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Turismo en San Carlos. Crónicas de un desencuentro

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Por Ricardo Funes

A la reunión de informe de gestión de la Dirección de Turismo de San Carlos asistieron solo cinco prestadores de turismo. El resto fueron municipales del área, encargados de organizar, un nutrido grupo de guardaparques y personal de la Dirección de Recursos Naturales Renovables, que sumaban el informe de la Reserva Laguna del Diamante y, el intendente Jorge Difonso.

Sobraron empanadas, y si en San Carlos sobran es porque a la fiesta no vinieron los invitados.

Algo se siente raro entre la gente del turismo. Una disociación entre la gente interesada en emprender alguna de las formas de la actividad y los encargados de la gestión municipal.

Los sancarlinos se han caracterizado por construir iniciativas comunitarias. La creación dela Reserva Laguna del Diamante, en 1993 y la ampliación de la misma en 2006 fueron dos ejemplos de ellos. El desarrollo de los circuitos turísticos y culturales Caminos de Altamira al principio, Pueblo Barro, Manos de Jaurúa y Huellas del Uco, luego. La propuesta de recuperar el espacio de ferrocarril, para construir una bici senda y paseo  promovidas por el club andino local, uniones vecinales y frentistas, son ejemplo de las ganas de construir en conjunto.

Posibilidades, tenemos miles. La ruta 40 que nos lleva a El Sosneado, es un paisaje único. La laguna del diamante tiene todas las posibilidades de ser un centro deportivo de recreación en la montaña. La figura de los puesteros, que desaparece en todo el país, en San Carlos, tiene jóvenes que elijen quedarse en el campo. Tenemos la amabilidad y las ganas de recibir gente. Nos gusta pasear subidos a la caja de la camioneta, desde donde se ve todo brillante y con el aire en la cara.

Podemos elegir al turista que queremos. Podemos decir: mire señor esta es mi vida; gusto de recibirlo, y si necesita un servicio con demasiadas estrellas, decirle: – Señor, por ese camino se va a las bodegas que busca.

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Turismo Rural. El desafío de contar una buena historia.

Cuando irrumpe el Turismo Rural se abre un juego en donde lo importante es contar una buena historia, la propia. La forma de vida de los pueblos y las de las zonas rurales es la base para desarrollar una actividad nueva.

En un principio se entendió por Turismo Rural las visitas a grandes estancias. Una actividad reservada a turistas de alto poder adquisitivo. Esto se fue transformando y actualmente la actividad pasa por compartir los paisajes y la cultura rural. Simple: una mesa familiar, el bar del pueblo, las tareas de las fincas, una caminata por el callejón, etc.

Algo tan simple, se debía complicar. Aparece el gran conflicto de la actividad: las normativas municipales, primero; y las provinciales en segundo término.

Esto no es un conflicto exclusivo de San Carlos. Los Encuentros Nacionales de Grupos Asociativos del Programa Cambio Rural, promovidos por el INTA reúnen a pequeños productores de la actividad de todo el país. Durante los 3 días que duran se escucha siempre el mismo la misma canción: “nosotros podemos avanzar hasta que llegamos a la municipalidad y ahí nos piden cosas imposibles para nosotros”.

El Turismo Rural es una actividad que abre un camino donde no lo había y necesariamente debe ir construyendo sus normas. El caso de la actual gestión de San Carlos va de ejemplo: la primera medida que explicitó la directora Graciela Lasalle fue que la comuna solo promociona a los prestadores que tengan todos los papeles en regla. Una visión que va a contramano del desarrollo de la actividad.La Nación actualmente promueve la iniciación de la actividad y firma compromisos para la adecuación de los emprendimientos en un plazo de dos años.

El desafío del Turismo Rural es empezar. El Estado debe promover este inició y acompañar la construcción social y legal de la actividad. Si pone la reglamentación actual como condición solo está abriendo el juego a los sectores más favorecidos.

Te prefiero rural: hacer la plancha o perder el tren.

Actualmente un funcionario puede no mover un dedo y las estadísticas mostrarán crecimiento. No será desarrollo local, sino parte del proceso de los grandes capitales que se adueñan de la tierra y nos reservan un destino de obreros en el mejor de los casos.

El turismo puede ser el eje de una transformación en donde se elija la forma rural como una forma de vida y no como un slogan vacío.

Durante la gestión de Difonso se perdieron muchas oportunidades, excusándose en la burocracia propia y ajena. Algunos ejemplos.

* Se perdióla Ampliacióndela Reserva Laguna del Diamante. El mayor logro de la lucha popular quedo sin efecto, ante la inacción de la comuna local. De las mas de 110.000 h a que protegían las nacientes de los arroyos, quedaron 10.500 ha, que protegen el valle de la laguna.

* Fracaso del Paseo y Bici senda por la vías de ferrocarril. Este proyecto presentado por el Club Andino San Carlos y validado por uniones vecinales, asociaciones intermedias y vecinos frentistas, se empantano durante 2 años por las inoperantes gestiones municipales. El convenio firmado con All, no permite la creación del paseo que le dio origen.

* Ante las denuncias de abuso de autoridad de los guardaparques en Laguna del Diamante, los deportistas, trabajadores del turismo y puesteros se movilizaron y solicitaron a la comuna que se pusiera al frente del reclamo. Hoy 18 guías baqueanos: fundadores del área, puesteros que viven y trabajan en Campo Yaucha y deportistas que había sido habilitados y capacitados por la Dirección de recursos Naturales y Municipalidad, fueron dejados fuera de las habilitaciones. Ante un caso similarla Municipalidad de Malargue, se puso al frente del reclamo y logro respetar los derechos de los pobladores locales.

* La mayoría de los prestadores de Turismo Rural están fuera de la promoción local por falta de habilitaciones.

* Edificios declarados de valor patrimonial como el Cine Bar Reján, fueron deteriorados con autorización municipal. Los pisos de piedra tallada del frente fueron rotos con martillo neumáticos. A esto hay que sumarle que la plata gestionada para la restauración de los bares Peñalosa  Antoñanza se perdió en algún laberinto municipal.