Impulsado por la Comisaria de La Consulta, este programa impulsa la prevención ciudadana desde la formación y lo comunicacional. Apuntando a disminuir el delito, el objetivo es evitar diversas situaciones de inseguridad que generalmente se producen por la falta de atención de la víctima. Esta campaña ha tenido muy buena recepción en la comunidad.
“La seguridad pública y ciudadana debe ser una responsabilidad compartida”, sintetiza el comunicado de prensa enviado a esta redacción por el responsable de la Comisaría 41° La Consulta, y ejecutor de este programa, el comisario Gustavo Lucero.
En una primera instancia, esta “Red de seguridad Ciudadana” comenzó a implementarse en las escuelas primarias y en los jardines de infantes de todo el distrito de La Consulta. En esa ocasión, se brindaron charlas a los alumnos y se repartió un folleto a todas las familias, que brindaba consejos para la seguridad de los niños. Estos folletos eran entregados por los docentes a los padres, a quienes se les solicitaba lo leyeran con sus hijos, previamente a un trabajo que se había realizado en el aula. El folleto contenía un pequeño manual de seguridad y se especificaba información que hacía referencia a mantener la seguridad en la casa, las reglas que los menores deben mantener frente a un extraño, o se brindaban reglas necesarias para ser puestas en práctica al momento de utilizar internet.
A la par, la principal entidad intermedia del distrito, la Unión Vecinal de La Consulta, comunicó su adhesión al programa «Red de Seguridad Ciudadana», y desde allí se reparten los folletos que la Comisaria ha realizado, o bien se envía la información de los diversos manuales por email; tales como “seguridad de los niños”, “seguridad de jóvenes y adolescentes”, “seguridad de adultos mayores”, “entraderas” y “violencia de género”.
¿Cómo evitar una «entradera»?
Ahora, comienza una nueva etapa del programa, y en esta ocasión la Comisaría 41° pone a disposición el material y las recomendaciones de seguridad ante la modalidad delictiva denominada “ENTRADERAS” .
No es una modalidad nueva, pero crece la preocupación porque cada vez hay más casos y algunos con violencia. Tienen una particularidad: los delincuentes aprovechan el momento más vulnerable de un vecino para comenzar con el golpe, cuando abre la puerta de su casa, el portón del edificio o el portón del lugar donde guarda el auto.
Si bien estos delitos comienzan de la misma forma, no necesariamente tienen una motivación similar. Por ejemplo, en algunos casos la intención es robar en la casa, en otros llevarse el vehículo o bien iniciar un secuestro extorsivo.
En cuanto al modo de operar de estos delincuentes, se los puede dividir en tres grandes grupos:
En el primero están las bandas que eligen a las víctimas al voleo, o sea que recorren distintos barrios hasta que ven a un vecino abriendo la puerta para ingresar a su casa y lo abordan sorpresivamente. Actualmente, la mayoría de las víctimas de los robos de “entraderas” son elegidas al azar, cuando los ladrones ven la oportunidad al cruzar por una vivienda.
En el segundo están las bandas que “trabajan” con un “vigía”. Se trata de personas que, con un medio de comunicación, ejemplo handy o teléfono, recorren caminando las calles mientras el grupo operativo de la banda aguarda a una prudente distancia en el interior de un auto. Cuando el “vigía” ve un blanco fácil para golpear, llama a sus cómplices, quienes lo hacen en minutos.
En el tercero, existen bandas más sofisticadas que realizan inteligencia previa. Siguen a sus víctimas, analizan sus rutinas y deciden el momento justo para dar el golpe. Estas organizaciones, por lo general, tienen en la mira a empresarios, comerciantes y familias de mayor poder adquisitivo. Muchas veces cuentan con una información inicial, momento en el que comienzan el seguimiento.
Conociendo este accionar delictual se han dividido los consejos para los vecinos, -para al menos reducir las posibilidades que tienen los delincuentes de dar un golpe de este tipo- en tres puntos para tener en cuenta: precaución, prevención y discreción.
1) Precaución: hay que tener muy en cuenta las rutinas e ir cambiando distintas costumbres que facilitan el accionar de los delincuentes. Cambiar los horarios, reducir el tiempo de ingreso a nuestra vivienda, mejorar la iluminación del acceso, entre otras.
2) Discreción: no otorgar información de movimientos de dinero, no realizar el mismo trayecto.
3) Prevención: además de las medidas electrónicas (alarmas, sensores) que depende del poder adquisitivo de cada familia, se pueden seguir algunos consejos para minimizar los riesgos.
Sobre la mencionada prevención hay algunos consejos básicos para evitar “entraderas” consistentes en:
- Si es posible cuando estemos por llegar a casa, tomemos el hábito de llamar unas cuadras antes y avisar de nuestro arribo, de esta manera mantendremos a nuestro círculo íntimo informado y podrán actuar en consecuencia en caso de registrarse un incidente.
- Al llegar a casa, antes de detener el auto observemos la calle, lugares donde se puedan esconder personas, árboles cercanos, etc. Si notamos la presencia de alguien sospechoso no nos detengamos y además de comunicar a la Policía, avisemos a quienes viven con nosotros.
- Antes de llegar a nuestra casa de a pie, observemos nuestro entorno, si desconfiamos de algo o de alguien, cambiemos de dirección, nunca nos acerquemos y además de comunicar a la Policía avisemos a quienes viven con nosotros.
- No ingresemos si hay personas sospechosas cerca o un auto extraño estacionado en la entrada de nuestra casa.
- Iluminemos bien el acceso a nuestra vivienda.
- No nos demoremos en abrir o cerrar la puerta de la casa o el portón del lugar donde guardamos el auto.
- Cambiemos las rutinas: dentro de lo posible modifiquemos un poco los horarios de llegada y el trayecto que realizamos a diario para llegar a nuestro hogar.
- Tengamos siempre a mano las llaves de nuestra vivienda o el control remoto del portón, para no perder tiempo en el ingreso a nuestra casa.
- En el caso de llegar con niños, pongamos como prioridad su ingreso. Si tenemos equipaje o bolsas que entorpezcan nuestra movilidad, ingresemos en dos partes: primero entremos a los chicos y después volvamos a buscar el resto de las cosas.
- Mirada activa: debemos estar atento a que no haya nadie sospechoso o desconocido esperando cerca de la puerta. Si lo hubiera, demos una vuelta, conversemos con un vecino y esperemos a que se vaya antes de entrar.
- Despejemos el ingreso: no tengamos plantas, elementos u adornos más de 1,20 metros de altura en el frente de nuestra casa.
- Que el número de nuestra casa sea fácilmente visible de día y noche, de modo que la policía y los servicios de seguridad no pierdan tiempo buscando el lugar en caso de emergencia.
Siempre llamemos al 911 si observamos personas extrañas o desconocidas ya sea caminando o en cualquier medio de transporte que miren nuestra casa o un auto por mucho tiempo y en reiteradas ocasiones, como así también si lo hacen con nuestros vecinos.
Es muy importante la Conciencia Social y Solidaridad para el cuidado y autoprotección de nuestra comunidad, por eso debemos procurar el conocimiento personal entre vecinos que haga posible el intercambio de teléfonos y el conocimiento de rutinas, para estar atentos a los movimientos de personas desconocidas o extrañas. La solidaridad entre los vecinos es fundamental.