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Tarjeta de débito: microemprendedores dicen que subieron sus ventas

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Mientras los pequeños comerciantes se resisten a la obligatoriedad del medio de pago con tarjeta, en la vereda de enfrente están los artesanos y pequeños productores. Voces a favor y en contra.

Mientras la AFIP alienta a los consumidores a denunciar a los negocios que no acepten tarjeta de débito, los pequeños comerciantes se resisten a su implementación. En la vereda de enfrente, los microemprendedores que trabajan en ferias marcan tendencia con el medio de pago, y aseguran que sus ventas aumentaron.

Desde el 1 de abril rige la reglamentación de la AFIP que obliga a todos los comercios y profesionales independientes a vender con tarjeta de débito. El incumplimiento de la nueva disposición estipula multas de entre $300 y $30.000, y la clausura de locales de 3 a 10 días.

Pese a esto, no es fácil encontrar negocios pequeños adheridos a la normativa. La medida generó rechazo entre los almaceneros, kiosqueros y verduleros por las comisiones que deben abonar por esas operaciones y como consecuencia, por el menor rango de ganancia. Además, reclaman que la acreditación del dinero no sea a las 48 horas hábiles de haber realizado la transacción.

A diferencia de esta situación, estiman que el 80% de los microemprendedores que participan en las ferias que impulsa el Gobierno cuentan con el sistema desde hace tiempo. Así lo señaló  Lorena Meschini, titular de la Dirección de Economía Social y Asociatividad, quien cree en las privadas se ve un panorama similar.

«Tanto en las ferias públicas que hacemos mensualmente como en las dos estables en el Memorial y el DAMSU en la UNCuyo han incorporado el medio de pago. Hay una nueva movida de consumidores que ven estos eventos como paseos y al no tener la plata en el bolsillo, pero sí la tarjeta es una facilidad», indicó Meschini.

Raúl se dedica a hacer cuchillos artesanales y contó que fue una solución. Cada una de sus fabricaciones hechas a mano cuestan alrededor de $800, por lo que participaba en los eventos exponiendo sus productos y tomando pedidos a encargo.

El artesano aseguró que pese a que la comisión que le retiene el banco es alta, incrementó las ventas de sus cuchillos con el nuevo medio de pago. Lo mismo opinó Marta que moldea cuencos: «La gente pasa, se tienta y compra. Hay que modernizarse, no queda otra. Hoy andamos más con el efectivo justo y usamos más la tarjeta».

 

Fuente: El Sol