Romina compró un pollo que resultó estar en mal estado y tras 6 años de iniciada la demanda, será indemnizada por más de medio millón de pesos y un pollo.
El hecho se produjo el 4 de julio de 2011 cuando la mujer compró un pollo de dos kilos seiscientos gramos en una sucursal de una importante cadena de suopermercados. Al llegar a su hogar, comió la mitad del pollo con su hija y luego de unas horas sufrieron una descompostura por lo que debieron trasladarse al hospital General Las Heras donde les diagnosticaron intoxicación alimentaria.
A raíz de lo sucedido, Romina llevó la mitad restante del producto al laboratorio de Bromatología del Ministerio de Salud de la provincia, donde constataron que el pollo no estaba apto para el consumo.
Luego de no obtener respuestas por parte de defensa al consumidor, y de que el supermercado no se presentara a a la instancia de mediación, decidió llevar adelante su reclamo por daños y perjuicios con un abogado particular.
«En un primer momento se determinó $30 mil en concepto de daño moral más la sustitución del alimento a través de una orden de compra. Sin embargo, el fallo fue apelado por ambas partes» informó el abogado de la causa, Facundo Vergara.
Finalmente, y luego de 6 años, la justicia falló a favor de la mujer y decidió indemnizarla con $660 mil pesos más intereses y un pollo en buen estado.