramente generará ruido. El Ejecutivo remitió a la Legislatura un proyecto que pone límites a la descentralización de los hospitales públicos, particularmente la autarquía de los cuatro grandes nosocomios provinciales: Notti, Central, Lagomaggiore y Schestakow.

La consecuencia más palpable de esta iniciativa, en caso de ser aprobada, es la eliminación de los directorios de los cuatro hospitales grandes, directorios en los que había representantes de los empleados no profesionales y profesionales.

Esta decisión es uno de los elementos que podría traer polémica con los sindicatos estatales, particularmente ATE, que ha venido ganando las elecciones de los representantes de los empleados en los directorios y, con ese cambio, perdería un espacio de poder.

La modificación de esta norma dista de ser un tema menor. La ley vigente hasta ahora es la 6.015, sancionada en 1993, durante el gobierno del peronista Rodolfo Gabrielli, con algunas modificaciones en 2003, 2008, 2013 y 2014. Las modificaciones siempre fueron en el mismo sentido de la descentralización, profundizando las atribuciones de los directorios de hospitales.

La de ahora es la primera vez que se busca ir en sentido contrario.

En el Ministerio de Salud acusan cierto desmanejo y anarquía en el sistema sanitario por la descentralización (ver aparte) para justificar la modificación.

Aunque se mantiene la posibilidad de comprar medicamentos e insumos para las urgencias y tres gerencias para auxiliar en la gestión, con el cambio, los directores ejecutivos, en lugar de informar al directorio de todas sus decisiones, tienen que informarlas al ministerio. Incluso consultar acerca de las compras de tecnología médica.

Por imperio de la ley vigente en la actualidad, los directores de cada nosocomio tienen amplias prerrogativas en la administración, atribuciones que a veces transgreden incluso los lineamientos de política sanitaria que ha intentado establecer el Poder Ejecutivo.

Las usinas del Gobierno hablan de que las amplias atribuciones tenían sentido a principios de los ‘90, cuando los sistemas informáticos incipientes no tenían la velocidad actual y la gestión descentralizada garantizaba una inmediatez en las decisiones que no tenía la burocracia ministerial.

Hoy, esa autarquía, dicen, ha generado compartimentos estancos dentro del sistema de salud.

Incluso aquellas tareas para las que fue implementada la descentralización, por ejemplo el cobro a las obras sociales y prepagas de los servicios que los efectores públicos prestan a afiliados con cobertura. Eso tampoco se ha logrado cumplir acabadamente. Hoy, en promedio, los hospitales públicos apenas cobran a la seguridad social un equivalente al 10% del total de los recursos que administran.

Entre las atribuciones están la contratación de recurso humano (no estable, que es atribución del Gobernador, pero que adquiere derechos y a la larga termina ingresando a la planta permanente), compra y venta de bienes muebles e inmuebles, incluso compra y venta de acciones de empresas.

Cuentan que hasta la decisión de un ministro, de trasladar profesionales de un hospital a otro, con el objetivo de fortalecer algún servicio, debía contar con la aprobación de los directorios de los hospitales.

“El concepto de Red Sanitaria, previsto en el artículo 3 de esta ley, fue perdiendo vigencia. Esto configuró un sistema sanitario fuertemente hospitalocéntrico, dejando de lado la estrategia de atención primaria de la salud”, dice en los fundamentos del proyecto.

El proyecto del Ejecutivo ingresó por mesa de entradas del Senado el lunes por la tarde y ayer la Cámara alta lo admitió oficialmente y lo remitió a la Comisión de Salud.

Ayer a la siesta se vio al diputado demócrata Marcos Niven por el quinto piso de Casa de Gobierno. Algunos explican esa visita en la presentación del proyecto a los socios de Cambia Mendoza.

Las mismas fuentes agregaron que estaba invitado el diputado Guillermo Pereyra (Frente Renovador) a un encuentro con el ministro Rubén Giacchi. Es más, dicen que la semana pasada hubo una charla de Giacchi con otro de los socios de la coalición, Ernesto Mancinelli, de Libres del Sur.

Fuente: Diario Los Andes / Daniel Peralta