Los animales fueron cazados de forma ilegal, según lo establece la ley federal de carnes, y atendiendo a los perjuicios sanitarios que podrían producir, los mismos fueron incinerados.
En dos procedimientos entre ayer domingo y hoy lunes, se secuestraron en un primer momento 7 chivos faenados y, posteriormente, 51 animales más. El primer hallazgo se produjo ayer a las 19 horas y el otro a las 3:30 de la madrugada. Este último implicó que la Policía Rural debiera perseguir a tres sujetos oriundos de Tupungato, que iban a bordo de una Transit con los cuerpos de los animales, según informó Miguel Bobadilla responsable de la división con asiento en Pareditas.
“La ley estipula que si se encuentran más de 3 o 4 ejemplares se trata de un acto de comercialización por eso se incautaron. También se incumple con los procedimientos sanitarios, por lo que dimos intervención a la Dirección de Ganadería y se trabajó bajo la ley federal de carnes 22.373” sostuvo Bobadilla.
En total los 58 animales que tenían un costo promedio de 20 mil pesos, fueron incinerados según el protocolo estipulado para estos casos en donde no se puede corroborar la existencia de un control sanitario previo. La quema se hizo frente a un veterinario y personal del municipio sancarlino.
Se estima que los animales fueron cazados en inmediaciones de la zona de “El Papagayo”, aunque se desconoce si pertenecían a algún productor local. Los hombres en cuestión fueron procesados por la infracción federal y el conductor de la Transit fue imputado por haber huido de la Policía.