La Canasta Básica tuvo un incremento de 43% anual. Alimentos y medicamentos fueron las subas que más impactaron. La jubilación mínima es de 5.661 pesos al mes.
Una pareja de jubilados de Mendoza necesitó el mes pasado $ 17.050 para vivir dignamente. Con lo cual, por persona, se necesitó una base de $ 8.525 para así cubrir las necesidades básicas.
Estos números, además, reflejan que en un año la canasta subió 43% -muy en consonancia con la inflación según las consultoras privadas durante el año pasado. En enero de 2016 la canasta básica total de una pareja de jubilados fue de $ 11.850.
En función de los números de 2017, se tiene en cuenta que un jubilado precisó $ 284,16 por día para vivir en condiciones dignas. Estos números quedaron reflejados en el informe de Canasta Básica Total (CBT) de la consultora Evaluecon correspondiente a enero.
Por lo tanto, hoy, y como viene sucediendo en los últimos años, un mayor de 65 años no puede cubrir sus patrones de consumo y resulta casi imposible vivir con la jubilación ya que en la actualidad el haber mínimo por ley es de $ 5.661 al mes.
De este modo, si los dos cónyuges son jubilados, tendrían un ingreso familiar de $ 11.322, $ 5.750 por debajo de la Canasta Básica de Jubilados, valores que deberían haber percibido en enero de 2016. Así, sus ingresos están prácticamente un año atrasados y por detrás de la inflación.
En comparación directa con lo que ocurría en diciembre de 2016, la distancia entre jubilación mínima y CBT se ha agrandado un pequeño porcentaje. El haber mínimo de jubilados no se incrementa desde septiembre.
Asimismo, desde Evaluecon remarcan que con los $ 8.525 que necesita un adulto mayor por mes no significa que sea lo «mínimo e indispensable» que necesite para vivir en condiciones dignas. Para cubrir diversos consumos, tiene que contar con la ayuda financiera de un familiar.
Sobre todo cuando también se tiene en cuenta que este jubilado o pareja, no paga alquiler. Esta CBT de jubilados toma que la persona tiene casa propia o -si alquila- la ayuda viene de otros ingresos y no de la jubilación. De este modo, «la situación es mucho más preocupante en los hogares donde no se reciben rentas del capital (acciones, rentas, intereses, alquileres, etc.)».
Desde Evaluecon mencionan que para un anciano en Mendoza, y según los patrones de consumo, es casi imposible vivir con menos de $ 8.525 al mes.
Por ello, es que José Vargas mencionó: «Cuando en el hogar se suman los ingresos de las pensiones con los de algún otro miembro que trabaje, la situación económica mejora bastante. También es más benévola la economía de los hogares donde, además de la pensión, se reciben rentas del capital (acciones, rentas, intereses, alquileres, etc.)».
Incrementos
El informe de Evaluecon indica que desde enero de 2016 a enero de 2017, la Canasta Básica Total de un jubilado tuvo un incremento del 43%, un porcentaje similar a lo que marcó la inflación interanual, o el IPC de la misma consultora que en el acumulado de los últimos 12 meses fue de 41,85%.
Más allá de esto, según explicó Vargas, el claro disparador de este aumento, y que impacta sobre el valor total de la canasta de una persona de la tercera edad, fueron los alimentos especiales.
Lo que más aumentó en enero de 2017, comparado con el último mes del año pasado, fueron los artículos ortopédicos (18%), seguido por los alimentos (15%) y medicamentos. Los especiales subieron 12%.
En la encuesta realizada por la consultora, se desprende que los mayores con 60 años y más, distribuyen su gasto en alimentación siguiendo una pauta muy similar al resto de las familias en Mendoza pero compran en mayor cantidad los alimentos más indicativos (carne, pescado, leche, huevos, frutas).
Dentro de ellos, se ubican carne magra, edulcorantes, agua mineral, pan de salvado, verduras, productos light, galletas sin sal, leches fortificadas con hierro, etc. Y es acá, justamente, donde se observa uno de los mayores aumentos, cuando se compara enero contra diciembre del año pasado.
Finalmente, servicios básicos no presentaron en el último período un incremento fuerte, como luz, agua, gas, telefonía fija, telefonía celular, etc. Sin embargo, aclaró José Vargas, pese a que buena parte de los servicios suelen tener beneficios para los mayores que cobran la jubilación mínima, en el próximo período habrá subas, teniendo en cuenta los últimos anuncios del Gobierno Nacional.
Para el economista, la canasta de los jubilados tiene poca flexibilidad, por lo que les resulta complicado atenuar los incrementos debido, principalmente, a que los medicamentos o atención en salud, resultan indispensables.
En términos cuantitativos, el consumo de las personas mayores ha crecido tanto en valores absolutos como relativos. Este crecimiento guarda relación, sobre todo, con el incremento de la jubilación mínima de los últimos años por la ley de movilidad jubilatoria.
Pero cuando se utilizan criterios comparativos con el resto de la población, aparece, en el consumo de las personas mayores, una contracción del gasto, que es correlativa con la disminución de los ingresos que se produce a partir de la fecha en la que la familia, que vivía del trabajo de sus miembros activos, pasa a depender de la jubilación.
Distribución de los gastos
La información disponible en base a la encuesta realizada por la Consultora, indica que las personas con 60 años y más distribuyen su gasto de la siguiente forma: el 55% de sus ingresos va a alimentos. Ahora bien, si un jubilado (solo) gana la mínimo de $ 5.661, representa que en este ítem se va un total de $ 3.113,55 por mes.
En segundo lugar, 35% de los ingresos de un jubilado es destinado a la compra de medicamentos, lo que representa $ 1.981,35 del ingreso necesario para vivir dignamente.
Finalmente, el informe considera que el 10% restante -$ 566,10- va a pagar servicios básicos como luz, gas, agua, teléfono fijo y telefonía celular.
Fuente: Los Andes