El menor fue ingresado el viernes pasado al nosocomio de Tunuyán por un cuadro convulsivo. Los padres quedaron detenidos.
El viernes, alrededor de las 15.30 horas, una joven de 22 años llegó hasta el Hospital Scaravelli de Tunuyán con su bebé de 1 año y 10 meses, quien presentaba un cuadro de convulsiones.
Los profesionales de la Salud estabilizaron al niño, quien estuvo unos minutos en estado somnolencia y luego comenzó a llorar. Al ser consultada, la progenitora explicó que había ingerido hierro en gotas y una gaseosa, lo que le produjo la crisis.
Los médicos dudaron de la versión de la joven madre y realizaron un análisis de sangre. Para el mediodía del sábado obtuvieron el resultado: positivo en cocaína.
Las autoridades decidieron a examinar a otro bebé de 2 meses con el cual la progenitora acudió al hospital, aunque en este caso los resultados fueron negativos.
También fueron hasta el domicilio donde vive la familia, en calle Moreno. Allí se encontraba el padre junto a otros dos hijos de 5 y 3 años. Según informaron fuentes policiales, el hombre se negó a trasladarlos al hospital ya que no estaban bañados.
La Justicia dispuso la detención de la pareja mientras avanza la investigación por el caso.
Fuente: Diario Uno