Alejado del centro y ubicado a orillas del río Tunuyán se encuentra el conocido barrio Güemes. Un lugar tranquilo, cálido y con un gran número de niños. Tiene aproximadamente 25 años y se lo considera uno de los más jóvenes del departamento.
En sus orígenes los problemas eran frecuentes. “Era una cooperativa cuyo presidente era un ciudadano chileno de apellido Gómez. El barrio se realizó en dos etapas: la primera fue entregada a los que ahora son los más antiguos habitantes del barrio, con la segunda empezaron a surgir irregularidades que atrasaron la entrega. (…) Comenzaron a registrarse denuncias de varios propietarios que decían ser los dueños de una misma casa, puesto que habían pagado por ella” comenta Nancy Armijo, una vecina del lugar.
Nancy cuenta de que en la investigación se registraron viviendas con dos y hasta tres dueños. Tuvo que intervenir la justicia, tomando las propiedades el banco hipotecario que dio a licitación las casas afectadas. Del señor Gómez nunca más se supo nada.
El barrio Güemes se caracterizó siempre por tener vecinos jóvenes que apostaron a su futuro y al sueño de la casa propia. El 25 de mayo de 2001 se inauguró la escuela primaria “Maestra Aurelia Giner de Cangas”, donde crecieron muchos de los chicos de este barrio y de lugares cercanos. El barrio creció junto a ellos.
Durante mucho tiempo fue muy visitado por el reconocido autódromo Club Manantiales que luego dejó de funcionar por la falta de infraestructura. En el año 2009 se abrió el balneario municipal, con una hermosa vista, mucho verde y una gran pileta en la que desde entonces se realizan diversas actividades recreativas, juegos y deportes.
Con el paso de los años el barrio siguió creciendo y en el 2014 se inauguró la plaza con juegos, cancha de fútbol, de básquet y mesitas para que las familias puedan pasar la tarde o un buen rato. El municipio cumplió con el sueño de los vecinos que pedían este espacio para la comunidad desde el 2008 y que ya en el 2010 habían propuesto llamarla Nelson Iván Haro en homenaje a un joven que vivió su adolescencia y gran parte de su juventud en el lugar, y que el 23 de abril del 2008, con tan solo 28 años, perdió la vida cuando cumplía su labor de guardia cárcel.
Aunque hace algunos meses se ha visto opacado por la contaminación que genera la basura que arrojan algunas personas en el ex autódromo y a orillas del río Tunuyán. Y seguramente faltan muchas cosas por hacer como el asfaltado de sus calles laterales, el barrio Güemes sigue siendo un lugar acogedor y tranquilo para vivir.
Mirá las fotos del barrio:
Por Lucila Alvear (Estudiante de Comunicación Social/IES 9-015)
Un comentario
Falta la estatua al Sebastian Pol nada mas y el barrio estaría completo jaja
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