Anoche, en los estudios de Canal 9, los candidatos a gobernador Cornejo, Bermejo y Barbeito explicaron sus planes de gobierno. Pusieron énfasis en sus propuestas para vivienda, seguridad, educación, empleo y producción. Coincidencias y diferencias en el set.
No hubo sorpresas, aunque se notó que los tres estaban más aplomados. Fue el décimo y último debate entre los candidatos a gobernador y en esos encuentros las formas fueron madurando en todos.
Así transcurrió el último acto de campaña electoral, a horas del inicio de la veda. Noelia Barbeito del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Adolfo Bermejo del Frente para la Victoria (FpV) y Alfredo Cornejo del Frente Cambia Mendoza (CM), se vieron las caras por última vez en Canal 9 Televida y trataron de torcer un destino que ya está echado.
Más propuestas, menos chicanas
La sensación de que fue el mejor debate era generalizada entre todos los presentes, no sólo los propios protagonistas, sino también los adláteres que se dieron cita para acompañar a los aspirantes al sillón de San Martín.
No era un ejército de acompañantes, aunque eran más los que secundaban a Cornejo, en segundo lugar de convocatoria estaba el equipo de Barbeito; el que menos asesores llevó fue Bermejo.
Como contrapartida, afuera, sobre calle Garibaldi, en la puerta de Canal 9, los que copaban la parada eran los militantes del Frente para la Victoria y allí quedaron en el piso los folletos de Bermejo y también los de una tapa de diario apócrifa, “La Alianza”, una de las muestras de la campaña sucia que viene denunciando el radicalismo y que Cornejo ayer volvió a remarcar, incluso ante las cámaras.
El debate no tuvo demasiadas sorpresas en cuanto a los contenidos; más o menos los candidatos mantuvieron lo que vienen diciendo desde el incio de la campaña.
Quizá algunas correcciones, como la que hizo Bermejo respecto de los primeros debates; hace un par de semanas prometía 1.500 viviendas por año, ahora subió la apuesta a 2.500 anuales.
Cada uno con su libreto
Bermejo se mantuvo en su apuesta al diálogo y en reivindicar el trabajo mancomunado con los municipios; Cornejo se mantuvo en el orden y la eficiencia en el gasto, Barbeito en el gobierno de los trabajadores para los trabajadores, reivindicando los derechos de las mujeres y los jóvenes.
El peronista Bermejo volvió a hablar de calidad en la administración, Cornejo volvió a hablar de ir bajando paulatinamente los niveles de inseguridad, Barbeito de la “asamblea constituyente” que permita una democracia más directa y la estatización de algunas áreas de la producción.
Todo fue dicho de otro modo. De hecho, aunque se permitieron los derechos a réplica entre los candidatos, no hubo cruces picantes, que rayaran la virulencia. Todos se mostraban pacientes y aplomados, aunque también se tiraran dardos precisos. De hecho, Cornejo no evaluó necesario solicitar estos tiempos especiales para responder o confrontar con sus rivales. Barbeito sí los usó, Bermejo usó uno.
Bermejo volvió a acusar a Cornejo de “ajustador” y Cornejo aprovechó para decir eso era parte de la “campaña sucia” del PJ, que tergiversa lo que dice y, de paso, dijo que no hay que hacer recortes en el gasto, sino gastar mejor.
Barbeito habló de un plan de obras financiado con impuestos sobre las fortunas de Mendoza y administrados por los trabajadores en empresas estatales y acusó a los otros dos candidatos de haberse repartido administraciones desde el ‘83 para repartir beneficios entre empresarios amigos.
Detrás de cámara apenas unos pocos asesores acompañaban a los candidatos. En otro estudio estaban todos los oyentes. A pesar del catering, durante el debate nadie comía. Todos escuchaban atentamente.
Allí estaban los candidatos a vice de las tres fuerzas, Laura Montero de CM, Héctor Fresina del FIT y Diego Martínez Palau del FpV. Estaban también los diputados nacionales Julio Cobos, Enrique Vaquié, Luis Petri y Nicolás del Caño; los diputados provinciales radicales Néstor Majul, Tadeo García Zalazar y Martín Kerchner.
A ellos hay que sumarles periodistas y asesores, que sumaban una treintena de personas en un estudio contiguo al que se realizó el debate. Pero atrás todo era paz y silencio, escuchando atentamente a los protagonistas que se jugaban su última carta para ganar la elección del domingo.
Militantes en la puerta del canal y furor en Twitter
Los ruidosos del peronismo estaban desde temprano en la puerta de Canal 9 Televida. Algunos querían evitar algún exabrupto cuando llegara Alfredo Cornejo y pedían al grupo retirarse a la esquina de Garibaldi y Rioja. Otros no querían irse. Cuando llegó Diego Martínez Palau pidió paz y cuando llegó Cornejo no hubo grandes problemas.
Cuando el aspirante radical salía, apenas un insulto y algunos cruces con militantes radicales que llegaron para equilibrar los tantos, pero ahi quedó todo.
Otro detalle llamativo del debate fueron la cantidad de menciones en las redes sociales, que ardieron con el último debate. 20 mil menciones en Twitter transformaron al último cruce de candidatos en “trend topic”, es decir, en el tema más citado.
Pesar por el policía muerto
La muerte del policía Jorge Lorenz en Maipú se coló en el debate. En el mismo tiroteo murió un delincuente y otro efectivo resultó herido. Los uniformados concurrieron en respuesta a una llamada por un asalto.
El primero que puso el tema sobre la mesa fue Adolfo Bermejo, quien se solidarizó con la familia del oficial. Luego también Alfredo Cornejo dedicó unas palabras a los deudos.
Es que la seguridad es uno de los temas de campaña, pero ninguno de los protagonistas intentó hacer uso electoral de esa muerte, al menos no para acusar al otro de algo.
El tratamiento que se hizo del tema pareció más un gesto de empatía con los familiares.
Después todo volvió a los carriles normales, todos poniendo sobre la mesa sus ideas sobre seguridad.
Fuente: diario Los Andes