El 20 de dicho mes tendrá lugar la audiencia pública donde se debatirá el pedido de suba.
Mientras los bolsillos de los consumidores encienden luces rojas y suenan alarmas, desde las empresas proveedoras de servicios básicos dicen no poder seguir el ritmo de la inflación y estudian fuertes subas en la facturación. El EPAS (Ente Provincial del Agua y Saneamiento) ha convocado para el próximo el 20 de diciembre en Godoy Cruz una audiencia pública en la que se debatirá el pedido de suba tarifaria presentado por la empresa Aguas y Saneamiento Mendoza (Aysam), que llegaría a duplicar el valor de una tarifa que supera los 500 pesos.
Para la audiencia se invita al público en general, bajo la convocatoria oficial a «todas las personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, estatales o no, organizaciones no gubernamentales y público en general» a realizarse en la Biblioteca-Mediateca Municipal Belgrano (Antonio Tomba 54, de Godoy Cruz). No tiene características de vinculante, pero se podrán debatir las distintas posturas referidas al tema del agua.
Consultado sobre el tema, Richard Battagion, presidente de Aysam, defendió la postura y el pedido de aumento al explicar que “los aumentos surgen de los estudios que hace básicamente el EPAS. Nosotros hemos presentado los estados contables y presupuestarios y de allí surge la necesidad de una corrección al cuadro tarifario del orden del 100%».
Sin embargo el ejecutivo de la empresa que distribuye el agua en Mendoza, aclaró que no necesariamente se duplique el valor de las facturas. «De todos modos no significa que vaya a aplicarse eso, ya que siempre se vota (en la Legislatura) una cierta partida presupuestaria y a partir de allí, el número puede ser diferente», dijo el ingeniero.
Battagion resaltó el aporte del Estado provincial para subsidiar el consumo de algo tan elemental como el agua. «Ese número se viene amortiguando para que no tenga que pagarlo el usuario», dijo el ex legislador del Partido Demócrata.
Una suba «postergada»
También reclamó el titular de Aysam que hace tiempo que no se hace una actualización de tarifas.
«Este valor (tarifa) se viene postergando. Durante este año no hemos tenido ninguna corrección, y ya desde 2018, si bien se dio una modificación del 78%, la aplicación se hizo escalonada, y con esta situación, esto se fue erosionando. Este diferencial lo venimos acarreando desde el 2018, en 2019 no hubo aumentos, y la tarifa tiene que soportar la hipotética inflación del año 2020», manifestó Battagion.
Consultado Battagion si en este estudio de costos se tienen previstas futuras obras o ampliaciones de la red de agua corriente, aclaró: “La tarifa no está diseñada ni prevista para soportar inversiones, sino solamente operación y mantenimiento». Como si se tratara de una planilla de gastos, el ex convencional explicó que «las obras van en otra columna y son soportadas con partidas propias del presupuesto provincial, o partidas del Gobierno nacional o de préstamos de entidades como el BID”.
Cómo castigar el derroche de agua
Continuando con el tema de los costos de la empresa distribuidora del líquido elemento, cada vez más escaso, debido a los cambios climáticos, Battagion detalló: «Dentro del presupuesto de operación y mantenimiento nosotros venimos colocando alrededor de unos 5 mil micromedidores por año. Está la posibilidad de una aplicación más agresiva de micromedición, pero ya es parte de una obra que la tenemos diseñada y habrá que ver si conseguimos el financiamiento para hacerla»,
Finalmente el egresado de la UTN y también Magister en Dirección de Empresas explicó que para evitar problemas de falta de agua, «lo que hay que hacer es bajar el consumo. Estamos en valores de 350 litros por habitante por día, mientras que en Chile es de 170 litros por día por habitante, o en Colombia, de 125 litros. Con la sola aplicación de la micromedición no es suficiente, es básica, ya que a eso hay que sumarle una tarifa de diseño apuntando a lo que es el consumo volumétrico, que permita castigar al alto consumo y premiar al ahorro».
Fuente: Diario Uno