El presidente chileno busca endurecer las penas por robo y penar a los manifestantes que oculten su rostro. La respuesta fue una nueva convocatoria a las calles: la marcha se hará el lunes.
Este viernes camioneros y estudiantes volvieron a tomar las calles de Chile. Los primeros se dirigieron hacia un barrio de clase alta de la capital chilena; y los segundos protestaron contra las medidas de seguridad anunciadas por el presidente Sebastián Piñera, que, entre otras cosas, incluyen una Ley antisaqueos, el avance de un proyecto en el Congreso contra los manifestantes encapuchados, la creación de un equipo especial de abogados para perseguir los delitos contra el orden público y el reforzamiento de la vigilancia aérea.
El Jefe de Estado chileno busca fortalecer el orden público, tras jornadas de protestas que han dejado 20 muertos. Se trata de varios proyectos de ley, entre ellos, uno enfocado a endurecer las sanciones por delitos de robo, que intenta terminar con los saqueos. A su vez, Piñera busca establecer una discusión inmediata del proyecto de Ley «Antiencapuchados» para agravar la pena de las personas que cometan delitos tapándose el rostro.
Los camioneros marcharon para exigir una sustancial rebaja en los peajes de rutas y que se anulen sus multas por no pagar sus deudas a las concesionarias privadas que construyeron los caminos. Se concentraron en una importante avenida y marcharon hacia el barrio de La Dehesa, donde viven los más ricos. Allí ocuparon dos de cuatro carriles, según acordaron con la policía, aunque no respetaron el pacto con los agentes de no llegar a esa barriada.
«Aún no hemos conseguido nada, así que seguiremos protestando», dijo Ginette Pérez, una estudiante chilena de 17 años, en diálogo con The Associated Press. La joven fue al centro a protestar acompañada de cinco compañeras.
Mientras tanto, hay nuevos enfrentamientos entre manifestantes y carabineros en «la marcha pacífica más grande de Chile».
Desde la Fiscalía Nacional anunciaron este viernes que abrieron 1.089 investigaciones penales por denuncias de «de violencia institucional» en el contexto de «desmanes» ocurridos entre el 18 y el 31 de octubre.
Por su parte, la Organización por las Naciones Unidas (ONU), criticó el abuso de la fuerza de los Carabineros mediante un comunicado que sentenció: «La violencia nunca puede ser la respuesta a las demandas sociales y políticas de las personas».
En este contexto, además de las 20 víctimas fatales, la Cruz Roja chilena reconoció 2.500 personas heridas desde el estallido social, que comenzó hace 22 días. Además, el Colegio Médico informó que más de 180 personas quedaron con graves heridas oculares, decenas de las cuales perdieron la visión de un ojo.
Mientras tanto las fotos de las agencias periodísticas y las cámaras de televisión muestran a decenas de policías golpeando a manifestantes con sus bastones, disparando balines y perdigones. Un ejemplo fue la escena transmitida por el canal de televisión La Red, donde se pudo ver cómo una persona con discapacidad motriz intentó evitar la detención de un joven, pero un policía le retiró la silla de ruedas y quedó saltando en una pierna.
Desde la policía han informado más de 1.100 uniformados heridos, varios en grave estado, según dio a conocer el general Enrique Bassaletti.
El detonante de las protestas fue la suba del boleto del subterráneo, que sufrió saqueos e incendios en más de 80 de sus 136 estaciones a manos de encapuchados. Sin embargo, el pueblo chileno veía acumulando bronca y esto lo hizo estallar. La mayor cantidad de demandas sociales tiene ver con la desigualdad en el país.
Hasta el momento, Piñera respondió a la crisis con un cambio de gabinete y una agenda social que incluye leves mejoras a las pensiones de los más pobres, que promedian los 147 dólares y de un 16% en el ingreso mínimo, la anulación de un incremento de 9,2% en la electricidad, además de anuncios de proyectos para rebajar sueldos y asignaciones de diputados y senadores, que oscilan entre los 27.000 y 44.000 dólares mensuales, y un incremento en el impuesto a las ganancias, para los que ganan más de 11.000 dólares.
Tras la jornada caótica que contó con represión policial y varios detenidos, los estudiantes anunciaron una gran protesta para este lunes para repudiar las últimas medidas de seguridad anunciadas por Piñera.
Fuente: TN