El Programa Provincial a cargo de la lucha contra el virus detectó este año el 30% más de infectados que en 2015. Los nuevos casos son de más jóvenes y vuelven a crecer en la comunidad gay. Desde 1984 murieron 578 enfermos.
El sida ya no es una enfermedad mortal ni tampoco terminal como cuando apareció, en la década del 80′, siempre y cuando tenga el tratamiento correspondiente y se detecte de forma temprana, condición crucial para sobrellevarla. En Mendoza la patología venía comportándose con cifras estables hasta este año.
En 2016, el sector público de salud detectó un crecimiento del 30% en la cantidad de nuevos mendocinos contagiados por VIH, con un aumento importante entre los más jóvenes y entre ellos los de condición homosexual.
Así lo confirmó a Diario UNO el titular del Programa Provincial de Sida, Víctor Bittar, quien aconsejó ante la duda del contagio no dejarse estar y hacer un diagnóstico temprano de la enfermedad.
«Ya nadie se muere de sida pero seguimos observando que fallece gente por este virus en Mendoza porque se ha diagnosticado de forma tardía».
Bittar fue más específico y dijo que «detectado a tiempo y con un tratamiento adecuado una persona con 25 años tiene una expectativa de vida que puede llegar a los 70 años».
Las nuevas cifras
Víctor Bittar explicó que el incremento de los casos puede responder a dos causas: un aumento de la infección o bien la detección de casos ocultos porque se amplió en los últimos tiempos la cobertura que se realizan en los CEPAT (Centro de Prevención, Asesoramiento y Testeo).
«En estos centros se hacen análisis rápidos y sin turno previo. En media hora está el resultado».
El jefe del Programa Provincial de Sida destacó que el crecimiento de la tasa trajo también otras novedades.
«El año pasado tuvimos un total de 325 nuevos enfermos y este año ya llevamos 420 y todavía no finalizó. Vamos a pasar los 4.000 contagiados en Mendoza desde el primer caso, en 1984, cuando nosotros creíamos que hoy íbamos a estar por debajo de esa cifra global».
Precisó que «lo novedoso es que descendió este año el grupo etario más joven contagiado, que estaba en la franja de 25 a 35 años y ahora pasó a estar en la de 20 a 24 años».
Consultado por las características de los casos de 2016 puntualizó: «Son más jóvenes, los varones mayoría y con un repunte en los de condición homosexual, algo que ya se viene observando desde hace un par de años en otros países».
El experto aclaró que la condición sexual no tiene nada que ver con el grado de contagio del virus y que todo pasa por la prevención.
«Si hay un repunte en los varones homosexuales es porque en este grupo han disminuido las prácticas de prevención».
Insistió en que «al contrario, hace algunos años, los gays eran menos vulnerables que los heterosexuales porque tenían una mayor conciencia a la hora de protegerse».
También se ha reducido la cifra negra del sida. Mientras antes se consideraba que del total de contagiados detectados había 50% más que lo estaba pero no lo sabía, hoy esa cifra oculta se redujo al 30%.
De los 4.000 casos de Mendoza, el 82% fue contagio por contacto sexual. Bittar resaltó que «el uso del preservativo sigue siendo el método de prevención más efectivo».
Fuente: Diario Uno por Alejandro Gamero