Dos radicales y dos justicialistas del Concejo Deliberante de Tunuyán se tomaron más días de vacaciones, por lo que el tratamiento del presupuesto departamental debió ser pospuesto.
Antes de la finalización del año 2013 todos los ediles de Tunuyán quedaron de acuerdo en comenzar a trabajar con el nuevo presupuesto departamental a partir de mediados de enero del 2014. El viernes pasado -en la sesión en la cual el presupuesto iba a tomar estado parlamentario- no se llegó a la cantidad de legisladores presentes para iniciar una sesión, ya que cuatro concejales extendieron sus días de licencia. A esto se sumó que el concejal Ludueña, tampoco se presentó a la sesión ya que, según informó, tenía su esposa enferma.
Si bien los ediles tienen la facultad de extender los días de vacaciones, la sorpresa y el malestar no solo afectó a los demás concejales que sí se presentaron a trabajar, sino también al Ejecutivo que espera el tratamiento del presupuesto departamental. Al respecto, el intendente Martín Aveiro expresó que “el perjuicio es básicamente para todos los tunuyaninos, el municipio no puede organizar ningún movimiento si no se cuenta con el presupuesto aprobado”; el mandatario comunal agregó que “los concejales ya tuvieron suficientes vacaciones”.
La presidenta del órgano legislativo tunuyanino, Norma Molinar, explicó cómo se sucedieron los hechos: “decidimos tomarnos veinte día de receso y volver en enero para tratar, entre otros temas, el presupuesto departamental, el cual iba a entrar en comisiones; sin embargo estos concejales extendieron sus licencias: primero la presentaron Jimena Pelletán (UCR) Y Daniel Rueda (PJ) y días después Daniel Martínez (UCR) Y Gabriela Adarme (PJ)”. Molinar también expresó su molestia por las consecuencias de lo sucedido: “si estuviéramos trabajando responsablemente podríamos haber avanzado, pero ahora deberemos esperar hasta febrero, con las consecuencias de dejar al departamento sin presupuesto”. La prisa por empezar a trabajar el presupuesto radica en saber con qué fondos se contará para trabajar durante el año con cada uno de los espacios municipales. El presupuesto entró en diciembre y, al parecer habrá que esperar hasta febrero para que comiencen las deliberaciones y análisis de lo enviado por el Ejecutivo en relación a los ingresos y egresos, obras y servicios.
En relación a la extensión de las licencias de los ediles, la situación se contrapone a lo manifestado por una supuesta “falta de tiempo legislativo” y la intención de sumar más sesiones anuales. Además, siempre está presente la responsabilidad de los funcionarios públicos y las dietas y sueldos que se perciben.