En una decisión histórica, las autoridades de la Universidad Nacional de Cuyo decidieron eliminar el estricto cupo de 120 aspirantes que cada año llegaba a la Facultad de Medicina.
La medida apunta a flexibilizar el ingreso, sin descuidar la rigurosidad del examen. Si bien admiten que hay una demanda social y creciente de nuevos profesionales, aseguran que no faltan médicos sino que están mal distribuidos. La histórica medida de la UNCuyo de sacar el límite de 120 ingresos busca dar mayor igualdad de oportunidades. De esa cantidad de alumnos que ingresa se recibe el 95%.
Desde hace más de 50 años, de los cientos de estudiantes que aspiraban a ingresar a la carrera, sólo unos 150 lograban pasar el examen. Y de ese número de privilegiados, solamente los 120 mejores promedios finalmente lograban cursar los estudios. El resto, a pesar de haber aprobado la exigente prueba con más del 60% de puntaje, debía resignarse y buscar otra ocupación o intentarlo de nuevo el año siguiente.
Tras la decisión del Consejo Superior de la UNCuyo, a partir del año que viene podrán ingresar quienes aprueben el examen de ingreso, dejando de lado el cupo, algo que durante años habían reclamado organizaciones estudiantiles y había sido aprobado por el Consejo Directivo de la propia Facultad.
De hecho, la decisión fue calificada de “histórica” tanto por parte de algunos decanos como de consejeros estudiantiles.
¿Menos exigencia?
La medida generó aplausos y rechazos. Los más críticos sostienen que, al eliminarse el cupo, la calidad educativa se empobrecerá, algo que las autoridades académicas desestiman.
“El examen de ingreso es de alta exigencia y no se va a modificar. La única condición de admisibilidad que se cambió es el cupo, pero el examen es el mismo. El curso de ingreso es muy bueno; está comprobado”, señaló con seguridad el vicerrector de la UNCuyo, José Rodríguez.
De acuerdo con las cifras oficiales, de los 120 alumnos que ingresaron por año, el 95% se recibe. Es decir que finalmente unos 114 estudiantes se transforman en galenos.
Inclusión e igualdad
Desde el claustro académico aseguran que la decisión se tomó “en aplicación de una política de inclusión e igualdad de oportunidades” en el tratamiento de las condiciones de admisibilidad a las distintas facultades y se buscó “ayudar a quienes provienen de sectores vulnerables”.
“La política que marca el Consejo Superior de la Universidad es tener otro sistema de selección de aspirantes. Este cambio es positivo porque, en general, la cantidad de alumnos que quedaba fuera del cupo no era mucha, por lo que era injusto”.
Pero, aunque injusto, ese cupo no era caprichoso. Se estimaba en base a la cantidad de docentes disponibles en la casa de altos estudios y a la infraestructura del lugar. Sin embargo, estiman que, teniendo en cuenta que por año no más de 30 aspirantes quedaban afuera, el número no se incrementaría demasiado y con las condiciones edilicias y académicas actuales se podrá hacer frente al aumento estudiantil.
“El cupo de 120 ingresantes es un número histórico que se defendió durante mucho tiempo por la capacidad de infraestructura, de docentes y de la cantidad de médicos que hay en la provincia”, puntualizó Rodríguez.
Y agregó: “En el ingreso de este año menos de 20 aspirantes quedaron afuera, por lo que podemos esperar un aumento de 20%”. El ingeniero agrónomo admitió que, deexistir una superpoblación estudiantil a futuro, se evaluarán las medidas a seguir. “Cuando la Facultad de Medicina aprobó las condiciones, tuvo este aspecto en cuenta.
Si llegara a haber un aumento masivo en la matrícula, la Universidad va a tener que intervenir y acompañar”, concluyó el vicerrector.
Galenos mal distribuidos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) determina el estándar de un médico cada 500 habitantes, algo que en Mendoza es ampliamente superado. Sin embargo, existen especialidades y zonas que sufren la escasez de galenos.
“Argentina tiene más médicos que la media que recomienda la OMS, pero muy mal distribuidos. Hay una concentración importante en las zonas urbanas. A partir del plan estratégico, planteamos ampliar la distribución de profesionales en el territorio. Una propuesta es que ingresen alumnos de municipios alejados pero que, al recibirse, vuelvan a su lugar de origen a ejercer”, apunta José Rodríguez.
“El otro problema tiene que ver con las especializaciones: en algunas sobran médicos, en otras están bien y en otras faltan. Por eso se están implementando nuevas tecnicaturas que permitan distintas especializaciones”, concluye el vicerrector de la Universidad Nacional de Cuyo.
Fuente: Diario UNO