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Un plan maestro para evitar otro desastre

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La Cátedra Libre de Ingeniería Comunitaria de la Universidad de Buenos Aires elaboró un informe detallado sobre las causas de las inundaciones en la cuenca del río Luján y propuso una serie de medidas para solucionarlas. Aquí, las recomendaciones de los especialistas.

Detener los proyectos de urbanizaciones en humedales y planicies de inundación de la cuenca media y baja del río Luján. Evitar obras que estrangulen los cursos de agua. Eliminar los canales clandestinos. Reforestar con especies nativas las zonas impactadas. Diseñar planes de prevención y protocolización para la sociedad civil. Las propuestas, entre otras, forman parte del Plan Maestro Integral para recuperar la cuenca del río Luján, un trabajo sin precedentes que elaboró la Cátedra Libre de Ingeniería Comunitaria de la Universidad de Buenos Aires (CLIC) junto a una serie de organizaciones sociales, barriales y ambientales. El objetivo: evitar inundaciones como las que provocaron el desastre de esta semana.

En diálogo con Página/12, María Eva Koutsovitis, ingeniera civil especializada en hidráulica, docente de la Facultad de Ingeniería de la UBA y coordinadora de la cátedra libre, explicó que “la existencia de canales clandestinos genera que el agua de lluvia de la cuenca alta no quede retenida, llegando más rápido a la cuenca media y baja donde están ubicados los asentamientos urbanos”.

Agregó además que en las cuencas media y baja, las llanuras de inundación y los humedales “fueron progresivamente ocupados por desarrollos inmobiliarios suntuosos (barrios privados y countries)” por lo que se provocó el “estrangulamiento y taponamiento de los cauces principales”. La ingeniera calificó esta situación como una muestra de la “avaricia inmobiliaria que deja las consecuencias de las que ahora somos testigos”.

Para la experta, otro agravante es que “las zonas más afectadas no suelen ser las que participan de la especulación inmobiliaria sino todo lo contrario”, son las fracciones más vulnerables.

La coordinadora de la CLIC explicó que la cátedra empezó a estudiar el problema “desde la gran inundación de abril de 2013. Desde ese momento comenzamos a preguntarnos, desde la facultad, cómo podía ser que se dieran estas inundaciones en las ciudades”. “Desde entonces llevamos mucho tiempo trabajando en conjunto con organizaciones sociales y asambleas de inundados, tanto en provincia como en Capital Federal”, añadió.

Fue a partir de reuniones con los principales afectados por las inundaciones y mediante “charlas debate, radios abiertas, jornadas de trabajo y elaboración de proyectos” que se llegó a un plan de propuestas. La ingeniera explicó que el plan se elaboró “una vez que logramos identificar las causas, que descansan, entre otras cosas, en una gran cantidad de negocios inmobiliarios, en un avasallamiento del medioambiente y en la ausencia de planes adecuados para que el ciudadano promedio sepa qué hacer cuando sale a la calle en un día en el que se presenten situaciones meteorológicas extremas”.

A partir de allí, desde la CLIC elaboraron un Plan Maestro Integral “que en esta ocasión presentamos para Luján porque es el lugar más afectado que vimos: la situación ahí es terrible”, manifestó la especialista.

El denominado Plan Maestro Integral para la Cuenca del Río Luján tiene como objetivo incorporar los diagnósticos, miradas y soluciones de los diferentes actores sociales involucrados en la problemática de las inundaciones. Los especialistas de la CLIC aconsejaron, entre otras propuestas:

– Detener los proyectos de urbanizaciones en humedales y planicies de inundación de la cuenca media y baja con miras a reforestar con especies nativas las zonas impactadas.

– Para llevar adelante este proceso consideraron central evaluar y desarrollar reservorios temporales en la Cuenca Alta.

– Evitar obras de infraestructura que generen estrangulamientos en las secciones transversales de los cursos.

– Eliminar los canales clandestinos.

– Proyectar y ejecutar un aliviador para el curso principal en la cuenca media que desvíe parte de los caudales de crecida.

– Llevar adelante un plan sistemático de limpieza de zanjas y eliminación de endicamientos formados por ramas y basura a cargo de cooperativas vecinales.

– En cuanto a las poblaciones de zonas urbanas, desarrollar un sistema de alerta temprana para anticipar este tipo de eventos e informar responsablemente a la población.

– Desarrollar e implementar de manera consensuada con la sociedad civil un Plan de Contingencia, haciendo uso de modelos que simulen el comportamiento del escurrimiento en función de posibles escenarios futuros.

– Hasta que se apruebe el plan de gestión integral y se realice el ordenamiento territorial ambiental, debería suspenderse el otorgamiento de los permisos y revocarse aquellos que autorizan la construcción de urbanizaciones cerradas en la Cuenca.

– Realizar una evaluación de impacto ambiental estratégica y acumulativa de las urbanizaciones cerradas existentes, construidas en el área en las últimas décadas.

María Eva Koutsovitis informó que desde la CLIC llevaron este plan “a diferentes espacios”. En el caso particular de la localidad de Luján, la especialista explicó que “la puesta en marcha de este plan le correspondería a la consultora privada que trabaja en la cuenca del río Luján”.

Según explicó, en noviembre del 2014, la empresa fue contratada por la Dirección Provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas, ante la que presentó un proyecto de obras de regulación y saneamiento para el río Luján. “El proyecto no aborda integralmente la problemática y la solución propuesta no contempla alternativas que tiendan a preservar el ecosistema hídrico”, opinó Koutsovitis. Las propuestas que descansan en canalizar el lugar no funcionan, son otro tipo de medidas las que necesitamos”, reflexionó.

“No se puede pensar aisladamente esta problemática sino que hay que tener una mirada integral del tema. No se llega a las soluciones de los problemas de esta magnitud desde las oficinas de una consultora que no se embarra ni se inunda”, concluyó la especialista.

 

Fuente: Página 12