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Tunuyán y San Carlos buscan prohibir la venta de juguetes agresivos

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La medida es una de las tantas que trabajarán estas comunas para fomentar una cultura de la “no violencia”. Además participan Godoy Cruz, Guaymallén, Ciudad y Luján de Cuyo.

Una de las herramientas municipales que evalúan es controlar los comercios que venden productos como gomeras, rifles de aire comprimido o armas de resorte. Además buscan concientizar sobre el cuidado del medioambiente y animales.

“Erradicar este tipo de juegos violentos es sólo el comienzo. Este desafío implica involucrar a los niños, jóvenes y adultos en políticas de protección del medio ambiente y en estrategias para exigir el respeto y cuidado de los animales”, explicó el concejal radical Juan Pablo González, de Tunuyán.

Evitar el ‘abuso’ de ciertos animales en exhibiciones, competencias, su explotación como medio de transporte y todas aquellas prácticas que afectan a los animales, también es un desafío de esta propuesta.

La iniciativa apunta a incorporar a Mendoza en la Red Argentina de Municipios por la Paz Ambiental (Rampa). Este concepto, trabajado por la Unesco, pretende aquí comenzar poniendo la lupa sobre los juguetes bélicos.

El pasado 2 de octubre -con objeto de la conmemoración del día de la NO Violencia en todo el mundo- se reunieron concejales de seis departamentos de la provincia en Godoy Cruz para firmar un acuerdo de trabajo en este sentido. Además de este municipio citadino, participa Guaymallén, Luján de Cuyo, San Carlos, Ciudad y Tunuyán. Cada edil se comprometió a presentar -a corto plazo- un proyecto de ordenanza en su respectivo Concejo Deliberante.

Las propuestas buscarán desalentar el uso de juguetes agresivos pero, además, promoverán la creación de espacios de reflexión y trabajo con distintas instituciones para concientizar sobre el respeto y la convivencia con las otras personas y hacia los animales.

“Se habla de cultura de paz ambiental, porque generalmente en esta temática se excluye la capacidad de los seres humanos de respetar el medio ambiente y de vivir en armonía con la naturaleza. Incluirla es clave, porque los conflictos del presente y futuro tienen su origen en disputas por recursos naturales agotados por la humanidad. También, para formar personas responsables y participativas de una sociedad más pacífica e incluyente”, señaló Leandro Fruitos, de la entidad Libera.

Fuente: Los Andes