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Tensa situación en el HCD de San Carlos que se reúne de nuevo por las pulverizacioens aéreas

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En el recinto se concentra un grupo de vecinos que piden se mantenga la prohibición. También hay presencia de productores asociados en Sociedad Rural pidiendo que se autoricen las pulverizaciones en forma aérea.

En algunos instantes, el Concejo Deliberante de San Carlos tratará el expediente enviado desde el Ejecutivo Departamental, a partir de un pedido de Iscamen y Senasa, para dejar sin efecto la Ordenanza que prohíbe las pulverizaciones aéreas en el departamento.

Hace un par de semanas, el Concejo Deliberante de San Carlos aprobó por unanimidad una Ordenanza prohibiendo en el departamento las pulverizaciones aéreas propuestas desde Iscamen como parte del programa de lucha contra la Lobesia Botrana. La decisión del órgano legislativo local se basó principalmente en la ausencia de un informe de impacto ambiental que evalúe la técnica de pulverización aérea, en relación a la salud humana y de los animales, y el impacto en la fauna autóctona.

La normativa del HCD sancarlino, generó un precedente regional, pero no fue seguida por los ediles de los otros departamentos, donde los concejales sí autorizaron las pulverizaciones. Las decisiones de los Concejos Deliberantes de Tunuyán y Tupungato tuvieron el apoyo de gran parte de los productores vitivinícolas locales, pero fueron cuestionadas por muchos vecinos, que manifiestan su enojo a través de las redes sociales y algunos medios de comunicación.

En momentos, el Concejo de San Carlos volverá a tratar el tema de las pulverizaciones a partir de que el Iscamen y el Senasa han pedido al Municipio que se deje sin efecto la Ordenanza de prohibición de las pulverizaciones. El Ejecutivo ha mandado el expediente, y serán los ediles quienes decidan cómo sigue la situación. Según se supo, el presidente del Concejo (que responde al oficialismo departamental) se habría comprometido para tratar el tema esta mañana. Para que esto suceda (el llamado, tratamiento “sobre tablas”), debe haber, por lo menos, el acuerdo de tres tercios de los concejales (7 votos). En síntesis, hoy puede suceder que: el Concejo no trate el tema, y pase a Comisiones para su tratamiento, o, que el Concejo trate el tema, en Cuarto intermedio se redacte una Ordenanza para dejar sin efecto la Ordenanza de prohibición y autorizar las pulverizaciones aéreas, y luego los concejales voten sobre la aprobación o desaprobación de la nueva Ordenanza.

Por ahora, no se sabe qué va a suceder. Lo cierto es que hay una fuerte presión del sector productivo, y de los organismos que llevan adelante la campaña (sobre todo de Iscamen que amenaza con una barrera fitosanitaria para el departamento), para que se autoricen las pulverizaciones. Y por otro, sectores ambientalistas, productores orgánicos y vecinos en general que se oponen a las pulverizaciones aéreas por considerarlas potencialmente riesgosas, y porque consideran que violan los derechos de las personas.

Por su parte, algunos concejales ya han manifestado en forma pública que, en tanto no se presente un informe de impacto ambiental, no darán su voto para autorizar las pulverizaciones. Estos ediles consideran que, autorizar una práctica de este tipo sin informe de impacto ambiental (un requisito estipulado por la Ley), sentaría un precedente para que otras actividades (como la minería) puedan pretender instalarse sin realizar ningún tipo de evaluación de impacto en el ambiente y en las comunidades.